La Buena Sazón / 13 de junio de 2020

Desayunos ¡delivery!

No hay más nada delicioso que sorprender a un amigo o amiga con un buen desayuno que le llegue a la su casa, en un día especial.

Zoraida Noriega

Las redes sociales son los canales principales con los que los clientes se comunican y hacen sus pedidos para celebrar alguna fecha especial. 

Aunque enviar desayunos a domicilio no es nada nuevo, a raíz de la cuarentena aumentó este tipo de servicios no solo en los restaurantes, sino que también muchas personas en sus casas se vieron en la necesidad cambiar de “oficio” o profesión para meterle el diente a este negocio como alternativa para incrementar sus ingresos.

Es el caso de Kathy Luz Hernández, fonoaudióloga, y su esposo John Mojica, ingeniero civil, quienes en vista de no poder ejercer sus profesiones por la crisis mundial, iniciaron en marzo de este año su negocio ‘Cocina gourmet La Negrita’ ofreciendo, a través de Instagram,  almuerzos desde su casa y luego desayunos.

Kathy Luz Hernández con uno de los desayunos que elaboró para un cumplimentado.

Fue una forma reinventarnos. No podíamos quedarnos con las manos cruzadas pues tenemos dos hijos pequeños y muchos gastos. A los pocos días incluimos en nuestra carta los desayunos sorpresa, que han sido para nosotros una bendición porque es lo que más se ha movido durante estos meses de confinamiento”, afirma Kathy.

Ella, con la ayuda de una empleada,es quien cocina, y su esposo se convirtió en el domiciliario.

Cumpliendo con todos los protocolos, los esposos Mojica elaboran y empacan cada alimento mañanero en cajas herméticas adornadas con cintas, globos, flores serpentinas, tarjetas con bonitos mensajes y hasta peluches. Todo, dependiendo de la ocasión. Sus propuestas van desde el desayuno light, para aniversarios, grados, cumpleaños, Día del Padre, San Valentín, etc. Y hay  opciones para los más golosos y hasta para los veganos.

John Mojica, esposo de Kathy Luz se dispone a llevar uno de sus domicilios mañaneros.

“Empezamos desde 4 am empacando amor en una caja llena de productos ricos, frescos y saludables cada uno diferente, por supuesto, pues tenemos un menú para cada necesidad y/ gusto de quién recibe”, agrega.

El valor de un desayuno oscila entre $55.000 hasta $150.000, según lo que pida el cliente.

Kathy Rivera, de 24 años y administradora de empresas, es otra emprendedora. Hace 5 años comenzó decorando pudines para las amigas y familiares como un hobby, pero como para ella “no es suficiente aprender una sola cosa en la vida”, un día sorprendió a un amigo elaborándole un suculento desayuno.

De ahí nació la idea de ‘Deli Detalles’, un negocio que anuncia en las redes sociales y que, según cuenta, “ha tenido gran acogida, sobre todo con los desayunos, desde que inició la cuarentena. Manejamos 9 menús diferentes”.

Ella se encarga de la logística y decoración (porque siempre le han gustado las manualidades) mientras que su hermana y tres empleados hacen lo demás. “En estos días voy ampliar la oferta para volvernos más competitivos”, apunta.

Caso distinto le está ocurriendo a ‘La Tiendecita’. Pese a que ha sido el más popular desayunadero de Barranquilla y punto de encuentro de grandes personajes de la política y cultura, el distanciamiento social tomó de sorpresa a ‘Monchi’, su dueño.

La necesidad de recoger temporalmente las mesas del negocio, en el que su numerosa clientela se sentaba a manteles para tertuliar y degustar toda una variedad de fritos, entre esos sus famosos chicharrones, lo obligó a enviar desayunos a domicilio para no tirar por la borda más de 50 años de tradición. Las ventas en estos meses bajaron, no compensan los gastos, el servicio de mensajería, más el pago de la plataforma digital ‘Desayunos Barranquilla’ al cual está afiliada ‘La Tiendecita’.

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