Qué increíble que la moda colombiana esté hoy día en la mira de cada vez más compradores internacionales y reconocidos editores de moda.
Muchos pensarán que nuestras marcas y diseñadores llevan bastante tiempo presentando exitosamente sus propuestas en el extranjero, como lo ha hecho nuestra querida Silvia Tcherassi, quien lleva más de 30 años de trayectoria bajo su manga, vistiendo en la actualidad a personalidades de la realeza como Rania de Jordania y a cantantes como Jennifer López, pero realmente es de un tiempo para acá que contamos con una variada paleta de creativos que están cruzando la frontera y llevando la moda colombiana a otro nivel.
La barranquillera Johanna Isaac, experta en estrategia de marca y consultora independiente en estrategia para negocios de modas, nos lo explica mejor:
«Hay marcas que vienen haciendo hace mucho tiempo trabajos de exportación importantes. Sin embargo, siento que antes nos veían como unos buenos productores, pero no como unos proporcionadores de diseño, es decir, sabían que Colombia era un gran productor de vestidos de baño, ropa interior y algunas prendas de ropa exterior, pero no con un alto contenido de diseño».
«No éramos un punto de referencia creativo en Colombia», expresó y añadió que si pudiera decir cuándo comenzó a crecer la exportación de diseño en el país, sería aproximadamente hace 5 años.
Según Isaac, este giro de 180 grados ha posicionado a Colombia como el mejor referente entre sus países vecinos, utilizando su experiencia como productor y sus creativas propuestas de diseño en pro de un negocio de moda sostenible.
Asimismo, comentó que tanto el gobierno como varias entidades públicas y privadas están apoyando a la industria que hoy está más unida que nunca.
Estas son buenas noticias para quienes están siguiendo los pasos de aquellos diseñadores colombianos que ya han logrado dejar el nombre de nuestro país en alto, como el fundador de la marca de zapatos, Aquazurra, Edgardo Osorio, el diseñador colombo-francés, Haider Ackermann, reconocido por su impecable sastrería y la gran embajadora de la moda colombiana en la actualidad, Johanna Ortiz, con sus famosos boleros.
De hecho, los tres han figurado en la revista inglesa, Business of Fashion (BoF), la cual publica anualmente el listado de las 500 personas más influyentes en la industria global de la moda.
Pero la lista de diseñadores y marcas nacionales que han cruzado frontera apenas comienza.
¿Qué me dicen de Esteban Cortázar, el primer colombiano en desempeñarse como director creativo de Ungaro o de Kika Vargas, quien entró recientemente a las tiendas por departamento estadounidenses, Nordstrom y Bergdorf Goodman con sus colecciones cargadas de estructuras y volumen?
La salvadoreña Francesca Miranda, radicada en Colombia, es otro ejemplo, con su prestigiosa línea de novias en Estados Unidos, El Salvador y Asia.
Pink Philosophy ya se ha expandido por Latinoamérica, Estados Unidos, España y los Emiratos y la firma Leal Daccarett ha participado en trunk shows en la prestigiosa plataforma en línea de venta de ropa y accesorios, Moda Operandi.
En marroquinería, las exclusivas carteras elaboradas en pieles exóticas de Nancy González y Adriana Castro, han protagonizado la cinta Sex and the City 2 y han sido lucidas por celebridades y socialités en distintas latitudes.
Por su parte, M2Malletier, hace presencia en más de 65 países con su exitosa manija needle (aguja) y en joyería, Mercedes Salazar continua siendo una de nuestras grandes representantes.
En cuanto a ropa de playa contamos con Agua Bendita, esparcida por todo el continente, además de un franquicia en China y con Maaji, en más de 50 países, entre tiendas y multimarcas.
La marca resort Waimari, con sus vestidos veraniegos y salidas de baño ya alzó sus alas, lo mismo que la marca de calzado, Kaanas, aterrizando ambas en Nordstrom.
Pecho inflado de orgullo y aplausos infinitos para cada uno de ellos por haber sabido surcar las desafiantes olas del gran océano que representa la industria de la moda internacional.
Más cerca de casa
Más cerca de casa, en la vecina ciudad de Panamá, lugar en donde resido, además de las tradicionales marcas con las que crecí en Colombia como Mario Hernández, Leonisa y Onda de Mar, entre otras, vienen llegando cada vez más creativos colombianos, que de pronto para ustedes son pan de cada día pero que, para los panameños, son carne fresca.
En tiendas tenemos a la renombrada empresa Agua Bendita y a Portomar con su ropa y vestidos de baño para hombres inspirada en el mar.
Otras marcas y diseñadores colombianos las podemos encontrar en las boutiques multimarca Designer’s Closet y Quinta Estación, principales puertas de entrada al mercado panameño.
En Designer’s, tenemos a Pepa Pombo, Renata Lozano, Andrés Otálora, Leonor Rincón, Pamela Stevenson, Natalia Munárriz, Daniella Batlle, Kleid, Eugenia Fernández, Pompousa, Manacoa, Fashion Lessons, Mola Mola, Laura Dávila con sus piezas de joyería y a las carteras A.Rinkel, por solo mencionar algunas.
Por su parte, Quinta Estación, le apuesta al calzado de Jessica Caballero, Grazia y Silvia Cobos. En vestuario a María Elena Villamil, Argemiro Sierra, Pink Philosophy, La Obra de Arte Soy Yo, Geraldine Lustgarten, Goretty Medina y Duma & Co, entre otras.
Asimismo, ofrece lingerie de Suki Cohen y ropa de playa de Juan De Dios Swimwear y Maygel Coronel, quien también ha participado en trunk shows de Moda Operandi.
En bolsos, Quinta presenta las mochilas Waya y la joyería de marcas como Pajarolimon y Liza Echeverry.
Esta pequeña muestra habla más que mil palabras. Pero, ¿cuáles serían los aspectos en los que deberían trabajar aún más las firmas colombianas para continuar un constante ascenso en el mercado de la moda internacional?
Isaac me compartió algunas de sus sugerencias basadas en sus 24 años de experiencia en el medio: “Para mí es un tema de desarrollar las empresas enfocadas en el negocio y no solamente desde la estética. Se necesita más planeación, hacer una estrategia, un plan de negocio, de logística, de trabajar aún más en el costeo y de reforzar la manufactura y la calidad, porque ya la inteligencia y la creatividad están. Es hacer de las marcas de moda, realmente, compañías exitosas desde la perspectiva del negocio”, puntualizó.
Aún hay mucha tela que cortar, pero lo bueno es que, definitivamente, vamos camino a la cima.