Después de haber vivido una primera semana de julio como la más caliente de la historia en el mundo, se disparan las alarmas, pues todo indica que los próximos meses serán aún más calurosos.
Hace calor, muchísimo calor. Tanto, que a veces pareciera que nos derretimos… No es un tema menor, pues la primera semana de julio ha sido considerada como la más caliente de la historia en el mundo. Expertos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), admitieron que hay alarma entre la comunidad científica por los récords de temperaturas que se registran en el planeta.
Michael Sparrow, director de investigación de la OMM, explicó en un comunicado que si bien de los efectos del cambio climático se ha venido hablando desde hace décadas, lo que estamos viviendo en este mediado de año no tiene “precedentes”, y agregó que en algunos lugares del mundo, como en el Atlántico Norte, el aumento de las temperaturas supera lo que “los modelos habían predicho”.
“Las temperaturas están batiendo récords tanto en la tierra como en los océanos”, con «impactos potencialmente devastadores en los ecosistemas y el medio ambiente», aseguró la OMM.
Mientras en España y Uruguay hay sequías extremas, algunos estados de EE.UU. y China enfrentan olas de calor que ponen en peligro a decenas de millones de personas. Mientras que el hielo antártico se derrite a niveles jamás vistos.
“Hay mucha preocupación entre la comunidad científica y existe un esfuerzo para tratar de entender estos cambios que estamos viendo. Es muy preocupante”, agregó Sparrow.
El calor extremo
Copernicus, el servicio climático y meteorológico de la Unión Europea, informó que los tres días más calurosos jamás registrados se vivieron en la primera semana de julio, cuando la temperatura mundial promedio alcanzó los 16,89 grados Celsius el lunes 3 de julio; superó los 17 grados Celsius por primera vez el 4 de julio, y batió récord el 5 de julio, cuando alcanzaron los 17,05 grados Celsius, el más caliente de todos.
Parte del aumento de las temperaturas son atribuidos al fenómeno de El Niño, que se desarrolla en el Pacífico tropical, y que es un patrón climático recurrente. Se espera que los efectos de este fenómeno, que apenas comienza, se prolonguen hasta mediados de 2024, por lo que en los próximos meses es posible que se registren temperaturas más altas de las actuales.
¿Y los mares?
Por lo general la mayor alarma se relaciona con la temperatura del aire, que lo que más impacta en la gente. En el caso de la Costa Caribe se suma la fuerte humedad, que produce modorra y aumenta la sensación de calor. Pero son los océanos los que acumulan más calor, según explican los expertos.
Las altas temperaturas del Atlántico Norteson significativas alrededor de las costas de Reino Unido, donde algunas áreas registran hasta 5 grados Celsius por encima de lo que es usual en esta época, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU. (NOAA), que lo calificó como una ola de calor de categoría 4.
La OMM dijo que los niveles del hielo marino antártico el mes pasado estaban un 17% por debajo del promedio desde que comenzaron las observaciones por satélite.
«No se trata solo de la temperatura de la superficie, sino que todo el océano se está calentando y está absorbiendo energía que permanecerá allí durante cientos de años», dijo finalmente la OMM.