Dolce vita / 11 de marzo de 2023

El profesor ‘youtuber’ que asombra a sus estudiantes

Ariel Márquez es el productor de sus propios contenidos.

Miguel Utria

Ariel Márquez, licenciado en biología y química, encontró en los avances tecnológicos la mejor manera de enseñar y motivar a otros docentes.

Que una persona hoy día se dedique a crear contenidos para redes sociales no es noticia, no tiene nada de novedoso, ni especial, pero que esos contenidos sean dirigidos por un profesor a sus estudiantes y a otros públicos, ese es otro nivel.

Ariel Márquez, un licenciado en biología y química que además es cantante e intérprete de varios instrumentos musicales, encontró en la modernidad de las redes y avances tecnológicos la mejor manera de llegar a sus alumnos y un medio para motivar a otros docentes a aplicar nuevos métodos de enseñanza.

El profesor vive en función de aprender, formar y enseñar tanto a alumnos como demás docentes.

Dice que todo inició cuando quiso apoyar a su hijo en la creación de temas interesantes estilo ‘youtuber’. Compró todos los aparatos necesarios y comenzó a informar, educar y ayudar, todo basado en la enseñanza e información, usando los sitios icónicos de la ciudad para las grabaciones.

Pero notó que su hijo, por ser un niño, no tenía mucha credibilidad, es entonces cuando él asume esa responsabilidad. «Yo me dije: si voy a hacer contenidos deben ser educativos y que le sirvan a la gente”.

Tras la llegada de seguidores y lo viral de muchos de sus videos siguió la combinación de las recomendaciones con lo que realiza en su práctica docente en las aulas de clases, de tal manera que sus contenidos sirvieran para llegar a sus alumnos, motivar a más docentes a realizar prácticas similares y ayudar a que su hijo crezca más en este estilo de desarrollo que decidió emprender.

Pero además, el profesor Ariel acude a niveles prácticos de sus clases con elementos tan sencillos y en sitios tan particulares que sumado a su esfuerzo, ahorra dinero al colegio para el que trabaja y le permite a sus educandos palpar la realidad de lo que se les enseña en teoría.

“Creo firmemente en la posibilidad de motivar la creatividad y el espíritu investigativo científico a través de la capacidad de asombro que uno va perdiendo a medida que va creciendo”, asegura el docente.

Lo anterior porque en la medida en que sus estudiantes comprueban la veracidad de lo que dicen las teorías sobre experimentos químicos y científicos, estos se maravillan y se motivan más por su clase y por investigar sobre el tema tratado en las clases.

La música es otra de sus pasiones. Además de cantare, toca varios instrumentos.

“Yo creo que hasta la misma escuela está perdiendo esa capacidad de asombrar al muchacho porque la tecnología, las redes sociales y las comunicaciones en general, traen tanta información, enmarcada en el entretenimiento y cargada de morbo, y ello captura tanto la atención del muchacho, que la escuela pasa a un segundo plano”, afirma el profesor Márquez.

Asegura que los docentes en general, tienen la capacidad de mostrarle a sus estudiantes el origen de las cosas, los avances que ha tenido la humanidad y lo que se ha retrocedido por la incapacidad del ser humano de vivir en armonía con la naturaleza, de vivir sin destruirla.

“Podemos hacer de ellos unos seres críticos y propositivos en torno a lo que se  les enseña, pero con pruebas científicas que les permitan, no solo entender, sino creer en eso que se les informa”.

Agrega que esa es la motivación para utilizar y explotar las redes sociales y la tecnología en su propuesta pedagógica, misma que ha recibido el respaldo de la institución en la que labora: Institución Educativa Antonia Santos. 

“No ha sido fácil, pero cuando se encuentra una institución, un rector y unos profesores dispuestos a apostarle a ello, las cosas salen, y eso ha sido el éxito de esta propuesta”.

Como químico le muestra a sus alumnos formas recursivas para que ellos aprendan.

Paralelo a ello, el profesor Ariel utiliza los elementos del entorno para mostrarles a los muchachos las maravillas de la ciencia que no les muestran las redes. Y en ese caso, no se les pide a los muchachos para un laboratorio de química, elementos que solo pueden encontrarse en tiendas especializadas o laboratorios existentes.

De hecho las pipetas, probetas, vasos, embudos y demás elementos de un laboratorio son reemplazados por botellas de refrescos, envases, paletas de helados, vasos de yogurt, etc. y el laboratorio donde se hacen las pruebas es reemplazado por la cancha de la escuela o la zona de recreación cuando esta no estén siendo utilizadas.

“Con cosas tan sencillas como esas, los muchachos pueden experimentar cómo se da una reacción química, y ellos lo pueden palpar, vivir. Y es muy lindo ver como algo que vieron en el papel o en un video, lo puedan hacer ellos mismos y asombrarse de lo que es la naturaleza. Eso es fomentar el aprendizaje significativo”.

Explica que para enseñarles a los alumnos el proceso y reacción de elementos básicos y ácidos, y los reactivos, los elementos sofisticados de un laboratorio son los reemplaza por cosas que hay en la casa, hace el ensayo y luego los muchachos lo realizan en clases.

“En ese sentido, elementos que solo se encuentran en laboratorios son reemplazados por jugo de limón, bicarbonato de sodio, blanqueador, gaseosa, etc. y al aplicar la fórmula científica se produce el mismo efecto”.

El proceso de enseñanza inicia con la teoría, las fórmulas, la solución de ecuaciones y la  proyección, a través de un canal virtual, de un simulador del experimento. Y dependiendo del grado de complejidad, se lleva a la práctica.

“Luego de esto el muchacho comprende más, se sorprenden, se asombran, gritan de la misma emoción cuando ven que los resultados se dieron tal como las vieron en el canal virtual. Los muchachos lanzan expresiones propias de su cotidianidad que te muestran a ti lo sorprendidos y maravillados que están con el resultado del experimento”.

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