La exreina y presentadora de televisión dice que si su esposo, Alfredo Valera, llegara a ganar la Gobernación del Atlántico en las elecciones de octubre, ella estará feliz ejerciendo como Primera Dama del Departamento en la labor social “porque servir es parte de mi vida” como buena mariana.

Para Rocío Stevenson Covo haber participado en el Concurso Nacional de Belleza en el 2000, donde obtuvo el virreinato en representación del departamento de Bolívar, fue el mejor trampolín para llegar a ejercer su profesión de comunicadora que estudió en la Universidad Sergio Arboleda de Bogotá.

Gracias al reinado que la dio a conocer, dos años después incursionó en la televisión colombiana como presentadora, que tanto añoraba, tras hacer muchos casting.  

Rochi, como cariñosamente la llaman, hoy sigue vinculada a Caracol, el canal que le abrió las puertas; es madre de Alfredo (13 años), Esteban (11) y Mariana (6), nacidos de su matrimonio con el ex concejal barranquillero Alfredo Varela, aspirante a la Gobernación del Atlántico.

Confiesa que no quería que su esposo se metiera en esa vaca loca de la política, que a él le encanta porque es su vocación, pero “si ya se metió, me toca apoyarlo. Es lo que Dios quiera, que haga su voluntad”.  

“No rezo para que se haga un milagro, dejo que sea Dios que decida si quiere que ese cargo sea para Alfredo. Los planes de Dios siempre van a ser para lo mejor en la vida de uno”, afirma la cartagenera de advocación mariana, que reza el rosario todos los días y asiste a misa los domingos si falta.

Dice que desde que estaba en el colegio sentía amor especial hacia la Virgen, y ha sido tal su devoción que “si no me hubiera casado, hubiera sido una mujer consagrada a Dios, dedicada más al servicio”. 

“A mí siempre me ha gustado la parte social, desde que era niña. Por lo tanto, no he tenido la necesidad de estar metida en la política para hacerlo. Me encanta servir, es parte de mi vida. Vengo de una familia de mucha fe, de una espiritualidad muy grande y eso va de la mano de la caridad, siempre vi eso en mi casa, lo cual quiere decir que para mí no es nada ajeno. Si Alfredo gana en las elecciones estaré feliz como Primera Dama haciendo lo mejor que pueda en mi labor de servicio”.

SU MAYOR DESAFÍO

Rocío llegó a la televisión como una de las conductoras de un magazín que hoy no existe, después pasó al programa matutino ‘Día a Día’ haciendo trabajo de campo, como entrevistas y reportajes, lo que le permitió tener la oportunidad de ser la presentadora de la franja de entretenimiento de Caracol Noticias.

En 2004 fue enviada especial por dicho informativo para cubrir el detrás de cámaras del reality  Desafío de ese año, lo que la llevó a trabajar en las siguientes tres temporadas. “Tuve que viajar varias veces a República Dominicana y Panamá, donde se grababa el programa. Me tocó estar allá durante dos meses grabando”, recuerda.

Fue en el Desafío 2006 que conoció a quien dos años después se convertiría en su esposo. Con Alfredo, ganador del reality, al comienzo entabló una gran amistad y meses después se ennoviaron. Pero el amor pudo más que la distancia que los separaba, pues mientras ella vivía en Bogotá y él en Barranquilla, hacían todo lo posible para verse y afianzar su relación. Todo un desafío.

“Cuando me propuso matrimonio entonces decidí radicarme en Barranquilla, donde no conocía a nadie, llegué, como quien dice: con una mano adelante y otra atrás. En ese tiempo él aspiraba al Concejo, suspendí mi trabajo en el noticiero y dije: ¡me voy!”, apunta entre risas.

Al año de estar radicada en Barranquilla la volvieron a llamar de ‘Día a Día’, que había abierto espacio en diferentes ciudades, para que ella fuera corresponsal. Y aceptó complacida, trabajo que alterna como imagen de varias marcas que es otro de sus sueños cumplidos.

“Nunca fui modelo de pasarela. Es más, lo más duro durante mi reinado fue desfilar porque nunca lo había hecho. Pero desde que estaba en el noticiero siempre quería estar en comerciales como lo hacían muchas de mis compañeras, y eso me resultó ahora siendo mamá, promocionando productos como la ama de casa que soy. Estoy feliz trabajando para una marca de productos muy del hogar, de la familia”.

DEVOCIÓN POR LA VIRGEN

“Soy muy mariana. Tuve una experiencia sobrenatural con Jesús, precisamente estando trabajando en el ‘Desafío’. A raíz de eso, mi vida cambió completamente. De hecho, escribí todo en mi libro “Llaves de amor’ que es una invitación a vivir nuestra fe con alegría, a través de todas las enseñanzas de Jesús. Lo que escribí fue como un sentir de mi corazón, y se dio, gracias a la oportunidad que me brindó la casa editorial. Ahí cuento mi testimonio de vida espiritual y a su vez, lo que siempre me ha venido preguntando la gente: cómo orar y rezar el rosario”.

“Es que la juventud de hoy se  ha dejado llevar por los placeres de este mundo, le dan prioridad más a lo material. Los padres de familia son los que deben guiar, por eso, lo que uno pueda aportar a la sociedad, de lo que uno ha aprendido, de esa parte espiritual que a todos nos hace falta, aquí estoy para hacerlo”

“Mi devoción por la virgen María fue lo que me llevó al mismo Jesús. Si por mí fuera, iría todos los días a misa porque siento que hacer presencia en la celebración de la eucaristía me fortalece mucho, he aprendido a disfrutarla mucho, me ha dejado muchas enseñanzas.

Dice que a raíz de la pandemia comenzó a rezar el santo rosario en familia todos los días a las 3 de la tarde, y aunque a veces no se puede, trata de no romper lo que se le convirtió en tradición.

Tiene un altar en su casa, con muchas virgencitas que le han regalado, sobre todo los emprendedores que ella ha venido apoyando.

La Milagrosa, que ha adorado siempre, es la virgen que domina la sala principal de su casa. Comenta que “también he aprendido a amar a la virgen de Guadalupe, y  fui a Bosnia -Herzegovina, para visitar el santuario de Nuestra Señora de Medjugorje, que lleva el mismo nombre de la pequeña ciudad donde la santa tuvo apariciones”.

“Fue un viaje sorpresa de Alfredo. Después de esa experiencia quedé maravillada, sentí una paz única y me sentí muy cercana a la virgen de Medjugorje, he aprendido mucho de ella”, dijo por último la ex reina, quien se considera una mujer casera, que no andan “pegada” a las redes sociales y que en vez de asistir a tantos eventos sociales donde la invitan, prefiere hacer planes con su familia, pero, eso sí, disfruta al máximo su trabajo como presentadora.