El Gran Fondito Mariana Pajón llegará al Gran Malecón de Barranquilla los próximos 11 y 12 de octubre.
La bicicleta ha sido, para muchos, una herramienta de libertad, de juego o de transporte. Para Mariana Pajón, en cambio, ha sido la extensión natural de sus sueños.
La antioqueña no solo ha conquistado el mundo con tres medallas olímpicas colgadas del pecho, sino que ha pedaleado firmemente hacia el alma deportiva de todo un país.
Ahora, con El Gran Fondito, su más reciente proyecto, Mariana busca sembrar esa misma pasión en las nuevas generaciones. Y Barranquilla será la próxima parada de este sueño.
El evento infantil de ciclismo y patinaje llega por primera vez al Gran Malecón los días 11 y 12 de octubre, y promete convertirse en uno de los acontecimientos más inspiradores del calendario deportivo y recreativo de la ciudad.
Diseñado para niños entre los 2 y 14 años, El Gran Fondito Mariana Pajón no exige bicicletas de alta gama ni patines profesionales. Basta con las ganas, la alegría y la ilusión de sentirse grandes, al menos por un día.
“Queríamos que los niños también vivieran la emoción que sentimos en eventos como el Giro de Rigo, que tuvieran un espacio solo para ellos, donde puedan imaginarse en un podio, soñar con ser campeones, y sobre todo, disfrutar del deporte”, expresó Mariana Pajón en la presentación oficial realizada este viernes en Barranquilla.
Junto a ella estuvieron el secretario de deporte y recreación del Distrito, Daniel Trujillo, y el director de Indeportes Atlántico, Iván Urquijo, quienes coincidieron en resaltar la importancia de que figuras como Mariana impulsen este tipo de espacios inclusivos, que celebran el esfuerzo, el juego limpio y la unión familiar.
BARRANQUILLA: UNA CIUDAD QUE PEDALEA HACIA EL FUTURO
No es casualidad que el evento haya elegido la capital del Atlántico como sede. En los últimos años, Barranquilla ha experimentado una transformación profunda en su infraestructura deportiva, cultural y turística.
Los escenarios renovados, los espacios públicos como el Gran Malecón, y la dinámica económica en ascenso han convertido a la ciudad en un epicentro de eventos de talla nacional e internacional.
El impacto de este tipo de actividades no solo se mide en inscripciones o medallas, sino en su efecto multiplicador sobre la economía local: ocupación hotelera, gastronomía, transporte, comercio formal e informal. A eso se suma el valor intangible de la inspiración, el legado y la promoción del deporte como estilo de vida para la infancia y la juventud.
La llegada de El Gran Fondito no será un hecho aislado. Antes de arribar a Barranquilla, el evento pasará por municipios como Baranoa y Puerto Colombia, extendiendo su semilla por toda la región Caribe.
“Queremos que cada niño o niña, esté donde esté, tenga la posibilidad de sentirse parte de algo grande”, dice Mariana con una convicción que se le nota en la mirada.
MARIANA PAJÓN: MÁS QUE UNA MEDALLISTA, UN SÍMBOLO NACIONAL
Hablar de Mariana es hablar de superación, disciplina y esperanza. Con solo 9 años ganó su primer campeonato mundial. Hoy, con 32, sigue siendo una referente indiscutible del deporte colombiano y una de las mujeres más admiradas del país. Su imagen inspira no solo a futuras ciclistas, sino a todo un país que ve en ella un modelo de constancia y humildad.
Pero Mariana ha decidido ir más allá del podio. El Gran Fondito es un ejemplo claro de cómo los ídolos también pueden ser gestores de cambio social. Lo que empezó como una inquietud personal tras participar en el Giro de Rigo, hoy es una plataforma para cultivar sueños. Para que niños y niñas, sin importar su procedencia, se atrevan a soñar en grande.
Las inscripciones ya están abiertas a través del portal www.granfondito.com, y los costos oscilan entre $209.000 y $389.000, dependiendo de las categorías. Aunque el precio puede parecer elevado para algunos sectores, la organización ha manifestado su compromiso con ofrecer una experiencia de alta calidad, segura, formativa y divertida. Y lo más importante: inolvidable.
UNA NOCHE CLAVE, UNA CIUDAD ENCENDIDA
El ambiente nocturno del evento en Barranquilla tendrá un sabor especial. La magia del Gran Malecón, la brisa del río Magdalena y el entusiasmo de cientos de familias transformarán esas noches en una verdadera fiesta del deporte. Serán jornadas para compartir, para reír, para ver a los más pequeños volar con la imaginación sobre dos ruedas o deslizarse entre aplausos. Serán noches de futuro, construidas desde el juego.
En tiempos donde la infancia suele estar absorbida por pantallas y algoritmos, iniciativas como esta recuerdan el valor de correr al aire libre, de competir con nobleza, de esforzarse por mejorar y, sobre todo, de soñar despiertos. Y si hay alguien que sabe de eso, es Mariana Pajón. Porque su historia comenzó con una bicicleta, sí, pero se convirtió en un símbolo. Uno que ahora rueda, incansable, hacia el corazón de Barranquilla.