Empresariales / 23 de julio de 2022

“Corazón de melón”, el emprendimiento tejido con amor de hijos

Marcela Paternina Mercado en una de las ferias de empredimiento de la Secretaría Distrital de Desarrollo Económico.

Alix López

Marcela Paternina, sincelejana, arrancó con proyecto de accesorios cuando tuvo que dejar la universidad luego de quedar embarazada de su primer hijo. Está próxima a graduarse y las ventas siguen creciendo.

La línea de accesorios de Marcela Paternina, creadora de Corazón de melón.

¿Estás segura que ese nombre es comercial?, es la pregunta que le hacen algunas personas que no conocen a Marcela Paternina Mercado cuando encuentran su marca en las cuentas de Instagram por donde comercializa sus accesorios.

Lo que no saben es que “Corazón de melón”, como se llama su emprendimiento, nació en una de las etapas más difíciles de su vida, pero que a la larga le valió para demostrarse cuán valiente es, como ella misma lo confiesa.

Marcela Paternina, su esposo Alejandro Gacham Eljach y sus hijos Luis Felipe López y Karim Gacham Paternina.

Esa fue la época en que su mamá, Marta Mercado Paternina, le dejó de financiar sus estudios de Derecho en la Universidad Pontificia Bolivariana luego de quedar embarazada de su primer hijo, Felipe López, de 8 años.

“Mi pareja de entonces me dio la espalda y me sentí en el aire, pero no podía quedarme así”, dice.

Esta sincelejana de 32 años, criada en Sahagún (Córdoba) asegura que el haber crecido junto a las mujeres emprendedoras de su familia fue clave para salir adelante.

Entonces se llenó de valor y recordó lo que había aprendido de su abuela paterna Leonor Domínguez desde su niñez: el tejido.

“Me enseñó a hacer balacas con cinta, rosarios, y horneaba merengues. Nos enseñó a ahorrar y a ser independientes. Así hicieron mis tías”, asegura.

Y entre las clases de Derecho y el nacimiento de su primer hijo, comenzó a crear accesorios.

«Corazón de melón» distribuye para todo el país.

Recuerda que con los 20.000 pesos que tenía en sus manos compró unos encajes y algunas piedras. “Desbaraté collares de mi mamá y lo que hice lo vendí a mis amigas. Ahí empezaron a pedirme collares, aretes, pulseras”, añade.

Por eso cuando participó en las primeras ferias de emprendedores tuvo que formalizar el suyo y a buscarle un nombre. “Salió de mi corazón, del amor por mi hijo al que todas las noches le decía: tú eres mi corazón de melón. De ahí salió mi marca”, cuenta con mucho orgullo.

«Crear accesorios es crear magia, imprimirle la alegría del Carnaval y el amor por mis hijos. A veces veo imágenes y las replico o cuando los clientes me piden determinado artículo», afirma.

Dice que lo que empezó de manera empírica ha ido creciendo hasta mejorar la técnica para trabajar en acero inoxidable, mostacillas checas, bronce, sodio y perlas naturales, entre otros. «Yo trabajo colecciones en homenaje a las regiones de mi país”, asegura.

Marcela ya terminó sus estudios académicos de Derecho en la Universidad Luis Amigó, está casada con el comunicador social barranquillero Alejandro Gacham Eljach, unión de la que nació su hija Karim, de dos años.

“Con Alejandro nos complementamos porque él no solo me apoya en la realización de videos, fotos para redes y el logo de la marca, sino que a veces también se pone a elaborar productos”, destaca.

“Corazón de melón” (@accesorios_corazondemelon) ha participado en varias ferias en Sucre, Córdoba y Barranquilla. “Debo agradecerle especialmente a la Secretaría Distrital de Desarrollo Económico porque además de capacitarme como emprendedora, me ha invitado a ferias en las que he crecido comercialmente. Ya estoy enviando a Miami y Costa Rica. Estoy feliz viviendo en la capita del Atlántico”.

Marcela quiere seguir creciendo con su empresa, complementarla con sus estudios de Derecho. «Corazón de melón es mi sueño hecho con amor», puntualiza.

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