Dr. Rodolfo Vega Llamas
Columnista / 30 de abril de 2022

Cuando éramos felices pero no lo sabíamos

Una gran pregunta que me hago, ¿es posible alcanzar la felicidad y atesorarla o solo se puede aspirar a momentos de felicidad? ¿Existe un camino que garantice ser feliz?

Cada día la felicidad cobra protagonismo; los filósofos griegos se plantearon dos preguntas esenciales: ¿qué es la felicidad y qué hacen felices a las personas? Ante estas interrogantes se dieron tres posturas diferentes. Por una parte, se encontraban los filósofos, como Aristóteles, que afirmaban que ser feliz implicaba lograr la autorrealización, alcanzar las metas que nos hemos propuesto, esta corriente se conoció como el hedonismo.

Otra corriente afirmaba que la felicidad significaba valerse por sí mismo, ser autosuficiente y no tener que depender de nadie; es decir, le daban gran valor a la autonomía, la independencia. Por su parte, los estoicos iban un paso más allá y afirmaban que la felicidad solamente se podía alcanzar cuando se es ajeno a las comodidades y se sigue una vida basada en la virtud. Por último, la tercera corriente griega que se dedicó analizar la felicidad fue el hedonismo. Para su máximo representante, Epicuro, la felicidad significaba experimentar placer, tanto físico como intelectual, y sobre todo huir del sufrimiento, y algo interesante decía Epicuro, y era huir de los excesos porque estos terminan provocando angustia.

Más tarde el racionalismo le dio su análisis al concepto de felicidad al comprenderla como la adaptación a la realidad. A mediados  del siglo XIX surgió una corriente filosófica llamada “Nuevo Pensamiento”para la cual la felicidad era una actitud mental, una decisión. Segun Matthieu Ricard manifiesta  que la felicidad está en focalizarnos en nuestro interior en vez de concentrarnos en el exterior.

Para Mihaly Csikszentmihaly, un gran investigador en el ámbito de la psicología positiva, lo que nos mantiene motivados, absortos en lo que estamos haciendo, hasta tal punto  de perder la noción del tiempo, eso nos reporta satisfacción y felicidad.

Sin embargo, para filósofos  como Nietzsche, el ser humano no ha sido concebido para ser feliz, sino que está destinado a sufrir. Según Algunos neurocientificos, la felicidad es una serie de cambios bioquímicos que ocurren en nuestro cerebro.

Hay una pregunta importante ¿será que la felicidad toque a nuestra puerta, o al contrario saldremos a buscarla? En otras palabras, la felicidad no es una meta, es un camino por recorrer, y recordar que cada persona la experimenta a su manera, es algo subjetivo, todo depende de cada significado que cada persona le confiera a cada situación de la vida.

La felicidad tiene un enemigo latente, se llama estrés, y realmente el estrés no es el problema, la falta de recuperación luego del estrés sí lo es. Les voy a dar tres consejos: el primero es tomar descanso de minutos, de horas, en los que recomiendo caminar, ir al gimnasio, bailar, descansar durante la noche, incluso tomar días de descanso, y tomar vacaciones ya sean semanas incluso meses. Es necesario la recuperación mental y corporal no importa cómo lo hagas, lo importante es descansar.

Hay cosas simples que te hacen feliz según Seligman, viajar mucho y no es el viaje en sí, sino planearlos, vivir el presente, no hay que vivir expectativas irreales, tener gratitud, agradecer a tus seres queridos todo lo que hacen por ti, salir a la calle, algo tan simple como caminar es positivo y aumenta los niveles de serotonina en el cerebro.

Escuchar música. No dudes que la música va a influir en tu estado de ánimo, practica ejercicio y verás como las endorfinas te harán percibir la realidad de manera positiva; rodéate de gente positiva, la felicidad es contagiosa. Inicia proyectos, no tengas miedo al fracaso.

Lo relevante es que para ser feliz no se necesita inversiones económicas, todo depende de ti.

Recuerda que la felicidad es una consecuencia, no una recompensa. En ocasiones llega cuando menos esperas y  se va sin avisar, en ocasiones radica en cosas sencillas, y lo más importante no se puede comprar, si fuera así las personas que aparecen publicadas por  la revista Forbes siempre serían felices.

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