Ella es Geraldine Quiroz Bermúdez, de 22 años y 1.73 de estatura que representará al departamento del Atlántico en el Concurso Nacional de Belleza en noviembre.
La nueva soberana de la belleza, que se traslada en bus, trota por las calles de su barrio San Luis y el concurso de Cartagena solo lo ha visto por Tv, afirma que con ella el Departamento hará historia por ser la primera candidata de color que envía el Atlántico y la primera reina popular que va por la corona de Señorita Colombia.
Geraldine Quiroz Bermúdez nació hace 22 años bajo el signo Tauro con el cual se identifica porque dice que a veces es algo terca, pero muy realista y todo lo que se propone lo logra, así sea con esfuerzo.
Tal como se define ella, para la muestra un botón. Desde niña le llamaron la atención los reinados y soñaba con verse algún día en Cartagena cuando veía por televisión los certámenes de belleza. Como ama el Carnaval y también le gustaba la danza, entonces ingresó a los elencos de las comparsas Simplemente mapalé y Caribe en Carnaval, porque ahí“veía que era una buena oportunidad para darme a conocer”.
Además de su talento para el baile y su natural belleza escuchó lo que todos les decían, que participara en el Reina de Reinas del Carnaval. En 2019 y con 1.73 de estatura, logró el título entre 43 candidatas de los barrios de Barranquilla.
Haber obtenido esa corona fue para ella “subir un peldaño para llegar a ser reina de belleza del Atlántico, y me falta otro: convertirme en Señorita Colombia”.
“Lo que nunca me imaginé, fue que entre el jurado que escogía a la Reina Popular había personas que pusieran sus ojos en mí y luego me ayudarían para que fuera Señorita Atlántico. Por eso he pensado que el tiempo de Dios es perfecto, y al que le van a dar le guardan”, dice.
ORGULLOSA DE SU COLOR
“Soy una mujer orgullosa de sus raíces, si a mí me nombraron Señorita Atlántico es por mi piel morena. Me siento exótica, llamativa y eso me va ayudar a resaltar. En el Atlántico estamos haciendo historia: porque por primera vez una Reina Popular del Carnaval de Barranquilla ocupa el trono de la más bella del Departamento, y porque por primera vez una afrodescendiente representará al Atlántico en el Concurso Nacional de Belleza. Estoy segura que no voy a pasar desapercibida en Cartagena. Es que en la humanidad no debe haber diferencias. Todos somos iguales de donde vengamos. No importa lo económico y nuestro color de piel. Solo importa lo que somos cada uno y lo que transmitimos. Eso es lo que me va a ayudar y a destacarme”, dice Gerladine para luego agregar: “Mi arma para conseguir la corona es ser yo misma, mostrarme tal cual como somos los atlanticenses, alegres y espontáneos. Esa es mi filosofía”.
El hecho de que ostente el título de la más bella del Atlántico no ha cambiado en nada la personalidad de esta estudiante de ingeniería electrónica que habla con humildad. Sigue transportándose en bus, trota por las calles de su barrio San Luis, situado el Suroccidente de Barranquilla, para mantenerse en forma, y le encanta meterse a la cocina para experimentar platos con la ayuda del internet. Aspira tener vivienda propia “para tener ingresos con el alquiler”, pues en la que habita es una casa familiar.
Como sus estudios ha tenido que suspenderlos para dedicarse de tiempo completo a su preparación del reinado, Geraldine ya no le toca, por ahora, caminar cuadras enteras, que hacía desde las 5 de la mañana, para tomar el bus que la llevaba a la universidad.
SOLIDARIDAD EN EL VECINDARIO
Recuerda que como la veían bailando tan bien en las comparsas, cuando apenas tenía 14 años, ya los vecinos le decían que vez que pasaba la esbelta morena caminando por las calles: “!esa va a ser la reina de San Luis”.
“Hace algunas semanas se vinieron a enterar de mi nuevo nombramiento por las redes sociales, porque todos los vecinos tenemos un grupo por Facebook. ¡Fue alboroto total! Enseguida me escribieron emocionados mensajes halagadores y cada vez que salgo me toman fotos. Muchos me han preguntado si voy hacer una fiesta, porque todos coinciden que esto hay que celebrarlo”, apunta con una carcajada.
“Muchas personas se están uniendo a la causa, a este sueño. Me han ofrecido su apoyo económico. Como por mi casa hay almacenes y restaurantes los dueños me preguntan en qué me pueden colaborar. La verdad, los vecinos se han sentido muy comprometidos”.
Geraldine también piensa en su futuro. Dice que aspira tener su propio emprendimiento apenas termine la carrera. “quiero explorar otros campos. Con el color de mi piel paso mucho trabajo, porque cuando compro bases tengo que combinarlas muy bien para poder llegar a un tono natural. Quiero de pronto tener mi propia empresa sobre cosmética, pero también tengo uno social. Es enfocarme un poco en la robótica, particularmente en la biónica, para poder ayudar a las personas que han perdido una de sus piernas. Sería con prótesis inteligentes para que les permita realizar su labor diaria. Porque la idea de la ingeniería es buscar soluciones”.