Pilar Castaño
Columnista / 1 de agosto de 2020

Vístete de Colombia

Aunque existen muchos escépticos, todos dependemos de alguna manera de la industria de la moda. Cada mañana, al elegir el zapato, la camisa o el pantalón para salir a enfrentar el mundo exterior, todos hacemos una ceremonia con nuestra decisión personal. Al adquirir una prenda, nos identificamos con ella.

Lo ideal sería entender que llevar con orgullo la marquilla “Hecha en Colombia˝ es fortalecer la economía nacional.

La industria de la moda es un compromiso al que los diseñadores le deben apostar. Una puerta de entrada a un mundo mejor.

Vestirse de Colombia es una actitud propuesta por varios diseñadores, liderada por la necesidad de fortalecer la industria de la Moda y del oficio.

Vestirse de Colombia es llevar las manos de nuestra gente en cada pieza. Significa la pasión de una industria que une familias y regiones para trabajar por el futuro de todo un país. Es llevar con orgullo lo que nos hace únicos. Es tener las miradas del mundo sobre nosotros. Es coherencia y responsabilidad.

Vestirse de Colombia es ser parte de la historia de la moda nacional que influencia el diseño mundial desde el talento local. Por eso, cuando te vistes de Colombia, haces que una nueva parte de esta historia esté a punto de empezar.

Es un reconocimiento a la evolución del talento colombiano, a un camino recorrido con creces.

La imagen del país, sus colores patrios, los sentimos en el corazón cuando seguimos a nuestros escarabajos pedaleando empinadas montañas alrededor del mundo. O cuando nuestra Selección Colombia se uniforma con nuestros colores y lo mismo nos enorgullece cantar a grito herido nuestros vallenatos o baladas románticas de nuestros talentos musicales. Al saborear un plato típico y brindar con un trago nacional o calentarnos con un delicioso café cultivado en nuestras sierras o eje cafetero.

El apoyo a la Moda Colombiana, en todos sus diversos sectores, es la mejor decisión que podemos tomar para fortalecer la industria y verla crecer unida.

Detrás de cada artesanía está la memoria de las manos de un artesano, su familia y su región. El origen, las raíces, la historia, es lo que la moda rescata fundiendo la tradición ancestral con el diseño contemporáneo. Es revivir las técnicas tradicionales con la moda actual.

Con la moda y sus artífices el país muestra su imagen, se viste para trascender fronteras llevando muy en alto con el nombre de Colombia. La industria se ve fortalecida cuando se logra mostrar una colección coherente, incluyente, sostenible y, además, con ella dinamizar la economía circular que tanto se necesita para generar impacto en estos momentos inciertos para la industria cuando se siente la falta de compradores.

Por eso, vestirse con la marquilla colombiana es apoyar una iniciativa de unión de todos y para todos. Los diseñadores, las marcas reconocidas, grandes y pequeñas, han crecido con la industria, han vivido momentos grandes y también de mucha incertidumbre, como el actual.

Es el momento de sentir lo hecho en Colombia con orgullo y dignidad. De entender la importancia de la procedencia. De una moda ética y justa, elaborada por colombianas madres cabezas de familia y colombianos de distintas regiones y comunidades, desde pequeños y apartados lugares del territorio nacional hasta fábricas industrializadas que generan un tejido social importante.

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