Los consejos de la tía / 27 de agosto de 2022

¿Le gustan las carnes rojas, beber mucha agua y hacer ejercicios? ¡Cuídese de los excesos!

Rosario Borrero

Hasta el amor en exceso puede llegar a volverse un sentimiento tóxico. Ni qué decir de otros tópicos que en principio son buenos y que los expertos recomiendan para una vida sana y para estar en forma, pero en los que aplica lo que decían las abuelas: ni tanto que queme al santo… ni tan poco que no lo alumbre.

Nadie discute lo necesario que es el consumo de proteínas como las carnes rojas (res, cerdo, búfalo, etc.) y lo que aporta para los huesos, los músculos y la piel; lo vital que es hidratar adecuadamente nuestro organismo, o los aportes de la actividad física para nuestro bienestar general. Pero sobrepasar los límites en cualquiera de los tres casos tiene consecuencias, y en esta edición MiREDVista te cuenta cuáles son:

Comer carne roja

Un estudio de la Escuela Harvard TH Chan de Salud Pública publicado en 2020 reveló que un mayor consumo de carne roja, especialmente la procesada, se asocia conun mayor riesgo de diabetes tipo 2, enfermedad cardiovascular, ciertos tipos de cáncer, incluidos los de colon y recto, y muerte prematura.

Se trata del primer estudio longitudinal que examina cómo los cambios en el consumo de carne roja a lo largo del tiempo pueden influir en el riesgo de muerte prematura, y para ello examinó los datos de salud de 53.553 mujeres y 27.916 hombres.

Estos resultados corroboran las prevenciones médicas por el efecto nocivo de comer carnes rojas en demasía, pero es importante tener en cuenta que factores como la edad, la actividad física, la genética y el índice de masa corporal influyen en los posibles efectos nocivos de la carne roja y en la salud, tales como:

  • Cáncer de colon, debido a las sustancias cancerígenas desprendidas de la cocción de la carne y a los conservadores.
  • Enfermedades cardiovasculares. La carnitina, sustancia contenida en la carne roja, estimula la producción de un compuesto bioquímico que facilita el acceso del colesterol en el torrente sanguíneo, obstruye su desecho y favorece la predisposición de cardiopatías.
  • Diabetes. Uno de los factores de riesgos de la diabetes mellitus está asociado con el consumo de carne roja y embutidos.
  • Colesterol. Una de las fuentes del llamado colesterol ‘malo’ en la sangre proviene de las grasas saturadas de la carne roja. Ésta contribuye a la formación de placas en las arterias que puede derivar en ateroesclerosis  y en un infarto agudo al miocardio.
  • Afecta la memoria. Un estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, explica que al cocinar la carne a alta temperatura se liberan químicos, posiblemente la  acumulación de la proteína beta amiloide en el cerebro, que causa el deterioro de algunas funciones cerebrales.

Beber agua

Hidratarse suficientemente es clave para el funcionamiento correcto del organismo, porque cada célula de nuestro cuerpo necesita líquido para realizar su trabajo, pero hacerlo en exceso puede tener efectos dañinos, incluso muy graves, si no se detecta y se trata el problema.

No hay un dato matemático para determinar la dosis de agua que necesitamos, pero por regla general, si no se tiene ninguna dolencia específica, la propia sed es una buena guía. Eso sí, tenga en cuenta factores internos como la edad, el sexo, la propia constitución y el peso, y externos como el clima de la zona donde se vive, la actividad cotidiana o el estado de salud de cada cual. Algunos efectos nocivos de beber demasiada agua son:

  • Hiponatremia: Es lo más grave que puede suceder por exceso de líquidos. Se debe a que la sal y los electrolitos de nuestro organismo quedan demasiado diluidos, con niveles por debajo de lo conveniente. Si desciende el sodio por exceso de agua, esta provoca que las células se hinchen. Y esto es especialmente peligroso cuando llega al cerebro porque puede dar lugar a un edema, que afecta al tronco encefálico, y causa una disfunción del sistema nervioso central. Si este descenso del sodio se produce de forma súbita, puede resultar fatal. Se trata de un caso poco común, pero que está entre las posibilidades, explica el médico deportólogo César Gómez, de Bogotá.
  • La hiperhidratación se puede deber a varios factores. Uno de ellos es beber tanta agua, y/o otros líquidos que los riñones no son capaces de evacuarla a través de la orina y acaba pasando al riego sanguíneo. La segunda condición es que se produzca una retención de líquidos exagerada, normalmente provocada por alguna enfermedad. La hiperhidratación causa un desequilibrio entre el agua y el sodio en la sangre y diluye más de lo conveniente otras sustancias básicas para el correcto funcionamiento del organismo.

Hacer ejercicios

Muchas de las consultas médica que hacemos habitualmente terminan con la recomendación, por parte del profesional, de hacer algún tipo de actividad física. En efecto, hacer ejercicio es sinónimo de salud y bienestar, siempre y cuando se haga de forma moderada (a menos que se trate de un deportista de alto rendimiento), según las condiciones físicas de cada persona y acorde a las recomendaciones del galeno.

Sin embargo, hacer ejercicio puede llegar a ser perjudicial cuando se realiza en exceso, aseguran los expertos. El deportólogo César Gómez advierte que hacer ejercicios sin la alimentación, la hidratación y el debido descanso nos lleva al sobreentrenamiento, que nos pone en riesgo de sufrir afectaciones como:

  • Dolores musculares.
  • Aumento de lesiones e incluso lesiones crónicas.
  • Alteración de la frecuencia cardiaca en reposo.
  • Alteración de la frecuencia respiratoria.
  • Bajada de defensas.
  • Insomnio.
  • Tendinitis
  • Roturas musculares
  • Desgaste articular

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