Hay personas que viven en una caja de ilusiones, siempre envidiando al vecino, al amigo, admirando el carro ajeno, la casa ajena, hasta la profesión que no es la suya. Se sienten inferiores lo que son, creen ser inadvertidos, que no han logrado nada, siempre deambulan con un espejo, no son felices con lo que lograron. Estas personas me dan lástima, viven en constante envidia, su ego no les permite crecer con su verdadero yo, no tienen sus propias aspiraciones, porque la envidia los corroe; no son capaces de desprenderse de lo que quieren ser y no se aceptan como son.

Estas personas no se desconectan de esa visión egoista, no aceptan que en la vida hay gente que ha logrado más, y el saber que ellos no, los perturba hasta quitarles el sueño.

Esta gente anda desapercibida, porque te saludan como grandes amigos, pero no, son más que arpias de la sociedad y se pueden encontrar en tu entorno más cercano y hasta familiar; son enemigos invisibles, levantan la copa del festejo y por detrás te meten el puñal.

Estas personas son codiciosas, egoistas, son rivales invisibles. Se ofenden con el triunfo de los demás, sienten desagrado, enojo y sufren, se preguntan ¿por qué a él le va bien y a mí no?: No duermen porque su avaricia no los deja, en el fondo son egoistas, viven en comparación permanente; en el fondo buscan siempre ser más y ganar frente a lo que otro adquirió con gran esfuerzo y sabiduría.

En el fondo la envidia es una tristeza del bien ajeno, o tal vez un celo arraigado en una limitación propia, su propia desvalorizacion la proyectan en los demás y por eso sienten alegria por el fracaso ajeno, porque en el fondo son unos fracasados.

El envidioso ignora al que triunfa, no te da importancia; cuando veas que un amigo no festeja tu éxito ponle el sello, tiene envidia, apártalo de tu entorno y aléjate pronto. Pero, además, demuéstrale amabilidad hasta ayúdale a ser mejor persona.

Pero ¿qué hay detrás de la envidia?
Son personas sin autoestima, no tienen una autocrítica con una madurez establecida, sienten miedo de su futuro y gozan haciendo comentarios dañinos del amigo, del familiar exitoso. Eso les da calma, el minimizar el éxito ajeno.

En otras palabras, la envidia es una emoción negativa.
Hay cuatro tipos de envidia: la inerte, emulativa, agresiva y rencorosa según un artículo que leí.

Cuando te encuentres frente un envidioso y le quitaste la máscara, te recomiendo que seas cauteloso. Hazle favores y ten bondad hacia ellos, estos actos termina por hacerles bajar la cabeza.