Nuestra Gente / 28 de mayo de 2020

El gol de Berthica de Carbonell

En el set de “Fútbol solo Fútbol”, con sus compañeros Raúl Correa y Rodolfo Herrera.

Rosario Borrero

A la directora del programa Fútbol solo Fútbol, que se emite hace 25 años por Telecaribe, le enorgullece ser la primera mujer en nuestra región en conducir un espacio deportivo, y la primera que presidió el Carnaval de Barranquilla en 1990.

Berthica Benedetti de Carbonell habla sabroso. Más allá de que se compartan sus posturas u opiniones, conversar con ella es un deleite, sobre todo por su chispa, su locuacidad, su tono fuerte pero afectuoso y ese golpeadito que hace que algunos crean que ella es cartagenera –aunque es barranquillerísima— y que le pone sabor a la conversación.

La dama del fútbol en el estadio Metropolitano.

Sin proponérselo, fue esa cualidad la que hizo que se le abrieran las puertas de Telecaribe hace 25 años, cuando en un coctel la periodista Diana Calderón le dijo, delante de varios asistentes –entre ellos sus primos Miguel Vergara y María Elvira Cabello, dueños de la programadora Ingenios TV— que ella que hablaba tan rico debería hacer un programa de televisión.

El más entusiasmado en ese momento fue su esposo, Álvaro Carbonell, fallecido hace 15 años. En los 35 años que duraron casados fue su más amoroso alcahueta en cuanta cosa emprendió y ese día no fue la excepción: fue quien más la animó. “Pues entonces si me voy a arriesgar, que sea en los temas que yo domino, béisbol, fútbol o… política”, le respondió ella. Días después acordó con su primo que sería un programa deportivo.

Con Diego Armando Maradona, en una foto para el recuerdo.

De esta manera, cuando ya pisaba los 47 años, esta bachiller del Colegio Lourdes que desde muy niña descubrió en el deporte una de sus grandes pasiones, se atrevió a pisar un terreno que, hasta ese momento, era cosa de hombres. Desde enero de 1995, todos los martes en la noche se sienta ante las cámaras y habla con toda propiedad de goles, gambetas, cabezazos, taquitos, VAR, malas jornadas, días de gloria, jugadores y mucho más. Y desde entonces se ha atrevido a hacerlo de tú a tú, tanto en televisión como en radio, con reconocidas figuras de la narración deportiva en Barranquilla.

En el programa, que se llamó inicialmente Martes de Fútbol y después pasó a ser Fútbol solo Fútbol, compartió set en distintos momentos con Abel González Chávez, Andrés Salcedo, René Wedheking, Jaime De la Hoz, y más recientemente con Raúl Correa y Rodolfo Herrera, con quienes se conecta vía Skype por estos días de cuarentena. Recuerda que su debut en este espacio fue una entrevista que, contra todo pronóstico, le concedió uno de los futbolistas que más admira, Carlos “El Pibe” Valderrama.

https://twitter.com/canaltelecaribe/status/1257817064481456136?s=12

Pionera

“Fui la primera mujer en tener un programa deportivo en el canal regional, y creo que incluso a nivel nacional. Ya después surgieron otras figuras femeninas, muy jóvenes, muy frescas, y que lo hacen divinamente, cosa que me alegra”, asegura Berthica, quien añade que los más felices eran sus hijos, Berthica y Álvaro, que siendo chicos iban a acompañarla en las grabaciones. Hoy la mayor vive en Bogotá y el menor en Canadá, pero la comunicación con ellos es constante, diaria.

Sentada en su apartamento frente al televisor en el que durante todo este encierro se ha refugiado –“viendo Netflix a la lata”, dice mientras ríe—, recuerda que realmente esa afición por los deportes en general empezó en su hogar paterno, cuando su papá Armando los llevaba al estadio a ella y a sus hermanos Armando y María Eugenia. “Por eso siempre he tenido el apoyo de ellos y de mis sobrinos. Y tuve la fortuna de que mi esposo también era feliz yendo al estadio, así que con él no me perdía ni un partido. Me llevaba a Bogotá, Medellín, Santa Marta, donde quiera que jugara el Junior”, apunta.

En este período de cuarentena Berthica confiesa que tres cosas la han entristecido. Una es que su hija no haya podido pegarse las escapaditas de fin de semana para venir a visitarla, como suele hacerlo. “Me hace mucha falta”, dice.

Con el extécnico del Junior, Carlos ‘El Piscis’ Restrepo; el exgerente de Telecaribe, Edgar Rey Sinning, y Carlos ‘El Pibe’ Valderrama en la celebración de los 10 años de su programa de TV.

La segunda es la suspensión de toda actividad futbolera nacional e internacional. “Es que yo no veo telenovelas, yo veo fútbol”, explica. Y la tercera es el no poder reunirse a jugar canasta dos veces a la semana con su combo de amigas: Ruth de Lafourie, Alicia de Jiménez y Judy de Sojo, en una jornada que va desde las 11:30 a.m. hasta las 7 p.m. y que incluye comida, vinos y vallenatos de Diomedes Díaz, su favorito.

Feliz abuela de Gonzalo, que recientemente se graduó de abogado en Uninorte, y de Olga María, estudiante de sicología en Bogotá, Berthica Benedetti de Carbonell se define como juniorista a morir, y además admiradora fiel del Real Madrid.

Otro equipo al que, dice quiere “muchísimo” es el Unión Magdalena, pues no olvida el afecto que le brindaba la afición samaria cuando ella iba con su esposo en aquellas tardes de domingo al viejo estadio Eduardo Santos a verlo jugar. “La gente me saludaba con aprecio y hasta me llevaban mangos adonde yo estaba. Una vez hasta Carlos Vives me agradeció mi cariño por el Unión”, recuerda.

Berthica también hizo radio deportiva en Caracol, con Fabio Poveda Jr. y Andrés Salcedo.

En el Carnaval

La otra osadía de Berthica de Carbonell fue haber aceptado, en el año 1990, la presidencia de la entonces Junta del Carnaval. Gustavo Certain, alcalde Barranquilla en ese momento, se lo propuso, a lo que ella respondió jocosamente: “Yo de Carnaval nada más sé bailar”. Días después aceptó.

“Por primera y única vez le cambié el recorrido a la Guacherna, que se hizo por la Murillo, del puente Bolívar a la Vía 40. Fue la primera vez tuvo luces y que la reina, María José Vengoechea, desfiló ese día en carroza. El Bando fue en la plazoleta de la Iglesia del Carmen”, recordó.

A Berthica le apasionan otros temas iguales de polémicos al Junior y al Carnaval: la política y los reinados de belleza. Se considera “liberal de trapo rojo”, como lo fueron sus padres, al punto de que cuando se toma sus tragos y se entusiasma puede fácilmente lanzarle vivas a ese partido.

Y en cuanto a los concursos dice que alguna vez hizo parte del Comité de Belleza y que durante 40 años ella y su esposo asistieron con otras cuatro parejas amigas al Reinado de Cartagena, donde se instalaban en el Hotel Hilton y no le perdían ni pie ni pisada a las “misses”. Incluso, se enorgullece de haber impulsado con su grupo a una Señorita Atlántico, Karen Wightman (1985), que fue elegida virreina nacional.

Al final ella admite que, en medio de su soledad disfruta mucho su casa, que no se aburre, aunque añora las reuniones familiares y las tardes de cartas con sus amigas. Y de su incursión en la TV le agrada que mucha gente la reconozca. “Creo que, de la 72 pa’ abajo no hay un taxista que no sepa quién es Berthica. ¡Si ya ni me dejan hacer fila en los bancos!”, remata a carcajadas.

Con su hijo Álvaro, su hermana María Eugenia, su cuñado Manuel y su nieto Gonzalo.

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