Personaje / 15 de junio de 2024

“Este triunfo es un premio a la perseverancia”: Óscar Díaz, nuevo rey del Festival Francisco el Hombre

Óscar Díaz, en el Festival Francisco El Hombre cuando expresaba sus agradecimientos al salir triunfador.

Miguel Utria

El joven cantante y actor barranquillero, nieto del legendario Leandro Díaz, se ha preparado desde muy niño para ser un artista consagrado. Es profesional en cultura física y está a punto de culminar su doctorado en Educación Deportiva en la Universidad de Baja California, México. Además, aspira a incursionar en la política.

La vena artística de Óscar Díaz es bastante reconocida en el mundo del folclor vallenato, pues es nieto del gran maestro Leandro Díaz (q.e.p.d.) e hijo del también reconocido Ivo Díaz; es decir, una verdadera dinastía de este arte que les ha merecido reconocimientos a lo largo de la trayectoria de sus carreras.

Oscar acaba de ser coronado como mejor cantante del Festival Francisco El Hombre, celebrado recientemente en la ciudad de Riohacha, departamento de La Guajira, en su versión número 16.

Pero además su acordeonero Junior Larios se alzó con el galardón de mejor intérprete del instrumento y su conjunto fue reconocido como el mejor del festival, un triunfo por partida triple que se convierte en historia por ser la primera vez que una misma agrupación se lleva los trofeos en las tres categorías de dicho evento.

Los dos ganadores posaron orgullosos con sus respectivos trofeos. En la trima también celebra el triunfo Genaro Redondo Choles, alcalde de Riohacha.

Esto que llena de orgullo al joven artista, nacido en Barranquilla, es como él mismo afirma: un reconocimiento a la perseverancia y constancia, pero también a la seguridad de alguien que tiene para mostrar lo mejor de sí. “Nosotros siempre fuimos con la mentalidad de ganar, de entregar lo mejor que cada uno tiene para dar y con la seguridad de que nos preparamos bien para esto”, dijo el cantante de 36 años de edad.

INFLUENCIA ARTÍSTICA

El ganador con su padre Ivo, frente a una foto de su abuelo Leandro Díaz.

“Lo más bonito que ellos pudieron darme fue la formación, preparándome, llenándome de información, consejos, regaños, guías y todo un sinnúmero de factores en favor de lo que hoy es mi carrera”, afirma Oscar Díaz al referirse a la influencia que ejercieron sobre él su padre y abuelo que lo hacen hoy el único heredero que alza la bandera musical de su dinastía.

No recuerda exactamente desde qué edad comenzó su relación con el arte musical, solo que fue desde muy niño. Pero en su mente está el año 2005 como el inicio de la parte en que su trabajo y arte comenzaron a ser empresa.

Antes había sido aprendiz de las escuelas del afamado turco Gil y la Escuela Rafael Escalona y como partícipe de torneos intercolegiales de Valledupar. Sin embargo tras radicarse en la ciudad de Bucaramanga, es cuando forma su agrupación para comenzar su carrera musical de manera más formal.

“Ya habiendo formado mi propio grupo y comenzado a cantar más en serio, entonces hubo más incidencia en los consejos, en los regaños, en las enseñanzas. Había un poco más de seriedad y de compromiso tanto de ellos hacia mí como de mí hacia ellos”.

VARIOS PREMIOS

A lo largo de sus años como cantante acompañó a reconocidos artistas como Jairo De la Ossa, Romario Munive y Carlos Torres, quienes triunfaron en diferentes categorías del Festival Vallenato de Valledupar estando con ellos.

Junior Larios, el mejor acordeonero del Festival Francisco, durante su presentación.

Además, con su voz ganó en festivales de El Molino, San Diego, La Paz, y en 2017 fue el ganador de la canción inédita de Valledupar con una canción de su padre Ivo Díaz.

Óscar y su agrupación hicieron recorrido para llegar al festival de Riohacha primeramente en la ronda regional por Santander, departamento al que representaron por ser Bucaramanga la ciudad en la que se ha formado académicamente y que le ha dado los amigos que le han acompañado en su actual camino artístico.

Después de las competencias regionales se seleccionan 10 grupos que concursan en una primera ronda de la que clasifican cuatro que van el segundo día de competencias. En esa primera ronda Óscar Díaz y su conjunto quedaron en tercer lugar.

En el segundo día de competencias el conjunto fue el primero en salir a la tarima, lo que para muchos puede ser un punto en contra. Sin embargo Óscar asegura que “quien pega primero pega mejor”. Y así fue porque en la noche final su agrupación se consolidó como la mejor en todas las categorías.

Díaz cantando a todo pulmón en una de sus aplaudidas presentaciones en el Festival de Riohacha.

TRABAJO EXIGENTE

El conjunto ganador en Riohacha lleva varios años de trabajo con el que han hecho muchas presentaciones y con el que deciden entrenar a doble ritmo para asegurar una destacada participación.

“Nos preparamos mucho para este concurso. Hay ciertos parámetros y rigidez en las normas que nos obligó a hacerlo así, y la preparación fue bonita, hecha a toda cabalidad y conscientes de lo que íbamos a hacer, y que debíamos hacerlo bien”.

Como premio del concurso ahora sigue la grabación de un trabajo musical. Pero además Díaz, ya adelantaba un trabajo desde su proyección artística con el conjunto vallenato, y está haciendo casting para otras telenovelas.

En su rol de actor ha participado en producciones como ‘El Hijo del Cacique’, en la que interpretó a Diomedes de Jesús, estuvo en Leandro Díaz, y acabó el montaje de una obra de teatro con el maestro Dago García que está a punto de gira nacional.

Además de ser profesional en Cultura Física, Recreación y Deporte de la Universidad Santo Tomás, es magister y está a punto de culminar su doctorado en Educación Deportiva y Ciencias del Deporte de la Universidad de Baja California, de México. Asegura que se desenvuelve bien como actor, que es una etapa de la vida artística que le sirve para impulsar su carrera musical. Pero afirma de manera vehemente que en el futuro su aspiración es incursionar en la política.

“Ahora somos embajadores del Festival Francisco el Hombre, y eso es un gran compromiso. Desde lo personal, esto es un premio a la perseverancia, a la continuidad a la pertinencia, un premio a querer seguir creyendo en algo. Mi familia y amigos están muy felices, y eso quiere decir que ha valido la pena. Y cuando uno insiste y persiste algo ha de pasar”.

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