Diálogo con el periodista, docente y escritor Jaime De la Hoz Simanca sobre la última obra del nobel Gabriel García Márquez recientemente lanzada con motivo de su natalicio.

“Es una novela deslumbrante, pese a ser la más corta de Gabo. Pero yo la llamaría un cuento largo o seis cuentos que giran alrededor de episodios similares o historias parecidas. Es una obra que atrapa desde el primer capítulo y seduce al lector porque deslumbra en la narración que Gabriel García Márquez hace del lugar y de la aparición del personaje”.

Estas y otras apreciaciones las hace el periodista y escritor Jaime De la Hoz Simanca sobre la última obra de nuestro Nobel de Literatura, lanzada recientemente a nivel mundial, como homenaje al desaparecido escritor al conmemorarse la fecha de su nacimiento.

El profesor De la Hoz, quien se califica a sí mismo como un ‘Gabólatra’, tiene en su haber toda la obra del nobel, además de documentos sobre la vida del admirado escritor nacido el 6 de marzo de 1927 en el municipio ce Aracataca, departamento del Magdalena, mismo que retrata García Márquez en su libro.

Por eso la mañana del 6 de marzo pasado, Jaime De la Hoz, se fue temprano a la Librería Nacional, en Barranquilla, para adquirir la obra que había comenzado a venderse simultáneamente en las tiendas de libros de España y Latinoamérica tras haberse cumplido el propósito de Rodrigo y Gonzalo García Barcha, hijos del escritor, de publicar el libro pese a que la voluntad del nobel era que la misma se destruyera.

Cuenta el profesor De la Hoz Simanca que Gabo había comenzado a escribir esta, su última novela, cuando ya el cansancio de los años lo estaba dejando sin memoria y sin la fuerza suficiente para imprimirle a su escrito el rigor que lo caracterizó siempre.

En el marco de los homenajes que se le hicieron a García Márquez por su natalicio, su hijo Gonzalo, en entrevista con el también escritor colombiano Héctor Abad Faciolince, contó que su padre les había pedido que destruyeran los escritos, pero que él y su hermano Rodrigo consideraron que los lectores amantes de la obra de su padre merecían tener una nueva obra suya.

Los hermanos García Barcha consideran haber traicionado la voluntad de su padre y le pidieron perdón por ello, pero tanto Héctor Abad Faciolince como el profesor Jaime De la Hoz y varios críticos literarios en medios y redes sociales consideraron que la obra había que publicarla.

“Lo imperdonable habría sido no publicar esta novela”, dijo Faciolince a Gonzalo García durante el diálogo llevado a cabo en la biblioteca pública ‘Gabriel García Márquez’, de Barcelona, España, una de las ciudades donde se centraron los actos de homenaje al nobel.

De la Hoz había tenido noticias de la obra en el año 2005, cuando se conmemoró el centenario del nacimiento de Luisa Santiaga Márquez, madre de Gabo, en Barrancas, La Guajira, donde en conversaciones con el hermano y una sobrina del nobel, que era su secretaria, le contaron que su familiar estaba escribiendo ‘En Agosto Nos vemos’, cuyo personaje protagónico es Ana Magdalena Bach, quien en los seis capítulos aparece como hilo conductor de cada aventura.

Aunque capítulos de la obra habían sido publicados en revistas de varias ciudades del mundo, fue solo hace pocos días, cuando Jaime De la Hoz tuvo la oportunidad de leer todo el contenido de la misma por medio de un texto que le llegó en formato PDF.

Asegura que leer la obra en el libro físico es mucho mejor, en especial porque el lector tiene la oportunidad de ‘saborear’ los comentarios del prologuista que, en este caso en particular, considera muy especial, ya que el mismo fue escrito por sus hijos Gonzalo y Rodrigo.

En el prólogo, asegura Jaime, los hermanos García Barcha, cuentan, en dos páginas, porqué deciden publicar el libro pese a la negativa expresada por su padre en vida. Pero en el escrito uno de ellos cuenta que Gabo también les había dicho que hicieran con el escrito, lo que les diera la gana.

“Ellos dicen que si bien el escrito tiene algunas imperfecciones, a lo largo de la lectura y el desarrollo de la obra, se encuentra al García Márquez de Cien años de Soledad, de El Amor en los Tiempos del Cólera y de Crónica de una Muerte Anunciada. Yo considero que esa novela había que publicarla. Y no entiendo porque esperaron a que transcurriera tanto tiempo”.

Y es que la novela estuvo guardada diez años desde la muerte de su autor hasta que fue dada a conocer a los lectores. De hecho esos escritos estaban bajo custodia, pero a ellos tuvieron acceso investigadores y críticos quienes tras leerlos concluyeron y manifestaron que el libro había que sacarlo a la luz pública porque es una obra que estaba terminada y publicable, aunque al decir de los expertos si García Márquez hubiera vivido más tiempo seguramente la habría perfeccionado aún más o definitivamente la habría desechado tal como lo expresaron sus hijos.

La obra, editada por editorial Penguin Random House, tuvo la supervisión de Cristóbal Pera, crítico y editor de la novela así como lo fue de ‘Memoria de mis Putas Tristes’ y de ‘Crónica de una Muerte Anunciada’. Quien además tuvo la tarea de armarla y estructurarla, pues el escrito estaba disperso en el archivo.

De la Hoz destaca la estructura de la novela en el sentido cómo García Márquez con una característica de “genio de las letras” construye una historia en aventuras por capítulos que aunque parecieran lo mismo, realmente no lo son.

“La novela son seis capítulos que aparentemente hablan de lo mismo, de las mismas aventuras. Pero, paradójicamente, son distintas: la visita de una mujer a una isla donde está sepultada su madre a la que le lleva flores. Y que vive unas intensas experiencias y aventuras con distintos personajes, pese a estar casada y ser una mujer de hogar. Precisamente su marido la espera siempre en agosto tras permanecer varios días en la isla”, afirma De la Hoz.

Sostiene el profesor Jaime de la Hoz que la novela está marcada por dos elementos, uno de los cuales es un mensaje feminista o que cruza por ese elemento, y el otro es el amor que siempre buscó García Márquez en sus obras, pues el amor de la mujer identifica la obra de nuestro nobel, y eso se ve reflejado en libros como ‘El Amor en los Tiempos del Cólera’, ‘Del Amor y Otros Demonios’ y ‘Memorias de mis Putas Tristes’.

“Como lector encontré otras cosas como el realismo, que es difícil encontrarlo en otras obras de García Márquez en las que está más presente lo mágico, el escape de la realidad, que no es más que una prolongación de la realidad y en lo que él es diestro, especialista. Pues es él el y creador de esa corriente llamada ‘Realismo Mágico’ que se encuentra en ‘Cien años de Soledad’, ‘El Otoño del Patriarca’ y ‘El Amor en los Tiempos del Cólera’”.

Dice Jaime que le llamó la atención el ‘guiño’ de García Márquez desde su obra a escritores y cantantes a quienes él seguramente conoció, admiró y que posiblemente alimentaron sus días en momentos de esparcimiento. Entre esos personajes hay boleristas, músicos clásicos como Béla Bartok, y escritores, pero también menciona obras literarias de otros autores como Ernest Hemingway.

Es una especie de homenaje de Gabo a estos personajes y obras, como lo hiciera en Cien años de Soledad, y que pone en boca de la protagonista Ana Magdalena Bach, de cuyo apellido asegura también es un guiño al músico Johann Sebastian Bach.

“Julio Cortazar dice que los cuentos deben ganar por nocaut, deben noquear al lector, mientras que una novela gana por decisión, por puntos. Pero yo creo que aquí García Márquez noquea al lector, sabiendo que se trataba de cuentos cortos. Pero, insisto, yo, más que como una novela, ‘En Agosto nos Vemos’ la veo como un cuento largo que gana por nocaut”.