Decoración / 10 de octubre de 2020

Las propuestas decorativas del maestro Rubiel Badillo

Miredvista.co

El artista y artesano galapero, reconocido hacedor de máscaras, carrozas y decoraciones y docente de la Escuela Distrital de Artes, sorprende ahora con una serie de portamacetas en hierro, inspiradas en variedad de motivos.

Portamaceta de pared.
Otra opción para usar como aplique.

Primero fue una mariposa que encontró en su taller, y que le había quedado de algún evento en el que él había participado. La desarmó y armó otra figura. Después halló en un rincón un trencito que le había quedado de la llamativa escenografía de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, realizados en Barranquilla en 2018; luego fue un barco y, como en las otras ocasiones, lo desarmó, le hizo otra figura y lo llamativo en cada caso es les armó una pieza que sirvió de base para poner una maceta.

Así, Rubiel Badillo, reconocido artista y maestro artesano del Carnaval de Barranquilla, empezó a darle forma a un exitoso emprendimiento durante los días en los que todos tuvimos que guardar cuarentena: la elaboración de portamacetas de hierro, muy de moda por estos días en la decoración de interiores.

Lo novedoso de las estructuras que elabora Rubiel es, por un lado la variedad, creatividad y sentido artístico de sus figuras, y por el otro su funcionalidad pues las hay para usar como aplique de pared, para colgarlas o de pie, que llegan al piso, y otras que incluyen además una base que sirve de banco, ideales para un gran jardín o patio interior.

“Estos portamacetas surgieron de la necesidad de reinventarnos, pues es sabido que el sector artístico, y en general quienes integramos el sector de la llamada economía naranja, fuimos de los más golpeados por la pandemia. Había que hacer algo y por eso me dediqué en el taller a trabajar distintas figuras”, explicó este artista nacido en Galapa hace 40 años.

Así surgieron hojas troqueladas, medias lunas, pavos reales, colibríes, gatos, caballos y hasta toros –estos últimos como para decorar la entrada a fincas, jardines, etc– y fue tan profusa la producción que Rubiel optó por armar un portafolio con la línea decorativa.

En su taller en Galapa, en pleno proceso creativo.

Es una nueva faceta en las manos de este hombre que, desde hace 23 años no ha parado su trabajo creativo. Bachiller en arte del colegio Francisco de Paula Santander de Galapa, Rubiel es además técnico en arte de la Escuela Distrital, con varias formaciones en arte, investigación y pedagogía artística y en gestión y planeación cultural con el Ministerio de Cultura, con la Gobernación del Atlántico y la Universidad del Atlántico, entre otras entidades.

Actualmente es docente de carrozas en el programa que forma a técnicos del Carnaval en la Escuela Distrital de Artes de Barranquilla; fue docente de tallado en madera del programa Casas Distritales de Cultura y también hizo parte de los programas de emprendimiento empresarial que lidera la Secretaria de Desarrollo de la Gobernación del Atlántico. Actua

Con sus tíos maternos aprendió desde los 13 años a forjar el hierro, y con el maestro artesano Francisco Padilla, casi al tiempo, la talla de la madera y fue así como empezó a trabajar en un principio en la elaboración máscaras de torito, burro, tigre, cebra, haciendo gala de la tradición artesanal de su natal Galapa.

Sin embargo, muy pronto se dio cuenta que lo suyo no era la talla de máscaras zoomorfas, sino antropomorfas (con figuras humanas), las cuales proyectó en un concepto más africanizado y estilizadas, en tótems con componentes de toro, tigre o cebra.

Rubiel aprendió a tallar la madera a los 13 años.

Hace 8 años, incursionó en la Batalla de Flores con la decoración de tráilers y presentó un proyecto de carroza en una convocatoria que ganó, el cual rendía homenaje a Joe Arroyo, que ese año cumplía su primer aniversario de fallecido. “Hice el busto de un Joe, emergiendo de un tambor y vestido de príncipe africano”. Recuerda.

Desde entonces, Badillo no ha parado de aportar su experiencia como artista y su experticia como artesano, no solo en el Carnaval de Barranquilla, sino en distintas fiestas y desfiles en el país, y para ello se ha nutrido de otras celebraciones como las de Valencia, España, adonde fue a conocer la Fiesta de las Fallas; de México, donde desarrolló un trabajo en el desfile de los alebrijes monumentales, y el Desfile de la Hispanidad, en Nueva York, para el que hizo la carroza de la comunidad colombiana el año pasado.

Con base en todo esto, creó una empresa especializada en decoración de escenarios, elaboración de carrozas y adorno de tráilers, decoración de centros comerciales, edificios, fachadas y en grandes eventos como shows carnestoléndicos, los Juegos Centroamericanos y del Caribe y en la celebración del Bicentenario de nuestra Independencia, entre otros.

En estos días, este artista de la talla se encuentra en Montelíbano, Córdoba, adonde fue a instalar un monumento para el que fue contratado, el cual rinde homenaje a la lucha de los pueblos zenúes y afros de la región. “Si bien he hecho murales en Galapa y he colaborado con piezas para otros artistas como Roy Pérez o Yino Márquez, esta es mi primera obra monumental”, precisó al final.

Con una de sus carrozas para el Carnaval de Barranquilla.

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