El médico Edilberto Imitola Acero en su consultorio en la IPS Clínica María del Mar, del municipio de Juan de Acosta.
El pediatra y catedrático Edilberto Imitola Acero saca tiempo para hacer también obras sociales en Atlántico y La Guajira. Este fin de semana se emitió un fallo que le permitirá ocupar el cargo de gerente E.S.E del Hospital de Juan de Acosta.
En 39 años de ejercicio, 34 de los cuales lleva como pediatra, el neonatólgo Editlberto Imitola Acero compagina, desde hace algo más de dos años, sus intensas jornadas laborales y académicas con una apasionada actividad solidaria.
Como médico, dice que su filosofía de vida ha sido siempre “estar dispuesto a servir, sobre todo incondicionalmente a pacientes de escasos recursos que más lo necesitan” no solo en su natal Juan de Acosta (municipio situado al occidente del departamento del Atlántico) sino en Barranquilla.
Tiene claro que la cooperación es la más solidaria de las especialidades de la Medicina y se puede practicar de diferentes formas. En su caso, no cuelga la bata ni cuando tiene un fin de semana de descanso para ejercer su profesión en los destinos más olvidados de la región y hacer obras benéficas.
Desde el momento en que se vinculó a la Fundación de Colombian American Goddwill, que fundó y dirige desde USA la empresaria guajira Nayi Guardiola, ha venido acompañándola en brigadas a pueblos y veredas en el Atlántico obsequiando medicamentos que, consigue a través de laboratorios, como parte de la labor de la fundación como es la entrega de artículos personales y alimentos para la comunidad, los cuales consigue con donaciones de empresas.
Fue a través de un amigo en común que conoció a la empresaria cuando le tocó una vez atender a una niña que estaba grave. Resultó que el padre de la pequeña era empleado de Guardiola. “Luego de conversar mucho, nos sentimos afines en el sentido de la solidaridad”, comenta el médico.
Hoy, Itimola es quien asiste en Colombia a la presidenta de la fundación (que reside en USA) cuando se trata de entregar donaciones tanto en el Atlántico como en La Guajira, donde también se realiza simultáneamente jornadas de la salud.
MiREDvista acompañó al equipo de la fundación en la entrega de donaciones en el corregimiento San José de Saco, (Juan de Acosta) considerado como una de las poblaciones con mayor índice de extrema pobreza en el Atlántico. Allí, en el sector que ellos llaman ‘Las casitas’, donde no hay pavimento, tienen que lidiar con la humenada del arroyo, no hay agua potable y el servicio de luz es deficiente, a un niño inválido se le hizo entrega de una silla de ruedas para estrenar, y mientras esto sucedía, de todos los rincones y trochas fueron saliendo cantidades de pequeños visiblemente emocionados para recibir zapatos, ropa y hasta juguetes que fueron entregados con lista en mano por parte del doctor Imitola y Guardiola, quienes lideraron la brigada.
MÉDICO DE LOS POBRES
Imitola Acero, egresado de la facultad de medicina de la Universidad Libre con especialización en el Hospital Carlos G Durand, Buenos Aires (Argentina) es catedrático de postgrado en la facultad de pediatría en la Universidad Simón Bolívar y de la facultad de la Universidad Libre.
Atiende en la IPS Clínica María del Mar, en Juan de Acosta, una institución de propiedad de la familia, donde se prestan servicios médicos a pacientes de escasos recursos no solo a niños sino a gente adulta. Es una clínica que tiene15 años de fundada, está completamente dotada, tiene 18 empleados, entre médicos y personal administrativo; cuenta con un consultorio odontológico que atiende Martha la esposa de Imitola; sala de radiología, laboratorio y demás servicios de salud. “Las consultas son a muy bajo precio y en algunos casos gratis”, advierte el profesional de la salud.
Su consultorio lo tiene en Barranquilla y en la Clínica Santa Ana de Dios, (situado en el barrio Olaya) es el coordinador médico del departamento de pediatría.
Dice que “es algo maratónico, pero uno se organiza. En las mañanas me dedico a la Clínica Santa Ana de Dios, y en la semana saco tiempo para atender en la IPS María del Mar, en Juan de Acosta”.
En la IPS tiene un gran dispensario, donde reúne todos los medicamentos que le obsequian los laboratorios, que entrega gratuitamente a los pacientes que lo necesitan.
Explica que cuando un niño presenta una enfermedad severa, de alta complejidad, lo pasa a otro nivel, es decir, lo traslada a otra institución mucho más especializada, y él se encarga de hacerle seguimiento a su evolución.
“Mi compromiso con la comunidad es hacer una buena consulta y estar dispuesto a servir incondicionalmente”, reitera por último.