A la mayoría nos pasa. Creamos un negocio pensando en cómo resolver nuestros compromisos del día a día y las tareas propias del negocio nos absorben tanto que le dedicamos muy poco tiempo a pensar en las estrategias que nos permitirán mantenerlo a flote en el futuro.
Elaborar un plan de negocios es fundamental, porque ese documento vivo nos servirá como faro para poder ir avanzando en nuestro proceso de crecimiento e ir alcanzando las metas propuestas a futuro, el problema es que muy pocas personas, especialmente nosotros los hispanos, tomamos en serio el tema de elaborar un plan de negocios y tener clara cuál será nuestra estrategia de salida.
¿Eso qué significa? Que nos haremos viejos, que nuestras fuerzas van a disminuir y que seguramente en unos años ya no tendremos la misma energía para que el negocio siga caminando sin nosotros, si es que no hemos tomado las acciones necesarias para que el “bebé” crezca y se haga independiente.
Te has preguntado ¿Dónde estará tu negocio en los próximos 5, 10 ó 20 años? O mejor aún: ¿dónde estarán tus clientes? ¿Seguirán siendo tus clientes? ¿Se irán con tu competencia? ¿Habrán desaparecido? ¿O ya no tendrán clara tu propuesta de valor?
Elaborar un plan para seguir creciendo, innovando, diversificándote, actualizándote es la llave para que lo que estás haciendo ahora valga realmente la pena, ya que dependerá de ti si logras que lo que hoy estás construyendo pueda sostenerte cuando tengas que retirarte. ¡Piénsalo!