Una recordada frase emitida por el autor teatral del siglo XX Samuel Beckett ha sido “Nada es más divertido que la infelicidad, esto es la cosa más cómica del mundo…” Si este hombre hubiera vivido este año y medio de desarmonía mundial que llevamos, emitiría la carcajada más grande del universo consecuencia de la más alta pesadumbre que nos está dejando esta sindemia del siglo XXI. Se dice que somos uno de los países más alegres del mundo y si aplicamos el sentido Beckettiano podríamos decir que la felicidad en “c”olombia es directamente proporcional a la desdicha.
Hay que encontrarle la belleza a la tristeza, para crear poesía, para cantar, para hacer memoria. Esto es lo más que se me ocurre decir a quiénes han sufrido desgracias y tragedias por estos días de tanta enfermedad, luto y dolor, porque se me están agotando las palabras para consolar, para despertar ánimo, para escribir emociones, es por esto por lo que en esta columna de hoy no encuentro nada más apropiado que compartirles este texto de Enrique Buenaventura para clamar esperanza y ungirlos un poco de buen ánimo, para aferrarnos a un halo de ilusión y buena energía.
¿Habrá que cantar en los tiempos difíciles?
La gente suele decir
no es este tiempo
un tiempo para cantar,
es un tiempo maldito,
un tiempo para callar
Y yo digo ¡hay que cantar!
Hay que cantar ahora,
en este minuto,
en esta polvareda de segundos
hoy aquí en este cementerio
¡Hay que cantar!
Hay que cantar para hacer salir el sol,
para que se abran las flores,
para que engendre la tierra,
para que sientan los hombres
que la sangre por las arterias
sube a sus corazones.
Sólo la voz derrota al grito
apaga al alarido
y seca el llanto
y detiene al asesino
y aplaca a los locos y las fieras.
Hay que cantar ahora,
hoy, aquí, en este sitio
en donde estamos sitiados
por la violencia y la guerra.
Bendita sea la voz
que arde y sobrevive como llama
y bendita sea la luz que irradia
sobre los oscuros seres humanos.
PD: Hay estados y gobiernos que pensando en la salud y la calidad de vida por encima de la economía, han sabido accionar y cercar la epidemia para bien de todos, evitando una desmedida infelicidad en su sociedad. @eldelteatro