Lo último / 5 de julio de 2025

Diogo Jota: la llama de un legado que hoy une al mundo

Romario Quintero

El futbolista del Liverpool fue símbolo de una generación:28 años, 4 títulos internacionales y una familia unida. Al menos 10 deportistas han perdido la vida en accidentes viales, de los cual seis eran futbolistas.

Diogo Jota junto a su familia luego de ganar la Premier League 2024-2025.

Por más contradictorio que parezca, la muerte a veces se convierte en una paradoja de unión. Diogo José Teixeira da Silva, conocido en cada rincón del césped como Diogo Jota, nació para pisar canchas con una ligereza voraz y un instinto goleador que lo distinguió desde su debut. Su nombre, ahora tatuado en la memoria del fútbol, resuena con fuerza tras una tragedia que sacudió no solo al deporte rey, sino a toda la familia deportiva global.

Nacido el 4 de diciembre de 1996 en Massarelos, Oporto, Portugal, Diogo se forjó a pulso. Fue en las filas del Gondomar SC donde se empezó a esculpir el jugador que maravillaría al Wolverhampton y, posteriormente, al Liverpool FC.

En los ‘Reds’, bajo la mirada de Jürgen Klopp, vivió uno de los capítulos más luminosos de su carrera: goles determinantes, noches europeas y un espíritu competitivo que hacía juego con su carácter reservado pero contundente dentro del vestuario.

En su palmarés brillan títulos que hoy cobran una dimensión casi poética: una Premier League, una FA Cup, una Supercopa de Inglaterra, una Supercopa de la UEFA y un Mundial de Clubes. Con la selección portuguesa, la gloria llegó de forma compartida: campeón de la Liga de Naciones 2019 y pieza clave en la generación que heredó el peso de Cristiano Ronaldo.

UNA TRAGEDIA EN LA CARRETERA

La noticia, tan fría como brutal, recorrió el mundo un amanecer de julio: Diogo Jota había perdido la vida en un accidente de tráfico.

El choque, ocurrido en las afueras de Oporto cuando se dirigía a visitar a su familia, dejó atónitos a compañeros, rivales y aficionados. Con él viajaba su esposa, quien sobrevivió con heridas menores, y su hijo de apenas tres años, que salió ileso.

El luto se extendió primero por Anfield y después se desbordó hacia estadios, calles y plazas donde su camiseta número 20 ondea como símbolo de su paso firme y honesto por el fútbol.

UN PADRE, UN HERMANO, UN HIJO

Jota era mucho más que un futbolista letal. Para quienes compartieron vestuario con él, siempre fue el tipo discreto que se quedaba practicando tiros cuando el entrenamiento ya había acabado. Para su esposa, su roca y confidente. Para sus padres, el niño que nunca dejó de llamar cada noche cuando jugaba en Inglaterra. Para su hijo, el héroe que prometía enseñarle a rematar de cabeza en el jardín de casa.

El testimonio de Virgil van Dijk tras confirmarse la noticia estremeció a todos: “Diogo era la clase de persona que te hace mejor jugador solo por estar a su lado. Hoy nos deja un vacío que ningún gol podrá llenar”. Cristiano Ronaldo, con quien compartió concentración y sueños, escribió en su cuenta oficial: “Fuiste hermano, compañero y rival en los entrenamientos. Hoy serás eterno”.

Diogo Jota y Rute Cardoso en su boda antes de su accidente.

UNA DESPEDIDA SIN FIN

Jota se va a los 28 años, con más goles por marcar, más asistencias que dibujar, más sueños que enseñar a su hijo. Pero la fragilidad de la carretera convirtió su promesa en un recuerdo colectivo. Hoy, el fútbol está de luto, pero también se aferra a la herencia de su sonrisa tímida y sus goles en noches europeas.

Porque a pesar de la muerte, Diogo Jota sigue marcando: une camisetas rivales, escudos que compiten, corazones que hoy laten al unísono por un chico de Massarelos que aprendió que el balón es redondo, pero la vida, a veces, es una curva mortal.

Que su legado nos recuerde siempre que ningún partido está ganado hasta el pitazo final. Y que, mientras rodemos por la carretera, cada deportista y cada hincha lleva consigo una historia que vale más que cualquier trofeo.

Comunicado del club Liverpool de Inglaterra por la trágica noticia.

DEPORTISTAS QUE PERDIERON LA VIDA EN LA CARRETERA

En la memoria del deporte mundial se atesoran goles, títulos y gestas que inmortalizan nombres. Pero también, como un revés cruel de la historia, hay una lista de vidas truncadas que no distingue escudos ni disciplinas: la carretera, implacable y silenciosa, ha segado carreras prometedoras y leyendas consolidadas.

El fútbol, deporte de masas, lleva sobre sus espaldas una nómina trágica que crece sin remedio, un recordatorio de que ni la fama ni el talento blindan contra la fatalidad. Hoy repasamos algunos de los casos más recordados y rendimos homenaje a quienes se fueron demasiado pronto, dejando un vacío que trasciende canchas, vestuarios y tribunas.

José Antonio Reyes (1983-2019)

Velocidad pura dentro y fuera de la cancha. El extremo español, producto de la cantera del Sevilla y campeón con Arsenal, Real Madrid, Atlético de Madrid y la selección, falleció un 1 de junio cuando su coche se estrelló en una autopista entre Utrera y Sevilla. Tenía 35 años, un palmarés brillante y planes de retiro en su tierra natal. Su muerte reabrió el debate sobre la imprudencia al volante: las investigaciones confirmaron que circulaba a más de 200 km/h.

Emiliano Sala (1990-2019)

El delantero argentino protagonizó una historia trágica y mediática. Tras firmar su traspaso del Nantes al Cardiff City, abordó una avioneta Piper PA-46 que desapareció sobre el Canal de la Mancha. El fútbol entero siguió la búsqueda hasta el hallazgo de los restos. Su muerte desnudó irregularidades en los traslados privados de futbolistas y dejó una pregunta recurrente: ¿qué tanto protege la industria a sus protagonistas?

Juan Bastía (1960-1987)

El zaguero argentino era un referente de Unión de Santa Fe. Su muerte ocurrió en un accidente automovilístico en la ruta 11, cuando regresaba de un partido. Tenía apenas 27 años. Hoy, cada aniversario es recordado por los hinchas Tatengues como un símbolo de fidelidad y compromiso.

Davide Astori (1987-2018)

Aunque su caso no fue un accidente vial —falleció por muerte súbita en la concentración de la Fiorentina—, su partida se enlaza con otras tragedias que invitan a reflexionar sobre la fragilidad de los deportistas. En su honor, la Serie A retiró el número 13 en la Fiorentina y el Cagliari.

Junior Malanda (1994-2015)

El prometedor mediocentro belga del Wolfsburgo perdió la vida a los 20 años cuando el coche en el que viajaba se salió de la carretera en Alemania. No llevaba puesto el cinturón de seguridad. Se especuló sobre la velocidad y las condiciones meteorológicas. Era uno de los jóvenes más cotizados de la Bundesliga.

Luciano Re Cecconi (1948-1977)

Campeón con la Lazio, el mediocampista italiano murió de forma insólita y absurda: bromeando con un amigo joyero, simuló un robo y recibió un disparo mortal. Un recordatorio de que, a veces, la imprudencia y la desgracia se combinan fuera de la cancha.

ACCIDENTES QUE MARCARON EL DEPORTE

Ayrton Senna (1960-1994)

Su caso es distinto: murió en pista, en Imola, tras estrellarse en la curva Tamburello. Pero su leyenda se alimenta del riesgo extremo al volante. Su funeral paralizó Brasil y dejó una herencia de medidas de seguridad que hoy salvan vidas en la Fórmula 1.

Kobe Bryant (1978-2020)

La estrella de los Lakers perdió la vida junto a su hija Gianna en un accidente de helicóptero en California. La tragedia expuso los riesgos de los traslados privados y el uso de aeronaves en condiciones meteorológicas adversas.

Nicky Hayden (1981-2017)

Campeón mundial de MotoGP en 2006, el piloto estadounidense falleció tras ser atropellado mientras entrenaba en bicicleta en Italia. El impacto con un coche lo dejó en coma irreversible.

Marco Simoncelli (1987-2011)

Como Senna, su accidente ocurrió en competencia. Pero Simoncelli es otro nombre que se suma a la memoria de los que se van antes de tiempo, víctimas de la velocidad que ellos mismos domaban.

ESTRELLAS QUE SE APAGARON EN SILENCIO

A la lista se suman figuras menos mediáticas, pero igualmente dolorosas para su entorno:

  • Jason Mayélé, congoleño del Chievo Verona, falleció en 2002 tras chocar de camino al entrenamiento.
  • Nikola Jokanović, jugador serbio, murió junto a su familia en 2006 en la carretera.
  • Ben Idrissa Dermé, futbolista burkinés, murió en 2016 en un accidente automovilístico en Francia.
  • Moisés Villarroel, promesa boliviana, perdió la vida en 2014 cuando su moto fue embestida por un camión.

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