Nuestra Gente / 30 de abril de 2022

“Me gusta mi trabajo así sea fuerte”: María Angélica Calvo

María Angélica Calvo reliza el mantenimiento del jardin del bulevar de la calle 98 entre carreras 42G y 44. desde las 7 de la mañana hasta las 5 de la tarde.

Zoraida Noriega

Es una de las pocas mujeres del programa Siembra Barranquilla de la Alcaldía Distrital que se encarga del mantenimiento de los amplios jardines de los bulevares. Con motivo del Día del Trabajador cuenta cómo es su faena diaria a la intemperie.

Es cierto que ningún trabajo es deshonra, pero es mucho más valioso si es por necesidad, sin tener en cuenta el sacrificio y sin importar si es a la intemperie.

Con ocasión del Día del Trabajador, una celebración mundial que nació en Chicago, EEUU, con una huelga de trabajadores que pedían sus derechos, dialogamos con María Angélica Calvo, una fornida joven morena que dejó su tierra natal María La Baja, municipio de Bolívar, para venirse a Barranquilla en busca de nuevos horizontes que le sirvieran para sostener y ayudar en la educación a sus tres hijos (17,14 y 12 años).

Podar las plantas hace parte de la rutina diaria.

Su oficio tiene que ver con el cultivo, poda y todo lo relacionado con la labranza que aprendió en su pueblo con machete en mano. Eso le sirvió para que Siembra Barranquilla (un programa de arborización liderado por la administración distrital) la vinculara desde hace año y cuatro meses, siendo una de las pocas mujeres dedicadas a ese oficio.

Su pareja, que también se desempeña en ese programa hace 3 años, la asesoró e impulsó para que ella “no se quedara nada más cocinando en la casa”.

“Yo estuve un año sin trabajar. Por la pandemia a todos nos sacaron de la entidad, pero después me volvieron a llamar y aquí estoy. Es que sembré para recoger, porque había hecho bien mi labor”.

Es la responsable del mantenimiento del jardín del amplio y largo bulevar  situado en la calle 98 entre carreras 42G y 44. Además de barrerlo y regarlo para que los espacios verdes perduren, se encarga de podar las plantas ornamentales y estar pendiente que no les caiga plaga.

Todavía sigue sin entender cómo muchos ciudadanos, sobre todo los paseadores de perros no contribuyen en recoger los excrementos de sus mascotas cuando las sacan a pasear. “Es una misión que tenemos todos los días y a cualquier hora. Nos toca limpiar una y otra vez”.

Mientras se acomoda la gorra que hace parte del sudoroso uniforme gris que lleva el logo del programa, María Angélica asegura: “me gusta mi trabajo así sea fuerte”.  Se refiere a que desde que comienza su jornada de  7 de la mañana a 5 de la tarde (con una hora libre para almorzar) le toca soportar sol, lluvia y la fuerte brisa cuando es la época.

Sin embargo, confiesa que ya está acostumbrada a los cambios climáticos. “Lo más duro es la poda y limpiar los bordillos del bulevar  porque las plantas crecen mucho”.

Está de acuerdo con el célebre refrán: “El trabajo duro purifica el espíritu y ennoblece a quien lo hace”.

Cargando una gran tijera, machete y demás enseres que necesita para su trabajo, de su casa en el Barrio Nueva Colombia (suroccidente de Barranquilla) sale  en bus a las 6 de la mañana, para llegar puntual a cumplir su jornada diaria, sin antes dejarle preparado los alimentos a sus hijos.

¡Feliz día a María Angelica y a todos los trabajadores colombianos!

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