Empresariales / 27 de febrero de 2021

Un emprendimiento “horneado” con amor familiar

Gabriel Alejandro Rodríguez Sandoval, «el Garoso», muestra el «Buqueso», su producto estrella.

Miredvista.co

Con escasos 23 años, Alejandro Rodríguez cuenta cómo logró consolidar la panadería La Garosa, un negocio que empezó en su casa del barrio Villa Carolina.

Alejandro Rodríguez, «el Garoso», quiere inspirar a los jóvenes.

Gabriel Alejandro Rodríguez Sandoval tenía 17 años cuando empezó a recorrer las calles de su barrio Villa Carolina para ofrecer las empanadas que Yolanda Flores, una pariente cercana, le enseñó a hacer.

“Llevaba la cava de icopor repleta de fritos y miles de ganas de salir adelante”, repite cada vez que habla sobre emprendimiento a través de las redes sociales o lo invitan a una charla.

El negocio lo empezó recién graduado del Colegio San Francisco de Asís para ayudar a sus papás Gabriel (fallecido) y Constanza.

Con todo el esfuerzo ingresó a la universidad a estudiar Administración de Empresas y luego se pasó a Ingeniería Industrial, carrera que tuvo que abandonar por razones económicas.

Para este bogotano de corazón costeño, que lleva 15 años de residencia en Barranquilla, lo importante era no desfallecer, de tal manera que además de distribuir sus empanadas y productos horneados en la Sociedad Portuaria, empezó a tocar las puertas de colegios.

La primera que se abrió fue la del Marymount. A partir de allí creció la demanda, porque al año y medio ya tenía de clientes a 10 instituciones educativas.

Esta imagen de sus comienzos la exhibe con orgullo.

Cuenta que ya la casa familiar de Villa Carolina no era suficiente porque para esa época había comprado un horno y una freidora, por lo que tuvo que buscar un local cercano en el que consolidó la panadería La Garosa que hoy, a sus 23 años, lo convierte en uno de los más exitosos del sector en Barranquilla.

A Alejandro le encanta compartir su experiencia de vida. Por eso en su cuenta de Instagram (@la_garosa) publica las fotos de sus comienzos. En una de ellas, cuando arrancó con la elaboración de panes, aparece con un letrero: “Ya hay pan fresco, casa 6”.

Señala además que sus primeros pasos los dio buscando en internet. Allí aprendió las bases de los panes para hamburguesas porque un amigo le encargó el primer pedido.

En el 2020, La Garosa logró afianzarse con apoyo de la Secretaría Distrital de Desarrollo Económico a través el programa ‘Quilla Innova’, lo que les permitió recibir formación para el desarrollo de modelos de negocio sostenibles y el fortalecimiento de habilidades blandas y capacidades organizacionales.

Alejandro con sus dos apoyos fieles. Su mamá Constanza, y su papá Gabriel (fallecido el año pasado).

Hoy cuenta con sucursales en Villa Carolina, Soledad y Bogotá, en las que genera 55 empleos.

Tiene toda una línea de productos de panes saludables elaborados en masa madre, artesanales, multicereal, arándanos y almendras, maduro con queso, pan de jamón, entre muchos otros, pero confiesa que, sin duda alguna, el famoso buqueso es el rey de toda su oferta.

“Lo rellenamos de queso, arequipe, Nutella, bocadillo y ranchero. Es nuestro producto estrella, todos lo piden”, asegura con enorme orgullo.

Como buen nativo digital, Alejandro o ‘el Garoso’ como lo llaman sus amigos y clientes, envía de cortesía su línea de productos a famosos como el goleador Teo Gutiérrez, el cantautor vallenato Rafa Pérez, la presentadora y empresaria Carolina Cruz, entre otros, quienes han aparecido en videos saboreando buquesos, arepas de huevo, arepas fitness y carimañolas, entre otros.

Reconoce además que el bloguero Tulio Zuluaga (el famoso Tulio Recomienda) fue parte fundamental en el despegue de su negocio cuando en 2018 se inscribió en Burger Master. En una semana logró vender 3.000 panes, lo que lo animó a salir adelante. Al año siguiente, logró colocar 55.000 panes. Un éxito arrollador.

“Más que una panadería, somos una historia de inspiración”, repite, al recordar que en La Garosa tiene marcado como esencia el valor de la familia.

«Más que una panadería, somos una historia de inspiración».

Gabriel Alejandro Rodríguez Sandoval

Aquí recuerda a sus padres que fueron y han sido piezas fundamentales en todo el proceso en el que se necesitan ingredientes como disciplina, paciencia, fe, honestidad, hacer las cosas bien, tener visión, perseverancia, no pasar por encima de nadie para crecer y, sobre todo, poner a Dios primero.

“Más que una panadería, somos una historia de inspiración”, asegura una vez más.

Una ejemplar historia “horneada” con dos ingredientes fundamentales: el amor y la unión familiar.

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