Si los tiene sembrados en maceta, procure que sea profunda y que esté en exteriores, pues esta planta requiere entre 6 y 8 horas de sol al día. Si quiere conocer un campo tupido de amarillo, Baranoa le espera.

Si hay una flor linda, imponente y alegre, esa es el girasol. Por su altura y por su llamativo color difícilmente pasa desapercibida, pues además es una de las grandes entre las flores.

Sin duda, en los últimos años el girasol ha sido protagonista en la región caribe, sobre todo en el departamento del Atlántico, donde su creó la llamada ‘Ruta del girasol’ para impulsar el turismo y la economía en los municipios.

Pero esta planta, cuyo nombre científico es Helianthus annuus, no solo es bella en los grandes campos que parecen ser enormes tapetes amarillos, sino también sembrada en jardines caseros o, como se acostumbra en muchas casas, en macetas.

Si este es su caso, pues tenga en cuenta que el girasol, como su nombre lo indica, necesita de la luz solar directa entre 6 y 8 horas para poder desarrollarse. Si la tiene en maceta o potera, y vive en un apartamento pequeño, procure ubicarla junto a una ventana donde reciba mucho sol.

Procure también que la potera sea honda y amplia, pues sus raíces llegan en ocasiones a ser más largas que el mismo tallo, por lo que lo ideal es sembrar girasoles en suelo firme. Pero si es en maceta, podrá sembrar hasta tres plantas, que además se verán muy lindas si flores, por lo frondosas que lucen. Eso sí, evite trasplantarla, pues generalmente la planta no resiste ese cambio y puede llegar a morir.

En cuanto al clima, resiste bastante bien climas muy cálidos, pero también los templados o incluso fríos, aunque no temperaturas extremas. Saber cuánto hay que regar los girasoles puede ser difícil a veces. La planta necesita mayor aporte de agua en sus primeras fases de crecimiento.

Para que el tallo no pierda fuerza, y esto es muy importante dado su gran tamaño, se debe mantener unos riegos frecuentes pero de cantidad moderada, de forma que mantengamos cierto nivel de humedad sobre el suelo, pero siempre sin encharcarla.

El ciclo de vida y crecimiento de los girasoles es muy rápido. Desde que se siembran las semillas, lo normal es que no tarden más de 10 días en germinar, y si no lo han hecho en ese tiempo probablemente no lo hagan ya. Después, en solo 3 meses la planta habrá alcanzado su estado de madurez y su tamaño final.