Para una cena informal, entre amigos, no es necesario tener tantos adornos en la mesa porque dificulta que entre unos y otros se vean las caras para conversar, o se enreden al momento de que servir los alimentos. Un centro sencillo con pocas flores o un jarrón no de tanta altura o simplemente unas velas (si es de noche) son ideales y más que suficientes para decorar una mesa.

Un bonito mantel, impecable, es importante; lo mismo que los individuales que se quieran colocar como opción.

¿Cuántas veces no hemos visto a invitados que por error toman el cubierto o la copa equivocada? Unas veces porque tal vez porque desconocen las normas de etiqueta, pero otras, porque el anfitrión no ha sabido colocar esos elementos en el sitio indicado.    

Siempre debemos recordar que el tenedor va a la izquierda del plato y el cuchillo y cuchara a la derecha. La cuchara para el postre debe ir en la parte superior sobre el plato principal.

Si la ocasión es una cena formal el anfitrión debería, por lo menos, poner dos copas en la mesa: una de agua y otra para el vino.

Los platos deben ser ordenados de acuerdo a la comida: el más grande, para el plato fuerte, irá abajo, y luego, encima, el más pequeño, que generalmente se usa para la entrada. 

El pan también tiene su plato y lugar. Debe ser siempre junto a las copas, encima de los cubiertos del lado izquierdo.

En cuanto a la servilleta, debe colocarse al lado izquierdo del comensal. Jamás debe utilizarse como si fuera un pañuelo, solo para limpiarse los labios antes y después de comer.

Las pimientas, sal o salsas deben estar al alcance de los invitados, nunca pida a su acompañante que se las pase, y menos cruzar los brazos por la mesa.