Nuestra Gente / 6 de noviembre de 2021

Brayan Simanca, el sacerdote que se apoya en las redes para llevar la palabra de Dios

«La buena pa ti», escribió el padre Brayan Simanca en esta foto en Magangué.

Alix López

Nacido en Magangué, el nuevo vicario de la Parroquia de Mompox dice que Instagram y Twitter son una herramienta para acercar la feligresía a la Iglesia. También habla de música, cocina, gym y temas de actualidad.

El padre Brayan Simanca sobre el puente Roncador que une a los corregimientos de Yatí (en Magangué) y Bodega (en Cicuco).

Me puse a entrenar con música de Carnaval y casi termino enmaicenao… veee y esto qué!!”, escribió esta semana en su cuenta de Twitter el sacerdote magangueleño Brayan Simanca Martínez, nuevo vicario de la Parroquia Santa Cruz de Mompox.

Juicio, padre. PD La bendición”, le respondió el médico Miguel Ángel (@migue08mp).

Dios te bendiga y te proteja, mi hermano!”, le escribió entonces el religioso.

El trino produjo bromas, pero también, reflexiones: «Padre, tener salud y vida! Eso llena de alegría a todas las personas e igualmente siempre habrá piedras en el camino, pero la alegría nunca debe de faltar. Feliz tarde y grandes bendiciones«, le escribió @HarotLlanos, a lo que Simanca le agradeció con un «amén y muchas bendiciones».

Para el sacerdote de 30 años, lo valioso de las redes sociales no solo es rezar como lo hace por Twitter (@BrayanSimanca) cada noche a las 9:15, sino interactuar con quienes lo siguen que por lo general quieren ser escuchados y que les respondan.

Simanca también cita canciones vallenatas, comparte imágenes haciendo actividad física para incentivar a sus fieles e incluso sube videos o fotos de las recetas de cocina que prepara por lo general los lunes festivos que es cuando le queda más tiempo, asegura.

Junto a su mamá Sara Martínez, su gran apoyo,

«Con esos mensajes trato de decirle a la gente: yo soy igual que tú, pero yo tengo la gracia especial de Dios de ser sacerdote. Eso no me priva de hacer lo que me gusta. Con eso quiero que la gente sienta la cercanía sin olvidar mi investidura que hay que respetarla». explica en entrevista concedida a MIREDVISTA.

El uso de las redes sociales como herramienta para acercar a los fieles a la palabra de Dios comenzó durante la pandemia, que lo sorprendió en Bogotá a donde había viajado a un curso de pastoral juvenil en Bogotá que era por dos meses.

Aislado como lo hizo toda la humanidad, empezó a explorar las redes sociales. Arrancó el rezo de la Misericordia. “Muchísima gente me pedía ayuda, me buscaba, que los escuchara. Claro, con la angustia que muchos tenían en ese momento, necesitaban ser acompañados y escuchados”, recordó.

El padre Brayan entregando ayudas en poblaciones vulnerables.

En junio, cuando empezó la apertura gradual, logró retornar a Magangué, y en septiembre fue ubicado en la Parroquia San Pedro y San Pablo de Magangué, que era nueva, que no tenía templo y que estaba en obra negra por lo que los oficios religiosos los oficiaba misas al aire libre.

En enero cuando fue nombrado vicario de la Catedral Nuestra Señora de la Candelaria.

Cuenta que las actividades como sacerdote hicieron que el tema de las redes sociales mermara bastante.

“Es una tarea que absorbe mucho, en pandemia tardaba varias horas hablando con los feligreses, respondiendo mensajes. Sin embargo siempre trato de publicar algo para que sepan que estoy ahí pendiente de ellos por medio de la virtualidad”.

Sin embargo, desde hace tres meses empezó un espacio de oración breve.

“La mayoría de quienes me siguen son pelaos que de pronto nunca han ha tenido la experiencia de Dios o apenas lo están conociendo. A veces me refiero a temas que son muy de ellos que de pronto dan risa y de esa manera he captado su atención y lo he aprovechado para el momento de oración en vivo”, añade.

Comenzó lunes y jueves a las 8 de la noche, luego quedó los jueves a las 9:15 p.m. pero desde que está en Mompox lo amplió de lunes a viernes a las 9:15 p.m.

«Ha sido  una experiencia maravillosa porque es gente que no conoce de Dios, que no tiene que ir a la iglesia que han entrado a ese espacio de diez o quince minutos en les doy un mensaje, oramos por la familia, el trabajo, la gente ha sentido conexión con ese espacio, eso me motiva a seguir con la labor en las redes sociales», asegura.

El padre Brayan afirma que no pretendo ser famoso, pero afirma que las redes le han servido para acompañar a la gente.

» Lo más bonito es que me escriben y yo les contesto. Hay personas que me han dicho: ay padre, no pensé que me fueran a contestar porque a veces le escribimos a los influencer y no responden. Entonces yo les digo, no estoy buscando ser influencer sino que aprovecho esta herramienta para hablarle a la gente que lo pida», dice.

«¿Qué hace uno con publicar algo? porque más que un like, lo valioso es interactuar con las personas, por eso saco el tiempo y trato de hacerlo con todos»

SACERDOTE BRAYAN SIMANCA MARTÍNEZ
El padre Brayan en familia.

Insiste en que las redes sociales son para interactuar, sobre todo si se tiene en cuenta que la pandemia no se ha ido.

Esto -añade- no es de buscar seguidores sino de hablar con los feligreses y que conecten con mis mensajes.

Simanca cuenta que a través de un reloj inteligente que una amiga le regaló puede ver en tiempo real los mensajes que le envían. Los que son urgentes los responde de inmediato, mientras que para el resto les dedica varios minutos al día cuando no hay oficios religiosos.

«Fijamos una hora para hablar por teléfono o nos citamos, pero escucho a la gente», dice.

Para el padre Brayan, el testimonio del papa Francisco los ha motivado a acercarnos más a los fieles. “Jesús andaba todo el tiempo con la gente. Eso es lo que tenemos que hacer”.

En otro de sus mensajes llamaba la atención sobre el afán de la gente por la foto por encima de la importancia de los sacramentos.

En ese sentido, añade que si bien son aspectos de la vida cotidiana, la idea es tratar de corregir desde la caridad y el amor.

“Uno lo comenta para que la gente se pellizque un poquito. Lo esencial es el sacramento, en ese caso el bautismo, pero la gente empieza a fijarse más en los detalles. O como en los matrimonios. O los que se casan se centran mucho en la fiesta, en los arreglos y no le prestan atención a lo más esencial. Entonces, mi mensaje es un medio para que la gente reflexione y no quedar como el padre regañón sino catequizarlos», sostiene.

Al margen de las oraciones, comparte fotos de las actividades físicas que practica, cita canciones y sus artistas vallenatos favoritos y  las recetas que cocina sobre todo los lunes festivos cuando tiene más espacio.

Trata de ir dos veces al mes a su natal Magangué para reencontrarse con su familia y degustar los platillos que le prepara su mamá Sara Martínez.

Cuenta que en cinco años se proyecta como comunicador social, carrera que quiere empezar a estudiar virtualmente porque una de sus metas es reforzar el tema de las redes sociales y la evangelización.

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