Empresariales / 15 de julio de 2023

El lío de cuatro influencers por presunto engaño en redes

Los influencers son ‘máquinas’ para hacer dinero, aunque muchos también colaboran con marcas por medio de trueques.

Miguel Utria

Estos creadores de contenidos están a punto de ser sancionados por la Superintendencia de Industria y Comercio, por publicidad engañosa.

Un fuerte llamado de atención de la Superintendencia de Industria y Comercio –SIC- a cuatros creadores de contenidos, por presunta publicidad engañosa, abre el debate sobre la responsabilidad de estos personajes que día a día ganan más espacios en redes sociales y medios de comunicación, y se hacen millonarios  por la cantidad de dinero que cobran por sus servicios.

Se trata de Yina Calderón, Yeferson Cossio, Luisa Castro y Mariam Obregón, que se han hecho  populares en las redes, a quienes la Superindustria les abrió investigación que podría terminar en una sanción con multa por más de 2.300 millones de pesos a cada uno, en caso de comprobarse irregularidades.

Luisa Castro
Mariam Obregón

Y es que el fenómeno de los influencer que se tomó las redes sociales, está en todo su furor, hasta el punto de convertirse en una estrategia comercial y comunicacional que no solo ha desplazado a profesionales en ciertos oficios, sino que su actividad mueve millonarias sumas de dinero.

La SIC, que es la entidad encargada de defender los derechos de los consumidores, dijo, en un comunicado, que los anteriormente mencionados “no habrían entregado a sus seguidores información clara, veraz, suficiente, oportuna, verificable y precisa sobre los productos promocionados, lo que induciría a cometer error”.

Y es que esta manera de comunicar pasó de mostrar lo que hace una persona, a una actividad tan monetizada que hoy día representa la única fuente de ingresos de muchas personas, que les alcanza para mantener a sus familias y vivir con lujos.

Yeferson Cossio, otro de los influencers que está en la cuerda floja.

Precisamente, el caso de Yeferson, tiene que ver con una publicación en la que promueve un curso sobre cómo monetizar las redes, basado en su experiencia y no en cifras concretas y argumentadas, lo que la Superindustria considera como riesgo de inducir a error a los seguidores del influenciador.

En cuanto a Yina Calderón la investigación se da porque no cumplió con la advertencia hecha meses atrás sobre ser clara al momento de mostrar un producto que promovía.

Según la SIC, Yina debió “suministrar a los consumidores información clara, veraz, suficiente, oportuna, verificable y precisa sobre los tiempos de entrega, sobre su política de cambios y sobre el derecho de retracto de los productos promocionados”.

Yina Calderón

El referencia a Luisa Castro y Mariam Obregón dice el organismo de control, que estas “no atendieron los requerimientos realizados por la entidad de allegar la publicidad emitida sobre los servicios de captación de dinero, que promocionaban a través de sus redes sociales, ni informaron sobre su relación comercial con el anunciante para promocionar dichos servicios”, y ello ponía en riesgo a los consumidores de cometer errores.

El fenómeno de los influencers comenzó como una manera de comunicar lo que ciertas personas hacen, ya sea en el campo personal, familiar o laboral, pero pasó a convertirse en  una ‘máquina de hacer dinero’. Ello por los testimonios de muchos de estos influenciadores, quienes alardean de lo que ganan por la actividad que realizan.

Los ingresos de estos creadores de contenidos tienen que ver con la evaluación que hace la red Youtube del desempeño del canal, la cantidad de suscriptores y las visitas en cada uno de los videos publicados por los influenciadores. Cuando sobrepasan el mínimo de 10.000 visitas, Youtube empieza a mostrar anuncios en sus videos y los creadores ganan dinero por comisiones de esa publicidad.

En una publicación del año pasado, el creador de contenidos identificado como ‘Vicora’, dijo que había entrevistado a varios de sus amigos influenciadores sobre cuánto ganaban estos mensualmente, y de acuerdo con las respuestas, los ingresos oscilaban entre 15 y 500 millones de pesos al mes. Pero la respuesta de Yeferson Cossio dio a entender que en un mes podría ganar 1,4 millones de dólares al mes (más de 5 mil millones de pesos colombianos a valor presente).

Un análisis al fenómeno lleva a afirmar que la actividad que ejercen los creadores de contenido se convirtió en una estrategia de tipo comercial, pues se  aprovecha la prominencia del personaje que hace de influenciador y la cantidad de personas que lo siguen para promover una marca, un producto o un personaje.

Muchas empresas o sociedades han visto en los influenciadores  la mejor opción para lograr un éxito en las promociones de sus marcas, hasta el punto que han desplazado a profesionales de la comunicación que han sido formados para ejercer estas actividades.

Estos personajes son altamente solicitados en el actual escenario que vive el país de cara a las elecciones de octubre próximo. Las campañas políticas han desplazado el papel de los asesores de prensa para darle paso a los influencers, y que sean ellos quienes manejen los contenidos de sus redes sociales, inclusive en muchos de los eventos públicos, estos hacen las veces de animadores y transmiten dichos acto en sus redes, dada la cantidad de seguidores que tienen.

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