Dr. Rodolfo Vega Llamas
Columnista / 16 de octubre de 2021

Corazón y emociones

Como cardiólogo les digo que un corazón agradecido se viste de colores. Dice la sabia frase popular, que las emociones juegan un componente fundamental para el corazón. Si usted conjuga una actividad física regular, tres veces por semana ,30 minutos promedio, con emociones positivas, esta asegurando un corazón saludable, pero si a esto le sumamos una dieta saludable, balanceada, entonces el corazón será aún más saludable, no hay ninguna duda que  hay una asociación entre  el exceso de estrés y el riesgo cardiaco, recordemos que es el estrés, cualquier amenaza real o imaginaria y la respuesta de su cuerpo a ello, y si además vivimos sin  tiempo para el ejercicio y a un ritmo acelerado, la amenaza para el corazón es potencial.

Vivimos el día a día llenos de emociones, y quiero hacer énfasis en la mujer en este artículo, ya que la mujer moderna es más susceptible de estrés, es tal vez más vulnerable a las emociones, a sentir tristeza, ansiedad, por su doble rol de casa trabajo.

Estudios de imágenes de del corazón y cerebro, tomados a personas, se encontró que la ira, el estrés, la rabia, producen cambios en la frecuencia cardiaca, y en las funciones del cerebro, mientas que las emociones positivas, reír, alegría, producen relajación y mejor oxigenación.

Gran parte de las enfermedades provienen de nuestras emociones, nuestro entorno y el medio ambiente.

Es curioso saber que la palabra emoción viene en partes del verbo emouvoir, que significa agitar, lo que dota de lógica a la relación que establecemos entre las emociones y un órgano que se caracteriza por su movimiento agitado.

También es interesante cuando se explica que la forma cardiode del corazón es una forma que esta muy presente en la naturaleza: es la forma de las hojas, de muchas flores y de semilla de plantas, incluyendo el sifio, que se utilizaba en la edad media para el control de la natalidad y como afrodisiaco; de ahí probablemente que se asociara esta forma al sexo y al amor romántico

Hay un trastorno cardiaco denominado Takot-Subo. En Japón, es un tipo de vasija de forma abombada y cuello estrecho utilizada tradicionalmente por los pescadores para atrapar pulpos. En 1990 se adoptó esta palabra para describir un trastorno cardiaco que se caracteriza por un gran debilitamiento del corazón como respuesta al estrés intenso o al dolor que provoca le perdida de un ser querido, la pérdida de un empleo, una separación, este trastorno es conocido también como el síndrome del corazón roto.

Los cardiólogo a veces no se explican por qué el corazón toma esta forma abombada, sin embargo en la fase aguda el corazón presenta todos los signos y síntomas de infarto del miocardio, dolor de pecho, falta de aire, arritmias  potencialmente mortales, y lo más interesante que los pacientes con Takot -Subo, no tiene arterias obstruidas, pero se ve un corazón debilitado, perdiendo su capacidad funcional y en ocasiones se soluciona en semanas.

Es interesante hace un siglo, el científico Karl Pearson tuvo un hallazgo peculiar mientras observa las lapidas en cementerios: los cónyuges usualmente fallecían un año después del otro, aunque no fue muy comentado , si confirma que el estrés y la desesperanza pueden afectar de una manera  significativa la salud y en especial el corazón, hay libros importantes que hablan sobre este tema Heart: A history, del doctor Sandeep Jauhar, se refiere a los factores emocionales y su influencia en el corazón ,como vivir en la pobreza, el estrés emocional, problemas laborales, o relaciones amorosas y familiares infelices.

Por lo tanto, el reto es cruzar esa frontera entre el corazón emocional y el corazón biológico.

No dudo jamás como cardiólogo lo que dicen muchas culturas y es que el corazón es donde se alberga el alma.

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