Vida Cultural / 14 de enero de 2023

“La crónica roja es la mejor escuela narrativa”

Rosario Borrero

El periodista barranquillero Juan Alejandro Tapia presenta su primera novela, Amarillo sangre, un homenaje a sus comienzos en la profesión.

Juan Alejandro Tapia muestra la portada de su ópera prima.

Cuatro años le tomó al periodista barranquillero Juan Alejandro Tapia escribir Amarillo sangre, su ópera prima en el mundo de la novela. El primer borrador estuvo en un año, y los otros tres los dedicó a corregirlo, muestra de una obsesión por el detalle que ha sido su sello durante más de dos décadas en el periodismo.

Joaquín Higuera, el protagonista, es un reportero veterano de crónica roja que intenta unir las piezas para esclarecer un homicidio mientras hace una reflexión descarnada de su trabajo y su vida. La acción transcurre en una Barranquilla turbulenta que emerge ante los ojos del periodista como una desconocida.

Una temática en la que Tapia se mueve como pez en el agua ya que cubrió la crónica roja para El Heraldo durante diez años y fue editor del diario de impacto Q’hubo. «Lo frecuente es que primero llegue la historia y después el título, pero yo supe desde mis comienzos en el periodismo que un día iba a escribir una novela y que esa novela llevaría por título Amarillo sangre. Soy lo que soy gracias a la crónica roja, y estoy convencido de que es la mejor escuela narrativa», dice el escritor de 47 años.

Amarillo sangre se vale del género policiaco para mostrar una cara poco conocida del periodismo, la del reportero cargaladrillos de un diario de impacto o amarillista. «Por lo general el proceso es a la inversa: utilizar el periodismo como excusa para abordar un crimen. Acá el asesinato de un antiguo jefe de Hacienda de Barranquilla es el pretexto para analizar la profesión desde lo más bajo. Es una novela que descubre al periodista en su condición más íntima y humana, con sus miserias, prejuicios, rivalidades, pero, también, con su dedicación, malicia, capacidad de análisis y, ante todo, deseo de servir. Más que una historia central hay un hilo conductor a lo largo de los cuatro capítulos del cual se prenden, como enredaderas, las historias de los personajes, que terminan por ser lo más importante», explica el autor.

Tapia, con 25 años de trayectoria en los más importantes medios del país, estudió Comunicación Social en la Universidad Autónoma del Caribe y durante su ejercicio profesional ha sido jefe de Información del diario El Heraldo, director de noticias de Blu Radio en la capital del Atlántico y editor general de los periódicos ADN (El Tiempo) y Q’hubo (El Universal) en su ciudad natal. Doce años en el cubrimiento de casos judiciales le valieron convertirse en una de las plumas con más renombre en el periodismo costeño.

La obra muestra las complejas relaciones entre jefes y subalternos en los medios de comunicación, con personajes que esconden sus verdaderas motivaciones y a los que cada tanto salpica la tragedia de un país como Colombia.

«Soy lo que soy gracias a la crónica roja, y estoy convencido de que es la mejor escuela narrativa’.

JUAN ALEJANDRO TAPIA

Barranquilla, según la reseña del libro que este mes sale al mercado bajo el sello de Ita Editorial, es un personaje con vida propia dentro de la novela, más que un simple telón de fondo. Una ciudad en la que «todos llevan una máscara y no precisamente de Carnaval», se lee en la solapa.

LA CRÍTICA
Para el crítico literario Sebastián Martínez, el protagonista de la novela, Joaquín Higuera, revela en su proceso de investigación «los hilos que hay en el oficio del periodismo. Nos muestra de una forma pictórica —muy visible al ojo de quien desconoce este mundo— cuáles son los cableados que conectan el exterior con el artículo periodístico.

«Dicho cableado está enredado. Policías amañados, directrices editoriales (también amañadas), competencias y «convenios” poco éticos entre los periodistas, exigencias estilísticas, el respiro en la nuca de la pauta publicitaria, políticos corruptos… Todo se vuelve un obstáculo o una vía para la escritura.

«Sin embargo, el entramado va mucho más allá. Juan Alejandro Tapia nos presenta al periodista como lo que es: un hombre. Un hombre con su biología y su psicología. Incluso, la primera escena del libro empieza situando al hombre en el lugar más íntimo (y quizá humano) de la casa: el baño. La desnudez que pretende describir el autor se refleja también en la psicología: leemos los procesos cognitivos del protagonista, leemos sus frustraciones, sus recuerdos (hábilmente incrustados en la línea temporal de la novela) y sus deseos».

El lanzamiento de la novela está programado para este sábado 14 de enero y ya puede conseguirse, tanto en su edición impresa como digital, en las plataformas de Ita Editorial, Barnes & Noble y Amazon.

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