La historia cuenta que Baljenac, en Croacia, fu construida entre los siglos XVI y XVII.

Tiene una superficie de apenas 0,14 kilómetros cuadrados, una longitud de 1.431 metros, y está situada en el archipiélago de Sibenik, en Croacia.

Es Baljenac, una de las 249 islas de la costa dálmata, en la zona sur del país europeo, y tiene la particularidad que desde el aire es una réplica de una huella dactilar humana.

La historia cuenta que sus inicios se remontan entre los siglos XVI y XVII, y que esta isla se asentaron los cristianos que levantaron una fortaleza “piedra a  piedra”, como las joyas del patrimonio que tiene Cartagena, para defenderse durante la conquista otomana.

Y hacia el siglo XIX, los nativos de Kaprije, una isla vecina, empezaron a cultivar en  Baljenac, y a construir hileras de muros para que el viento no afectara sus cultivos, una técnica en la agricultura muy propia de países europeos del norte con climas frío como Inglaterra o Irlanda.

El clima de esta isla de piedra, como también la llaman, es templado, su vegetación es espesa y está rodeada por el mar Adriático

Poco a poco se iba formando la “huella dactilar”  en este pueblo medieval deshabitado que está en la lista de candidatos para ser declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por parte de la Unesco.

Fue así como a lo largo de muchos años, al menos 300 agricultores formaron una hilera de pasillos de unos 23 kilómetros de longitud, que es un verdadero atractivo para los turistas que anualmente la visitan.

A propósito de la visita de curiosos, las autoridades de Croacia han llamado la atención porque algunos de estos muros han empezado a deteriorarse porque algunos de los viajeros que logran adentrarse en la isla, han causado afectaciones a la estructura, por lo que la declaratoria de patrimonio será clave para su conservación. Efectos que se han sentido aún más desde que esta pequeña isla se volvió viral en las redes sociales.

El diario El Mundo de España destaca que el Gobierno de Croacia a través de su Oficina de Turismo ofrece paseos en barco para que puedan apreciar a Baljenac en donde no se puede atracar no están construidos los muelles.

Pero si el turista lo prefiere podria adquirir un tiquete para sobrevolar Baljenac. Todo sea por lograr una selfie desde el aire o un barco, con tal de no seguir afectando este valioso patrimonio de la humanidad que pronto quedará oficializado como tal.