Elianis Garrido con un diseño de la también barranquillera Carmen Belissa (@modacarmenbelissa).
La barranquillera habla de su vida antes y después del reality que la dio a conocer y de sus facetas como actriz, presentadora y ahora empresaria de una línea de productos de belleza, salud y bienestar, y de su propia marca de vestidos de baño.
FOTOS: José Veira @joseveiraphoto
PRODUCCIÓN Y ESTILISMO: @amauryechenique @lamadona
MAQUILLAJE: @andresmakeup07
LOCACIÓN: @becaracolombia
“Tener siempre presente de dónde venimos, los pasos que hemos dado, para no perdernos, para no quedarnos en la tristeza cuando algo no salga como esperamos. Ser siempre agradecidos porque todo lo que hemos vivido nos ha forjado, hoy es el día que soñábamos ayer…”
Así comienza el texto con el que la bailarina, actriz, presentadora y empresaria barranquillera Elianis Garrido Zapata acompaña una vieja fotografía publicada el 20 de julio del año pasado en su Instagram. Allí explica que se encontró la foto –en la que aparece ella sentada en el piso dándole el desayuno a su hermanita– y le dio mucha nostalgia. “Esa casita era nuestra casa en el Barrio El Ferry hace más de 20 años. No teníamos ventanas, ni Tv en esa época, pero si una familia numerosa que se ama y se cuida mucho entre sí ”, añade.
Este mensaje sirve para acercarnos a la vida de la joven que, sobreponiéndose a una realidad adversa, a sus 33 años está haciendo realidad sus sueños. La misma que se hizo célebre en su momento no por su talento actoral, como ella quería, sino por una pelea con un compañero de reality; la que luego comenzó a descollar en la pantalla chica por personajes interesantes como el de Marina Soler en Las hermanitas Calle (2015) o el de Dayana Muriel, ‘La demonia’, en Sin senos sí hay paraíso (2017), entre otros; la misma que no oculta su amor por su mamá, Luz Zapata, y por su abuelita Blanca; la que hizo parte de la comparsa Africa Mía, la cumbiamba El Gallo Giro y llegó a ser Reina de la 44 en el Carnaval, y la que anda felizmente ennoviada con el cantante y actor Andy Caicedo, exvocalista de Guayacán.
La misma “Garridito”, como ella misma se llama, que acaba de incursionar en el mundo de las marcas propias de una variedad de productos para la salud, la nutrición y la belleza. Apartes de la conversación que MiREDVista sostuvo con ella:
¿La actuación siempre fue una opción?
Sí, siempre fue mi primera opción, desde niña. Pero cuando vienes de un barrio como El Ferry, donde viví hasta los 8 años; luego te mudas para La Central, en Soledad, donde vives hasta la adolescencia, y después te pasas para una pensión cerca de la universidad, no es un asunto factible.
Y terminaste siendo abogada…
Yo quería estudiar Comunicación Social, pero era costosa la carrera; por eso me matriculé en Derecho, que era un poco más económica. Mi mamá, que es una actriz frustrada y que sabía que a mí me gustaba mucho la actuación pero que no había cómo estudiarlo ni cómo dedicarme a eso –imagínate, de eso hace 15 años–, me dijo que estudiara una carrera seria, como Derecho o Trabajo Social, y yo me fui por lo primero, que me terminó gustando. Me gradué en 2009, en la Universidad Autónoma del Caribe. Alcancé a trabajar un par de años en la Fiscalía y quise especializarme en Derecho de autor y propiedad intelectual, pero lo dejé por la televisión.
¿Cómo llegas entonces a la convocatoria de ‘Protagonistas de Nuestra Tele’ en 2012?
Fui con una amiga sin mucha expectativa, porque dije: eso es una rosca, pero de todos modos ensayé un monólogo que mi mamá me hizo y a la gente que estaba al frente de la escogencia le gustó, aunque realmente creo que lo que más les gustó fue la entrevista, porque a la larga ellos lo que estaban buscando eran historias de vida. Yo no creo en la suerte, creo en las ‘diosidencias’ y ese día eso fue lo que hubo. Así llegué
¿Qué tantas puertas abre un reality?
Siempre estaré agradecida con la oportunidad de haber podido llegar a ‘Protagonistas’, porque sí ayuda a que te conozcan. Pero una cosa es que se te abran puertas, y otra que queden abiertas. La verdad, cuando sales no es no fácil. A uno no lo quieren ni recibir porque no te ven como a un artista serio, sino que piensan que eres un ‘showcero’ y ese rótulo en la frente es costoso. Entrar a un reality no te augura éxito, sino exposición. Yo lo comparo con una especie de ruleta rusa, porque no sabes si vas a gustar o no.
Pero entonces no resultó como esperabas…
A mí sí me dio una gran oportunidad porque el formato fue muy exitoso ese año, pero no es que se me hayan abierto puertas; las puertas me las abrí yo: como instructora de aeróbicos, dictando clases de danza, trabajando en protocolo, presentando eventos privados, modelado para catálogos de ropa, estudiando teatro, hice de todo. No fue fácil, pero la luché. Mi mánager José Rivera me ayudó a consiguió un papel en Tu Voz Stereo (2015); después vinieron otros pequeños (Mujeres al límite, Sala de Urgencias, Hermanitas Calle…) que sirvieron para que la gente se aprendiera mi nombre. Es que algunos creen que llegar a la televisión es la meta, pero no, la meta es mantenerse.
Pero a la par con la actuación está tu faceta como presentadora. ¿Cómo ha sido tu experiencia en Lo sé todo?
Al Canal Uno llegué porque me llamaron no para un casting, sino para una entrevista, y les gustó. Ya yo había presentado durante cinco meses Amarillo, azul y rojo en RCN (2016) y había presentado la sección de aeróbicos en Muy buenos días, pero nada como llevar el hilo conductor en un programa de entretenimiento. Me contrataron por tres meses y ya llevo tres años y la verdad es que estoy feliz, porque el formato es entretenido, es en vivo, dos horas y me permite llegar a gente de todas las edades, pero en especial a las amas de casa. Ha sido una gran oportunidad.
Danza, actuación, modelaje, presentación… ¿con qué te quedas?
Actuar es el sueño de mi vida; bailar es mi gran pasión; el modelaje ha sido una herramienta para ganar dinero, y la presentación es un descubrimiento maravilloso.
Bueno, y ahora incursionas de lleno en el mundo empresarial y en las ventas. ¿Cómo llegas a esto?
Yo soy comerciante desde niña. En el colegio vendía dulces; en la universidad, Ebel, Avon, Yanbal, mochilas, zapatos, carteras… En el pasado, invertí en un restaurante de comida costeña, y nada; hice una sociedad para montar una peluquería, y nada; en un negocio de accesorios, tampoco. Pero tenía la ilusión de tener algún día una línea de productos que me representaran, que tuvieran mi sello. Y decidí invertir en la creación de mi propia línea de salud, belleza y bienestar, con el apoyo de un buen laboratorio que creó una fórmula exclusiva que cuenta con el debido registro del Invima. Así surgió mi marca, Gazap (Garrido Zapata), con la que hemos desarrollado 5 geles reductores fríos y calientes, una faja de neopreno, colágeno hidrolizado, té verde con guaraná, moringa con jengibre y la fibra prebiótica, estos últimos con el aval de Minsalud. Pero llegó la pandemia y eso nos frenó al comienzo, sin embargo sacamos el gel y ha sido un boom y además estamos exportando el té y la moringa a varios países. Tenía oficina y bodega en mi casa, pero hoy ya tengo 16 mayoristas y sigo en expansión. Necesitaba un sitio para atender al público y a mis distribuidores por eso en próximos días abro mi sede acá en Bogotá.
Y te vemos promocionando vestidos de baño…
Sí, desde diciembre empecé con Gazap Beachwear, mi línea de vestido de baño teniendo a mi cuñada, Nina Caicedo, como social. ¡El bebé se me creció! Sueño que cuando este bebé camine solo poder tener local en Barranquilla; hoy tengo tres distribuidores, pero me encantaría, por ejemplo, tener un punto físico en el Centro. Es que la salud y el bienestar son una necesidad, tenemos que empezar a cuidarnos porque todo pasa factura.