Dr. Rodolfo Vega Llamas
Columnista / 19 de agosto de 2023

Bolívar y Santander, ¿amigos o enemigos ?

Ambos compartían el sueño de la libertad, lucharon juntos, pero sus ideales políticos los separaron, o más que ideales sus proyectos políticos.

Ese 7 de agosto de 1819, el ejército del virrey al mando del brigadier José Maria Barreiro se enfrentó con las tropas independentistas de Simón Bolívar. El ejército del libertador ganó gracias a una labor de debilitamiento que venía haciendo a sus opositores y a una labor que realizaba en conjunto con el general Francisco de Paula Santander. Con este enfrentamiento culminó la Campaña Libertadora que duró 77 días -esta lucha la lograron Bolívar y Santander- donde realizaron múltiples reuniones haciendo estrategias, con opiniones compartidas de ambos líderes. En este momento los unía una gran amistad y el objetivo en común era la libertad.

Tras la independencia de la Nueva Granada, conseguida el 7 de agosto de 1819, Bolívar se dirigió de nuevo a Venezuela y en el congreso de Angostura se creó la Gran COLOMBIA, la cual no era más que a lo que corresponde hoy a Colombia, Venezuela y Ecuador. Era la llamada confederación de naciones.
Esa gran amistad los llevo a que en 1821, en el congreso de Cucuta, Bolívar fue declarado presidente y Santander fue nombrado vicepresidente. Pero Bolivar tenía en su mente otros planes y pensaba que aún no había terminado su labor libertadora y abandonó la Gran COLOMBIA; mientras tanto Santander quedaba a cargo de la gran confederación de naciones.

Aquí comienzan los problemas, cuando Bolivar deja encargado a Santander buscar recursos para la campaña libertadora, misión que Santander intentó a través de mejorar la industria, impulsar la agricultura, la minería y la educación del país.

Esta tarea no fue fácil para Santander ya que la confederación estaba sin recursos económicos y conseguir dinero no era tarea fácil ; y por otro lado a Bolivar le costaba trabajo mantener su ejéercito y no hallaba en Santander lo que esperaba, desde entonces Bolivar y Santander empezaron a distanciarse.
Además, Santander tenía dos enemigos que eran el comandante de Venezuela José Antonio Paez y el de Ecuador Juan José Florez, quienes no veían con buenos ojos a Santander, un abogado que para los militares no cumplía los mismos méritos, además la envidia los carcomía tanto, que el general Paez entró en conflicto con las autoridades civiles de Santander y quiso separarse de la Gran COLOMBIA.

Santander pidió el apoyo a Bolívar y para sorpresa de Santander, Bolívar le dio la razón a Páez. Esto cayó como un balde de agua fría a Santander y sus partidarios, y aún algo peor sucede, en 1826, Páez es ratificado como comandante de Venezuela. Bolívar vuelve a la Gran COLOMBIA y elimina la figura de vicepresidente; esto fue caótico para Santander el menosprecio de Bolívar hacia él.

Un año más tarde opositores de Bolívar y seguidores de Santander irrumpieron en el palacio presidencial con el objetivo de matar al libertador. Bolívar logró huir y Santander fue el primer sospechoso y además acusado de traición, para estos casos la pena era la muerte, sin embargo Bolívar lo perdonó por todos sus antecedentes y su lucha por la patria, pero hizo algo que en él fondo fue para un militar más humillante, el destierro.

Me encanta la historia porque entre más la conozco mejor puedo interpretar el presente. Observo cómo ha sido la evolución de las sociedades en tiempo y espacio pero lastimosamente no hay ningún cambio, todo sigue igual, las envidias, los odios, las venganzas y los mamertos. Uno cree que el pasado nos evita los mismos errores, mentira, seguimos cometiendo exactamente los mismos errores, tal vez peores.

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