Por la sequía, el Canal de Panamá opera con lentitud: unos 130 buques está atascados esperando que el nivel de las aguas se normalicen y puedan volver a pasar.
El Canal de Panamá es noticia por estos días, y en Colombia lo ha sido por partida doble. Primero, por la sequía extrema que golpea este emblemático paso entre los océanos Atlántico y Pacífico y que hoy tiene atascadas a unas 130 embarcaciones, lo que representa pérdidas estimadas en USD 200 millones. Segundo, porque esta situación indujo a un error al presidente colombiano Gustavo Petro, quien afirmó en X que “la sequía cierra el canal”, lo que llevó al gobierno panameño a desmentirlo.
Pero no es para menos que el Canal de Panamá esté en la mira de todos, si se tiene en cuenta que por ahí pasa todo tipo de carga, desde portacontenedores –el segmento estrella del negocio—, hastabuques refrigerados con frutas, pasando por graneleros, gaseros y portavehículos que, en conjunto, representan casi el 6% de la economía mundial.
Las escasas lluvias en Centroamérica y, por consiguiente, la baja en los niveles de agua en la región del Canal, obligaron a las autoridades a tomar medidas para poder continuar con las operaciones, aunque con consecuencias significativas. A raíz de ello, las precipitaciones y la cantidad de agua del Lago Gatún, encargado de abastecer al canal interoceánico, se mantendrían escasos. Y el impacto obvio es sobre el comercio que por allí se mueve.
Sin duda, este paso marítimo es vital para las cadenas de suministro en todo el mundo. Pero como no es el único, en MiREDvista te contamos cuáles son algunos de esos puntos cruciales para el comercio marítimo y qué características tienen:
1. Canal de Suez
Este portal entre Oriente y Occidente está ubicado en Egipto. Tiene una longitud de 193 kilómetros y desde 1869 conecta el mar mediterráneo con el mar Rojo. En 2020 transitaron 19.311 barcos por allí, con alrededor de 1.210 millones de toneladas de carga, según los datos de la Autoridad del Canal de Suez (ACS), lo que representa el 12% del comercio global; por tanto es vital para el normal funcionamiento de la economía en el mundo. Dentro de las mercancías que transitan por este lugar una de los más relevantes es el petróleo. Según la ACS, casi dos millones de barriles de crudo pasan por ahí cada día.
Además, aproximadamente el 8% de gas natural licuado se transporta por el canal de Suez. Si el Canal del Suez no existiera, los envíos que viajan entre Asia-Pacífico, el océano Índico, el mar Arábigo y Europa tendrían que atravesar todo el continente africano, lo que aumentaría los costos y alargaría sustancialmente los tiempos de viaje. Esta vía marítima solo se ha cerrado tres veces en la historia, por consecuencia de conflictos políticos.
2. Canal de Panamá
La apertura del canal de Panamá fue en 1914 y revolucionó al comercio marítimo en el mundo. Considerado una de las grandes obras de la ingeniería latinoamericana del siglo XX, desde hace más de un siglo es sin duda la ruta más corta entre los dos mayores océanos del mundo: el Atlántico y el Pacífico. Por este canal se mueve casi el 6% del comercio mundial: más de 13.000 barcos lo cruzan de un lado a otro cada año para llevar sus mercancías. La dimensión de este paso es gigante: lo cruzan 144 rutas marítimas que conectan 160 países y con destinos a alrededor de 1.700 puertos. Lo otros es su importancia fiscal para Panamá, pues aporta el 6,8% al PIB panameño, y para América Latina, pues la mayoría de los países se benefician por el comercio hacia el Caribe y del Caribe hacia el Pacífico. Este canal está construido en base a un sistema de esclusas que, a pesar de que le ha permitido operar ininterrumpidamente, puede ser su principal debilidad, pues depende de las lluvias para su funcionamiento, y es por ello que en este momento está en crisis por el impacto de la baja lluviosidad en la región. La escasez de precipitaciones pone en jaque el complicado mecanismo de esclusas que mueve los barcos entre un mar y otro.
3. Estrecho de Ormuz
Es, sin duda, uno de los pasos marítimos más estratégicos del mundo, pues conecta a los productores de petróleo de Medio Oriente con mercados clave en Asia Pacífico, Europa y América del Norte. El estrecho de Ormuz tiene 160 kilómetros de largo, y a diferencia de los canales de Suez y Panamá, es un paso marítimo natural que no está controlado por ningún país. Este paso une el golfo Pérsico con el golfo de Omán –donde se ubican países como Irán, Kuwait, Arabia Saudita, Bahréin, Qatar y Emiratos Árabes Unidos— y el Mar Arábigo. En su punto más angosto, el canal separa a Omán de Irán por tan solo 33 kilómetros. Tiene dos vías marítimas, y cada una mide apenas 3km. A pesar de que no hay cifras oficiales respecto al tránsito de este canal, se estima que una quinta parte de las exportaciones mundiales de petróleo pasan por aquí: casi 21 millones de barriles transitan al día por este paso marítimo, equivalentes al 21% del consumo mundial de líquidos derivados del petróleo. En su mayoría, el crudo es de Arabia Saudita y sus principales destinos son China, India, Japón, Corea del Sur y Singapur. Por eso esta zona sea el centro de tensión entre varios países.
4. Estrecho de Malaca
Este paso marítimo corre a lo largo de unos 930 kilómetros entre el océano Índico y el Pacífico. Su punto más estrecho está frente a Singapur, y tiene solo 2,7 kilómetros de ancho. Unos 84.000 barcos lo cruzan cada año, lo que representa un 25% del comercio mundial. Dos tercios del tonelaje que pasa por este estrecho es petróleo crudo del Golfo Pérsico. Es decir, alrededor de 16 millones de barriles, destinados, en su mayoría, a China y Japón. Pero también es importante para las cargas a granel y los contenedores, y en general para todas las mercancías que hay entre Medio Oriente y el Lejano Oriente. Este paso se ha vuelto cada vez más importante para potencias económicas como China, Japón y Corea del Sur, pero también para las emergentes del sudeste asiático. China no quiere seguir dependiendo de este estrecho pues son muchas las naciones que tienen intereses geopolíticos allí.