Estos provocativos buñuelos son los ideales para complementar un almuerzo o simplemente para disfrutarlos como pasabocas en una tarde con amigos.
Como dicen los sabios: «la felicidad la tenemos al lado nuestro, pero ni la sentimos». Esto nos pasa igual con ciertos productos de nuestra alimentación, que son completos en su contenido de nutrición y nosotros ni los compramos. Los frijoles son nuestros invitados de hoy a la mesa. El fríjol es una legumbre tan variada, que según datos, en el país se pueden conseguir 46 variedades. Es de origen mejicano y en México sí que le saben sacar el jugo en todas sus variaciones. Con fríjoles podemos preparar potajes, arroces, sopas, ensaladas, fritos, purés, tortas, postres… Aquí en Colombia, el departamento de Cundinamarca ha sido clasificado como el productor de fríjol de calidad de exportación.
Tema importante es su valor en nutrición, de aquí mi insistencia en que debería de ser un alimento de más consumo en la familia. Su buen contenido de proteína , reducen los niveles de colesterol y triglicéridos, contienen cantidad de fibra soluble y son perfectos para la dieta ya que se digieren despacio.
Mi receta de hoy es práctica y sirve igual para complemento de un almuerzo que como unos ricos pasabocas en una tarde de amigos.
RECETA
INGREDIENTES
1 – libra de fríjol blanco cabecita negra.
2 – tazas de aceite.
cebolla – ajo – ají y sal al gusto
PREPARACIÓN
Ponga a remojar en un tazón de agua los fríjoles desde la noche anterior. Yo les recomiendo que al mucho rato los vuelvan a lavar, le boten el agua y los vuelvan a dejar remojando. en la mañana, se les bota el agua y se frotan con las manos hasta que suelten la cáscara. Se echan en agua y se les va recogiendo toda la cascarita y toda la cabecita negra hasta que queden limpios. Esto se hace cambiando el agua varias veces.
Ya limpios se muelen y esta masa se bate un poco, se le agrega la cebolla bien picadita, igual el ajo y el ají.
Le ponen el punto de sal. Con una cuchara se van echando en la sartén de aceite bien caliente. Mientras más pequeñitos los haga mejor. Son un alimento único y esta receta hace parte de la tradición.
NOTA: Un acompañante perfecto para estos buñuelitos es un buen queso o un plato de suero costeño.