Alerta máxima en la Costa este fin de semana por el paso de la peor tormenta en los últimos 50 años.

No ha sido una muy buena semana para las vías respiratorias de los barranquilleros.

Porque además de la pandemia del Covid, que hace obligatorio el uso de tapabocas para protegerse del mortal virus, hemos tenido que soportar el asfixiante humo por las quemas en isla Salamanca.

Este quizás es el más extenso incendio de los últimos años, que la noche del viernes aún seguía tratando de controlar los Bomberos de Sitionuevo, en el departamento del Magdalena.

Pero como si esto fuera poco para nuestros pobres pulmones, las autoridades ambientales han alertado por la presencia del Polvo del Sahara, la peor tormenta de polvo de los últimos 50 años procedente del gigante desierto africano.

El fenómeno empezó a expandirse esta semana por la Costa Caribe colombiana, donde hay máxima alerta sobre todo en este fin de semana. , Especialmente Cartagena, San Andrés y La Guajira.

Eso explica el color brumoso del cielo que desde hace dos días se observa en Barranquilla, por efectos de la enorme masa que ha recorrido 7.000 kilómetros por el Océano Atlántico, incluido México, Puerto Rico, Costa Rica, Cuba y Venezuela.

El Centro de Investigaciones Oceanográficas e Hidrográficas del Caribe (CIOH) de la Dirección General Marítima (Dimar), advirtió sobre la presencia de la capa de aire seco con grandes cantidades de polvo que ya azota la capital de Bolívar.

“El polvo, proveniente del desierto del Sahara, y formado por los vientos alisios, sigue generando fuertes temperaturas 30°C y hasta 33°C en Cartagena y el Caribe colombiano, provocando una ola de calor que se prevé irá hasta septiembre”, pronosticó el CIOH.

A su paso por Cuba los efectos fueron similares. Por ejemplo, en la provincia de Guantánamo hubo temperaturas de hasta 37,4 grados, algo atípico para esta época del año.

Esta capa de aire seco que es fluctuante, afecta adicionalmente la visibilidad y el color del cielo, lo que explica que del azul tropical haya cambiado a una bruma de color marrón grisáceo que además reduce la visibilidad.

Segundo Carlos Sarasty, oceanógrafo del CIOH Caribe, expuso que durante el amanecer y el ocaso, es posible que el cielo presente tonalidades naranjas o rojas, producto de lo que se conoce en física como Dispersión de Mie.

“El fenómeno consiste en el choque de la luz del Sol con partículas de mayor tamaño al de dicho haz de luz (En este caso el polvo sahariano), lo que hace que se dispersen más fácil los colores anteriormente mencionados”, expuso.

En La Guajira la empresa Cerrejón redujo sus operaciones en la Mina y Puerto Bolívar, ante la nube de Polvo del Sahara.

Pero, ¿qué efectos podría representar para la salud?

La nube de polvo puede traer pesticidas que recoge a su paso por las zonas deforestadas del Norte de África, región que desde hace décadas está descertificada por la reducción de sus bosques debido al uso indiscriminado de estos contaminantes.

Es por esto que la Organización Mundial de la Salud ha advertido que personas con historial de enfermedades respiratorias y con sistema inmunológico, son las más propensas a enfermarse por la aspiración de los agentes infecciosos que arrastra la masa, al igual que las alergias y la crisis de asma.

Este fenómeno podría repercutir en un incremento en los casos de gripa que llegaría a ser persistente “sin una causa aparente”.
Otro grupo susceptible son embarazadas, niños y adultos mayores, quienes deben hacer uso del tapabocas no solo para evitar el contagio del coronavirus sino para protegerse de la contaminación del aire.
También hay que estar atentos a señales como ardor en los ojos, broncoespasmos y otras dificultades respiratorios.

“Estos síntomas deben ser observados por un médico, pues este año la llegada del Polvo del Sahara coincide con los picos más altos de la pandemia por coronavirus en los países afectados, por lo que podría confundirse con coronavirus”, dice la OMS.