Las arrugas que aparecen en la cara no son las únicas que preocupan a todos, especialmente a las mujeres. Las que salen en el cuello, parte del cuerpo que la mayoría de las veces descuidamos porque no la hidratamos lo suficiente, son debido a la falta de colágeno que va desapareciendo con el paso de los años.

Ahí, junto con las manos es donde más se nota la edad, por muchos procedimientos estéticos que uno se haga. Esos surcos y pliegues salen regularmente de manera circular por ser una zona de flexión y porque la piel es muy fina y seca.

Según profesionales de la estética, las arrugas en el cuello empiezan a verse a los 25 años en las mujeres. En cambio, en los hombres aparecen alrededor de los 30 años. Eso sí, todo depende siempre de la calidad de la piel, genética, el entorno en el que nos movemos y sobre todo de los cuidados que le demos a esta zona.

Para las mujeres es un dolor de cabeza usar escotes o lucir un buen traje de baño porque ve difícil ocultar las arrugas del cuello.

Las que son más pequeñas y delgadas aparecen como consecuencia del daño de las estructuras más superficiales de la piel, lo que suele estar relacionado con el exceso de exposición solar o el hábito de fumar.

Las más gruesas están relacionadas con una bajada de peso o con la pérdida de elasticidad como resultado de la edad.

Además que existen productos especiales para hidratar para fortalecer el cuello te comentamos que una receta casera es utilizar la sábila que es un humectante natural. Primero se extrae el gel de la hoja de sábila, aplica directamente sobre la piel de tu cuello y deja secar durante 30 minutos y enjuaga con agua tibia.

Estos ejercicios a continuación, también pueden ser de mucha utilidad.

a) Sin mover los hombros tratar de mover la cabeza de derecha a izquierda tratando de colocar cada oreja en cada hombro. Esos movimientos hacerlos 10 veces.

b) Sin mover los hombros echar hacia adelante la cabeza lo que más pueda.

c) Mueve las comisuras de los labios hacia ambos lados de tu cara-

d) Saca tu lengua durante 60 segundos, así trabajarás la piel debajo de la mandíbula.

e) Eleva la mandíbula hacia el techo. Estírala lo más lejos posible.

f) Eleva la mandíbula hacia arriba y empuja con la lengua la parte superior de tu boca y traga.