Las gorras con diseños inspirados en las diademas que han lucido varias ex reinas universales, las creó el comunicador samario Lucho Borrego “como una añoranza y por la  necesidad emocional de tener esos productos”.

No en vano, el comunicador samario Lucho Borrego ha venido asistiendo al concurso Miss Universo desde 2003 hasta la fecha en calidad de corresponsal de medios televisivos de Estados Unidos -como él lo asegura-  sino que en su alma negociante siempre quería sacarle, algún día, provecho a esa experiencia: de emprender, de darle forma a una idea que le venía dando vueltas en la cabeza en respuesta a una añoranza suya.  

Fue así como este año, llegó a El Salvador, país sede del certamen, cargando una maleta repleta de gorras con coronas impresas en swarovski  y camisetas, para vendérselas no solo a los fans, sino a periodistas y hasta a las mismas candidatas.

El negocio lo hizo, como quien dice, por debajo de la mesa y en la sala de prensa, sin importarle violar una de las exigencias impuestas por la organización del concurso. Pero era inevitable que todos llegaran hasta donde estaba sentado Lucho para adquirir los novedosos accesorios que vendió como pan caliente.

“Este emprendimiento surgió al darme cuenta que el Miss Universo cada vez cuenta con más seguidores y que aún muchos sienten nostalgia al recordar la época dorada del certamen. Las coronas que adornan las gorras las diseñé teniendo en cuenta algunos detalles que el público, pero más que todo los fans, teníamos como añoranza y las volví como un producto de recuerdo”.

“Las reglas del Miss Universo han cambiado, como los diseños de las coronas. La emblemática, que perduró desde 1962 hasta el 2001, la modificaron desde que pasó a manos de una empresa japonesa patrocinadora. Pero el público no se sentía identificado, eso se fue perdiendo.  Así, ese elemento de identificación ha ido desapareciendo  por compromisos comerciales. Pienso, por ejemplo, que esa empresa nipona ha debido seguir con el diseño original, y ponerle un toque o algo como patrocinador”.

La marca  ‘#MissU by Lucho Borrego’ la patentó en Estados Unidos, porque según él “así tenía un cubrimiento global”. La colección reúne por ahora tres tipos de corona con los nombres de Amparo, Oksana y Paulina.

Cada uno de los diseños de las diademas fueron  inspirados en la que lució la española Amparo Muñoz cuando fue coronada Miss Universo en 1974, otro es el de la rusa Oksana Gennadievna Fedorova, Miss Universo 2001, y la tercera en la colombiana Paulina Vega, triunfadora en 2015.

“Este emprendimiento fue una añoranza mía, y la necesidad emocional de tener esos productos”, dice Borrego refiriéndose también a las camisetas que hacen parte del kit. Son prendas color negro en la que se resalta una banda cruzada e impresa en blanco que lleva el nombre de cada país, tal cual como lo lucen las candidatas.

El negocio, para lo cual tuvo que invertir buena suma en dólares porque por el momento no ha contado con patrocinio alguno, aunque para él “los buenos negocios son los que se hacen con el corazón”, ha tenido acogida no solo en Norteamérica sino en países como Puerto Rico, Colombia, República Dominicana y México, entre otros, donde tiene proveedores.

“La verdad, no me esperaba esto. Hasta las mismas candidatas que están aquí me han pedido el producto”, apunta emocionado el comunicador que, de hecho, logró que buena parte de las comitivas también lucieran sus gorras “coronadas”.

Para Borrego es el comienzo de un próspero negocio paralelo a su trabajo como uno de los presentadores del programa de entretenimiento ‘Siéntese quien pueda” de la televisión hispana en Estados Unidos, en la que ha transitado por espacios como ‘Suelta la Sopa’, ‘El Gordo y La Flaca’, ‘Despierta América’ y ‘Sábado Gigante’,