La reconocida actriz Patricia Tamayo con doña Cecilia Facionlince, en la casa de ésta última en Medellín. Las dos sostuvieron largos diálogos llenos de recuerdos.
La actriz se refiere a Cecilia Faciolince, esposa del personaje central de la película ‘El olvido que seremos’, ganadora del premio Goya. Tamayo nos cuenta también sobre su trabajo en 25 años de carrera actoral.
La actriz Patricia Tamayo estaba en plenas clases online con la Universidad del Valle en la maestría en creación y actuación escénica, cuando de pronto, al voltear su mirada hacia la televisión vio que estaban anunciando que El olvido que seremos había ganado el Premio Goya como la mejor película Iberoamericana. Brincó de la felicidad y se puso a gritar como loca por toda la casa.
No era para menos. La cinta del español Fernando Trueba, en la que la actriz protagoniza a Cecilia Facionlice, madre del autor de la novela homónima Héctor Abad Facionlince, ha sido para ella algo muy maravilloso en 25 años de su carrera actoral.
“Es una cinta muy bonita y tan bien hecha, que son de esos proyectos mágicos en el que todo el mundo está entregado, rendido al trabajo, al proyecto. El clima del rodaje fue divino, muy fluido, además de tener la inspiración de semejante líder, esta historia tan conmovedora unida al talento de su director y del elenco colombiano que trabajó, confluyó para que uno sí supiera que se estaba haciendo algo bueno y poderoso”.
“Hacer el papel de Cecilia me encantó. Para mí fue semejante inspiración dialogar muchas veces con esta señora que a sus 95 años, con lucidez increíble me contara mucho de su vida. Fue una bendición para mí, porque tener esa suerte de interpretar a un personaje que está vivo, no se da todas las veces. No solo eso, sino que fue muy generosa y abierta a todas las preguntas. Es una excelente conversadora con un sentido de la vida muy práctico y de una energía admirable”.
A Patricia le tocó hacer las escenas en Medellín durante dos meses, mientras que algunos del elenco las hicieron en Turín, Italia, y Madrid. La película, basada en hechos de la vida real, en la historia del médico Héctor Abad Gómez, quien también fue un destacado activista por los derechos humanos, ya se ha paseado por varios festivales importantes como el de Cannes, San Sebastián, Marsella y Roma.
En su libro, el autor describe su contexto familiar entre la tradición de la familia conservadora y la modernización ¿qué opina?
-Sí, lo que pasa es que Cecilia fue criada en un contexto muy conservador, por su tío, que era obispo de Medellín. Y ella creció en un ambiente muy católico, porque vivió en ese centro religioso. Pero era una libre pensadora, tenía y tiene unas creencias muy arraigadas. Una monja le ayudó a criar a sus hijas, porque era una mujer trabajadora, por eso rezaban todas las noches. Pero Cecilia, con todo y eso tenía sus posturas políticas, no como uno se imaginaría en una persona con tanto sentido religioso.
¿Cuántas veces se leyó el libro?
-Me lo había leído mucho antes, pero cuando supe que iba hacer ese personaje lo primero que hice fue releerlo. En la realización de este proyecto cinematográfico tuvimos mucho apoyo de la familia Faciolince, nos facilitaron cintas, fotografías y grabaciones en cassettes que se enviaban entre ellos. Estuvieron presentes en el rodaje, incluyendo a Héctor Abad.
¿El Goya ha sido su mayor logro internacional?
– No me gusta hablar mucho eso de que es el más o el mayor, pero digamos que por esta película por tener una visibilidad mayor a nivel internacional ahí yo me veo involucrada. Ahora, de disfrute y goce por haber hecho tan maravilloso personaje, pues esa sí es una experiencia como pocas.
¿Siempre quiso ser actriz?
-Toda la vida, desde chiquita a mí me preguntaban qué quería ser cuando grande, yo decía: quiero ser actriz. ¿Por qué razón? Pues no tengo idea (risas). Pero siempre lo tuve claro. Cuando me gradué en el colegio, estudié en la Universidad del Valle arte dramático. Y de ahí en adelante no he parado. Es lo que más me gusta en la vida. Nunca sabría hacer otra cosa, ¡ni vender una empanada!.
Empezó haciendo teatro, qué le gusta más ¿el drama o la comedia?
-Sí mi debut fue en las tablas con la obra El malentendido. Cuando finalicé mi carrera en la universidad me involucré en la televisión con la miniserie El buen verdugo para Telepacífico, fue mi primer proyecto en Tv. El drama me gusta, pero haciendo comedia me divierte mucho.
¿Con cuál acento en sus personajes se siente más cómoda?
-Tengo la cualidad de hacer lo que me pongan. He hecho papeles de paisa, caleña, bogotana y costeña. Yo nací en Bogotá, viví en Cali, mi papá es antioqueño y el costeño es por el lado de mi mamá que es barranquillera.
El personaje que más le ha marcado
-Sin duda el de Tulia Araque, en la serie Las Hermanitas Calle.
¿Papeles de mala o de buena?
-No tengo predilección. Pienso que un buen actor se le mide a todo. Yo estoy para lo que venga.
¿Cine, Tv o teatro?
-Todos me gustan. Cada uno tiene su encanto. El teatro es más exigente, claro está. Por eso no todos los actores se le miden. Yo diría que a un actor se le conoce el talante es en las tablas.
Está haciendo una maestría sobre creación y dirección ¿se ve dirigiendo una obra?
–Estoy contenta estudiando y aprendiendo. Existe la posibilidad de algún día pueda dirigir algo, pero por ahora no.
¿Cómo es su relación con su esposo, el también reconocido actor Jairo Camargo?
-Estamos en diálogo permanente. Nos apoyamos mucho. Y en cuanto a nuestros trabajos somos muy respetuosos el uno del otro.
El trabajo actoral en la Tv se ha vuelto muy competitivo porque cada vez salen nuevas figuras, ¿qué opina?
– Como estoy grande, no puedo competir con los nuevos actores, y menos con los papeles que a mí me dan. Sí hay mucha gente nueva, pero desafortunadamente poca calidad. Hay poco filtro. Muchos pelaos que no tienen formación, lo que buscan es la fama, y eso hace que nuestra profesión vaya en detrimento.
Supimos que muy pronto estará en una nueva obra teatral
-Sí, estamos muy contentos porque por fin tendremos contacto con el público, claro que el aforo será muy reducido por lo de la pandemia. Se llama El sueño de la vida de Federico García Lorca y la estrenaremos el 2 de abril.