Un grupo de alumnos de la academia musical Fagico posa con el director, Julio Giraldo.
¿Qué tienen en común Luis Alfredo, concursante de Factor Xs 2014; Aleja Clark, quien cantó en La Voz Teens 2016, y Giani Pérez, participante del La Voz Colombia en 2013?
Además de ser talentosos jóvenes barranquilleros apasionados por la música y el arte en general, todos fueron formados en la academia musical Fagico, donde potenciaron sus habilidades para cantar, bailar, actuar y moverse como pez en el agua sobre un escenario.
Como ellos, muchísimos jóvenes costeños han sacado adelante su proyecto artístico y musical en esta academia abierta hace 18 años por el músico barranquillero Julio Alfredo Giraldo Rodríguez, y su esposa, la administradora Dayana Collazos.
Entre ellos están Jaziel, Valentina y Yuliana, exconcursantes de La Voz Kids; y Melisa Anaya, Andrés Betancourt, Stefany Gutiérrez, Luis Ángel, Alexa, Andra y Camilo Vela, exparticipantes de Factor X, todos formados en Fagico y todos con el sueño de ser grandes artistas.
“Este es un proyecto familiar innovador que tiene la finalidad de formar e impulsar a niños y jóvenes con talento artístico. Nos impulsa el amor a la ciudad y el poder aportar un grano de arena a todos esos muchachos que son potenciales artistas”, explica Julio Giraldo, director de Fagico.
Giraldo es parte de cuarta cohorte de artistas que fueron profesionalizados, después de muchos años de experiencia musical, por la Escuela de Bellas Artes de la Universidad del Atlántico, de tal manera que hoy cuenta con el título de licenciado en música, cosa que, dice, le enorgullece mucho.
Desde hace 25 años se ha dedicado a hacer, producir y enseñar música en su academia, en la que, cuenta, se hace un proceso de formación del ser humano. “Nosotros formamos artistas, pero también personas honestas y soñadoras. Les inculcamos valores como el respeto, la solidaridad y el trabajo en equipo. En últimas, transformamos la vida de nuestros alumnos”, dice.
Fagico es un proyecto de la familia Giraldo Collazos que fue seleccionado como uno de los nueve emprendimientos seleccionados, entre 260 participantes, para hacer parte del programa Quilla Innova, de la Alcaldía de Barranquilla.
En este emprendimiento familiar participan los hijos de la pareja: el mayor, Luis Alfredo, de 22 años, quien fue el primer proyecto de Fagico en lanzarse a la televisión nacional. El joven cantautor participó con éxito en La Voz Kids en 2014 (se le conoció como Luisito, del equipo de Maluma); y posteriormente hizo parte del elenco de la serie juvenil Bia (en el rol de John Caballero), de Disney, canal al que sigue vinculado en calidad de compositor.
También integra la academia el hijo menor, Luis Ángel, de 16 años y estudiante de producción audiovisual en la Escuela Distrital de Artes (EDA), se encarga precisamente de la producción de los videos y de las fotografías en su estudio. Sus cuñados Hernando Collazos y Roy Salgado son los otros socios de esta emprendimiento familiar.
En calidad de profesores permanentes están Álex Ahumada, entrenador vocal; Miguel Arrieta, entrenador musical, y Gabriel Ariza, entrenador de baile y expresión corporal, además de los instructores que tienen en otras disciplinas.
Los alumnos llegan general por recomendaciones, y el único requisito es ser un chico talentoso y soñador. Las clases, online y presenciales, se dictan en los niveles básico, intermedio y avanzado. “Con una metodología didáctica y divertida potenciamos su arte entrenándolos en arte, dibujo, fotografía, actuación, técnica vocal y expresión corporal”, entre otros.
A partir de su trabajo, Fagico ha logrado establecer puentes con los canales Disney y Nickelodeon, y ha tocado las puertas de casas disqueras como Sony Music, pues la idea es abrirles campo a sus alumnos en esos escenarios.
“En Barranquilla hay muchísimo talento, pero muchos de esos chicos con grandes virtudes para cantar o actuar no cuentan con los recursos para este tipo de entrenamientos, por eso nosotros en este tiempo hemos becado a muchos jóvenes. Sin embargo, sería bueno que las empresas conocieran lo que hacemos y se vincularan, porque si a los niños les damos arte, no solo les hacemos bien a ellos sino a la sociedad”, puntualiza el director de la academia.
