En homenaje a Gloria Peña, por sus 60 años de carrera, y al fotógrafo Samuel Tcherassi, reproducimos esta imagen del libro ´Retratos Costeños’ perteneciente a la colección de lujo del recordado maestro del lente.
La coreógrafa barranquillera, que cumple 60 años en la profesión, afirma que en el Teatro Amira De la Rosa es donde debe terminar su vida artística, “porque nací ahí”.
Aunque para Gloria Peña los artistas no tienen edad “porque somos como las estrellas, fulgurantes todo el tiempo”, a sus 82 años, próximos a cumplir como confiesa, sigue dirigiendo su academia, dictando clases, montando espectáculos y bailando, no con la misma velocidad de antes, pero sí conservando su swing, sabor y estilo que la han caracterizado.
Además de que el baile es una manera emocionante de ejercitar el cuerpo que beneficia la salud mental y física, a la vitalidad de esta coreógrafa barranquillera se le suman la disciplina. No sufre de los achaques propios de la edad, solo la han operado de cataratas en uno de sus ojos, y dice que el único mal que le ha dejado la pandemia es el insomnio, como a mucha gente. “No sé cómo el Señor me irá a llevar cuando venga por mí. Vendrán los ángeles, o no sé”, apunta entre risas.
Se cuida mucho y es caprichosa en la alimentación. Su desayuno los lunes, por ejemplo, lo componen café con leche (que no dejará nunca), 2 arepas dulces y huevos. En su almuerzo, tal como se lo pide a su empleada, no falta el pollo apanado y una buena ensalada rusa.
Nunca ha sido amiga del licor, pero de vez en cuando lo hace socialmente, tomándose una copa de vino tinto. “Me encanta celebrar la Navidad con una botella de champaña que sí me la tomo completica”.
EL LEGADO SIGUE
En 60 años de carrera sí ha pensado en retirarse, pero asegura que no lo va hacer. “Porque para nosotros, los que estamos en esta profesión, el escenario es el que nos retira. Lo mío no es por gusto, yo sigo bailando hasta que el cuerpo aguante, la vela sigue encendida todavía, por lo menos estará unos añitos más. Así como yo fui capaz de suceder a mi hermana Gacho, cuando decidió dejar la academia que creó para radicarse en EEUU, yo voy a dejar el mío Tengo gente muy preparada para seguir mi legado, aunque en la danza la traición es muy rápida”.
Sus hijos Milton David y Jorge Alberto Coral, que no son bailarines, seguirán al frente de todo, especialmente en la parte administrativa.
Gloria Peña, fundadora del Ballet Folclórico Profesional que llevó por medio mundo, “la mujer que sabe mucho de arte y coreografía” como dice la exitosa canción en ritmo de chandé que le compuso el recordado Adolfo Echeverría, tiene muchas historias y anécdotas que contar. Lo hará en un libro que prepara para el próximo año con ocasión de los 70 años de la academia de danzas que sigue ofreciendo las Becas Gacho Peña con éxito.
El lanzamiento del libro incluirá un espectáculo que será en los jardines del Teatro Amira De la Rosa.
¿Y por qué ahí? Le preguntamos. “Porque muy posiblemente la emblemática obra no esté lista para el 2022. Es que ahí es donde debo terminar mi vida artística, porque ahí nací. Nosotros le dimos la vida al teatro a través de Sociedad de Mejoras, Centro Artístico, y con la ceremonia de la Medalla Cívica, que ya se acabaron”
Con la franqueza que la caracteriza dice: “Me duele que gente con mucho dinero no ponga sus ojos en la cultura para darle vida a importantes centros como el Museo Romántico, por ejemplo. Me duele que el ambiente cultural no esté en manos de personas idóneas, ¡esa es la verdad!”.
MÁS RESPETO POR EL ARTE
“Respeto las primeras autoridades del Atlántico, pero lamentablemente no se enfocan en la cultura general, en el sentido que hay que ayudar. No me refiero al de dinero, sino al respaldo moral. No se asesoran bien con personas con trayectoria. La danza en general, está mal dirigida. Porque a ellos (los gobernantes) no les interesa sentarse con una Gloria Peña que les va a decir esto debe ser así o no. A ellos les resulta mejor agarrar a un coreógrafo que está empezando y no a la persona que tiene sabiduría. Yo puedo mencionar a varios gobiernos que sí nos tuvieron en cuenta”.
Aunque se mostró de acuerdo, como en muchas otras profesiones, que las nuevas generaciones van apareciendo con el tiempo con otras ideas, opina: “es que no podemos pensar que el que tiene ya su trayectoria debe retirarse. Si hablamos del arte en general debe haber respeto. Aquí en Barranquilla no se respeta. Dicen, vamos a contratar a tal persona, aunque no sepa nada, porque cobra menos”.
“Hay que marcar la diferencia entre un espectáculo y montar algo. Los espectáculos (en el que debe haber música, baile, canto, show) son de respeto, como los que hago. Lo mío deja un mensaje. Siempre hay un hilo conductor”, agregó Peña, quien también ha sido consultora y gestora cultural en varias administraciones departamentales.
LO MÁS RELEVANTE DE SU CARRERA
Reafirma que el reto más grande en su vida fue asumir la dirección de la academia “para que la sociedad barranquillera creyeran en mis capacidades”.
No podía dejar de mencionar que el momento cumbre de su carrera, lo que más brilla en su corazón y que siempre estará agradecida con los dirigentes que la apoyaron durante su período fue llevar su espectáculo ‘El esplendor del Carnaval’ a la sede de la Unesco en París, lo que permitió ratificar la fiesta barranquillera como Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad. Con este mismo elenco, compuesto por 51 hacedores, recorrió quince países.
Gloria Peña perdió la cuenta de los montajes artísticos que ha hecho para coronaciones, comparsas y otros grandes espectáculos que en su mayoría están ligados al Carnaval, que dice adorar con toda su alma como buena barranquillera.