Personaje / 6 de febrero de 2021

A Álvaro Lemmon ahora le ‘llueve’ el trabajo vía whatsapp

Miredvista.co

Después de publicar un mensaje en redes sociales en el que ofrecía sus servicios artísticos, el popular ‘Hombre Caimán’ ha sido contratado para pedir perdón, pedir la mano y hasta cantar a enfermos de Covid. “Soy buen cantante, guitarrista, compositor, libretista y humorista”, asegura el artista plateño.

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Álvaro Lemmon, el queridísimo humorista que se hizo célebre por ser parte del programa Sábados felices durante 45 años, dice que el pasado 27 de enero casi se vuelve “loco” por la cantidad de mensajes que comenzaron a llegar a su celular, tras informar por sus redes sociales que estaba haciendo videos promocionales “económicos” para negocios, saludos de cumpleaños “y todo lo que necesite”.

“Ayúdame a ayudar”, decía, antes de dar un número celular. El mensaje sorprendió y conmovió a los seguidores de este artista plateño que el próximo 13 de junio cumplirá sus 75 años. “Hora de retribuir toda la alegría que nos brindó este crack”, respondió uno de los 11.600 seguidores que le dio like a la publicación en Twitter.

“La respuesta de la gente fue impresionante. El primer día recibí como 500 mensajes, no lo podía creer. Yo no estaba pidiendo plata, sino ofreciéndome para un trabajo que nunca había hecho, porque aunque no me estaba muriendo de hambre la situación estaba difícil, a pesar de que recibo una pensión”, cuenta el músico y humorista, conocido como ‘El hombre caimán’.

Dice que mucha gente lo contactó de dentro y fuera del país. Recibió solicitudes de mensajes de Estados Unidos, Francia, México, Puerto Rico… “¡De todas partes! A la cuenta, que estaba en cero, le empezó a entrar platica y me tocó contratar a tres personas para que nos apoyaran, porque no dábamos abasto”, apunta.

Su esposa, Alexandra Martínez, dice que por día, el artista graba hasta 50 mensajes, a $50.000 cada uno, en dos tandas en la mañana y dos en la tarde, con descansos de 20 minutos entre cada una. Cuenta que ha recibido las más diversas solicitudes de canciones, mensajes, chistes, con tareas tan curiosas como pedir perdón, pedir la mano o cantarle a una mamá enferma por Covid.

“Me ha tocado hacer cosas que jamás había hecho, pero he comprobado el cariño de la gente, la imagen que tengo entre el público”, agrega y apunta que por fortuna lo que hay es talento en él, pues es “buen compositor, buen guitarrista, buen cantante y buen comediante… Es que yo soy un artista de valor”.

EL MÚSICO

‘El hombre caimán’ durante una presentación en ‘Sábados Felices’.

El diálogo con Álvaro Lemmon resulta realmente algo divertido, porque no desaprovecha momento para hacer bromas o referir un chiste cortito.

Tras residir 50 años en Bogotá –ciudad que dice que “adora”–, el artista vive por estos días en su pueblo natal, Plato, Magdalena, desde donde habló con MiREDVista, pero anuncia que en breve se mudará a Santa Marta.

Lo acompañan Alexandra, su tercera esposa y madre de sus dos hijos menores, Nicolás (músico que ejecuta 8 instrumentos) y Tomás, de 18, que acaba de terminar el bachillerato. Sus cinco hijos mayores son Luis Adolfo (48 años), Álvaro, Daniel, Jéssica y John Paul. “Todos con la misma, pero con distintas mujeres”, remata y suelta la carcajada.

Recuerda que lo primero que hizo fue componer y que siendo un niño, un día suspendió un juego con sus amigos en el patio de la casa, para escribir una canción que le venía rondando. Desde entonces ha compuesto un centenar.

Dice que recibió clases de canto y guitarra por correspondencia y que muy joven tuvo su primer trabajo como cantante en la orquesta Saumeth y sus Plateños, en su pueblo. Después pasó por las orquestas de Nuncira Machado, Pacho Galán, Dolcey Gutiérrez y Aníbal Velásquez. “Le jalo a todo: tropical, bolero, salsa y hasta música guasca. Con el grupo Los Ruanetas, donde estuve, hice primera, segunda y tercera voz”, apunta con orgullo.

“¿Mi canción más popular? ¡El Currucuchú currucuchá, que ganó Congo de Oro en el Carnaval de Barranquilla en el 94, en la voz de Pocho Pérez. A la gente también le gusta mucho El Chácara” , asegura antes de comenzar a cantarla con picardía y rematar con una carcajada­.

EL COMEDIANTE

Al hablar de sus 50 años en la televisión, donde no solo hizo de comediante, sino que actuó en telenovelas (Amor a mil, El siete mujeres y Gallito Ramírez) y dramatizados (Don chinche) y en películas, como El cortado y Alias JJ, y escribió libretos para sketchs de humor.

‘El hombre caimán’ habla con tristeza y molestia a la vez de su salida de Sábados Felices en 2019. “Cómo te parece que después de 45 años de estar ahí, Caracol lo que me dio fueron $9 millones”, exclama, y cuenta que tiene un pleito legal por ello.

Al programa de cuentachistes, Lemmon ingresó en 1975, por invitación de su amigo Jaime ‘El Flaco’ Agudelo. Al principio contó chistes sin guitarra y no pasó nada, luego volvió con guitarra y fue un éxito. Mas tarde, en su juventud tomó un curso de canto por correspondencia.

Sobre su apodo, El hombre caimán, recuerda que se lo pusieron en el programa en reemplazo el ‘El corroncho’, o ‘El corronchito’, como también le decían, pero que se presentaba a confusión con el costeño Edgar Palacio, a quien también llamaban así.

Recuerda que uno de sus grandes amigos en el elenco fue Humberto Salcedo Martínez (Salustiano Tapias era su personaje), papá del exministro Luis Humberto Martínez. “La primera llamada que recibía en el día era la de él. Me llamaba y nos reíamos de nuestros chistes”, apunta nostálgico.

Por estos días, la agenda de Lemmon anda más apretada que nunca y su creatividad está en su punto máximo de ebullición por su nuevo trabajo, que él se ha tomado muy en serio. “Es que el chistoso con los demás, en la calle, pero en casa es muy serio, a veces bravo y acelerado. Le gusta ver televisión y alejarse de todo”, dice su esposa.

Y él apunta: “Soy acelerado, pero chévere. Nunca he fumado ni bebido. He soñado con Jesucristo y con la Virgen, pues soy devoto de La Candelaria. Bueno, devoto y de botas, porque eso es lo que uso… Jajaja”.

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