Empresariales / 17 de junio de 2023

El arte manual y el buen gusto brillan en este emprendimiento familiar

Rosario Borrero

María José García borda, cose, trabaja el alambrismo y pinta al óleo, en tela, cerámica y madera, mientras su hija María José McCausland domina el miyuki y se sumerge con esta técnica en el mundo de los accesorios y adornos.

Nada le queda grande a María José García en materia de arte manual. Ella borda en punto en cruz, tapiza, cose, tapiza, cose, pinta al óleo, pinta en acrílico sobre tela, cerámica y madera, domina el alambrismo… En pocas palabras, con sus manos María José es capaz de crear ¡lo que le pidan! Si no conoce la técnica, si nunca ha hecho algo similar, si no sabe, pues busca, indaga y mira tutoriales hasta que lo hace. “Con solo ver, aprendo y lo hago”, asegura.

Baberos bordados por María José García.
María José en plena labor de pintura.

Algo similar ocurre con su hija, María José McCausland, quien tiene unas manos habilidosas y creativas para trabajar en todo su esplendor todo tipo de accesorios, especialmente en miyuki, esas cuentecitas de vidrio o resina de variados colores y tamaños que se trabajan con una técnica japonesa milenaria y con las que se pueden hacer toda clase de adornos.

“El talento artístico es algo de familia, que lo llevamos en la sangres, pues mi papá pinta, sobre todo rostros, al carboncillo, pastel y lápiz, y mi hermana mayor también pintan muy bien”, asegura la joven administradora de empresas, que trabaja como administradora de un almacén y que en sus ratos libre trabaja elaborando accesorios en miyuki.

María José, su mamá, cuenta que se pensionó hace 10 años y que como le gustan las manualidades, que ha aprendido de forma empírica, le bordó en punto en cruz una toalla a una amiga que esperaba bebé. Su trabajo gustó tanto que entonces otra amiga le pidió lo misma para su hija, pero le encargó también los baberos, cargadores, saca gases, etc. Así empezó el voz a voz de su bello trabajo manual.

Esta señora, casada con Roberto McCausland y madre de tres hijas –Jessica y Jennifer son las otras dos—, empezó a diversificar y se especializó en el trabajo con la madera: los banquitos, mesas, sillas y estantes que pinta son cosa del otro mundo. El motivo que más le piden son las coloridas flores, pero igual ella siempre está dispuesta a pintar lo que le pidan.

Ma. José McCausland trabajando el miyuki.
Juego de servilleteros en miyuki, inspirado en aves.

Pero igual hace cuadros en acuarela y al óleo; pinta camisetas, bolsos y textiles en general; pinta y borda en punto en cruz ajuares de bebé, toallas, manteles, caminos de mesa, servilletas, entre otras; con el alambrismo, que es su más reciente innovación, hace bisutería y también los modernos cuadros en palitos de alambre con figuras de elegante o león, por ejemplo, muy de moda, y en Navidad ella hace de todo lo que se requiere para decorar el hogar y vestirlo acorde con el momento. A ella se le consigue en Instagram como @mariajosegarcia56.

Su hija, María José McCausland (@turquesa_bisuteriabaq), además del miyuki, emplea el murano, chaquiras y todo tipo de pepitas, según lo pida el cliente. Ella es especialista en hacer collares, pines, dijes para cadenas, aretes, chokers y anillos, pero además elabora rosarios, accesorios para el celular, accesorios para mascotas, separadores de libros, ganchitos para el cabello, imanes para la nevera, servilleteros, llaveros, entre otros.

«A las dos nos apasionan las manualidades y el trabajo artesanal. Esto nos une como madre e hija, pero también es un tema alrededor del cual gira la familia; sin duda esto nos hace felices», asegura este par de emprendedoras finalmente.

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