Lorna Cepeda ha tenido que hacer una pausa en su carrera debido a la pandemia, pero se ha mantenido activa en las redes sociales dando consejos caseros.
La reconocida actriz dice que en la cuarentena lo que más extraña son sus viajes y hacer teatro que, pese a la exigencia, la cautiva por los aplausos del público.
Cuando se menciona a Lorna Cepeda es inevitable remontarse enseguida a su exitoso papel de Patricia Fernández, La peliteñida en la recordada telenovela Yo soy, Betty la fea que se estrenó por allá en 1999. Fue prácticamente el despegue de su carrera actoral, que para ella llegó “como una bendición”, porque le cambió su vida personal y profesional.
De ahí en adelante se fue encauzando en la actuación, aunque antes había hecho parte del elenco de Padres e hijos, entre otros seriados. Por estos días la hemos vuelto a ver en la pantalla en la repetición de la telenovela del género de comedia costumbrista del Caribe Chepe Fortuna, encarnando La celosa, un peculiar personaje, divertido, desparpajado y que suele meter la pata sin querer queriendo.
Los roles como costeña le caen como anillo al dedo, y más cuando tienen un toque cómico ya que ella no hace mucho esfuerzo para interpretarlos porque además de que es “cartagenera-barranquillera” como dice, su buen sentido del humor siempre está a flor de piel. Se ríe de sus propias ocurrencias y hasta de ella misma.
En 23 años de su trayectoria ha hecho papeles distintos a la comedia, en unos como actriz de reparto y en otros como protagonista, lo que evita que la gente la encasille como tal. Sin embargo, confiesa que se identifica más con la comedia. “Me encanta que la gente se ría de mis personajes y hasta de mí. Lo chévere es que la pasen bien. Es que provocar risa es una de las cosas más gratificantes de mi profesión”
Usted nació en Cartagena, pero creció y estudió piscología en Barranquilla, ¿Qué le dicen en Bogotá por su marcado acento costeño?
–Aunque vivo hace mucho en Bogotá, me ha tocado neutralizar el acento por mi trabajo. ¡Pero mi hablado costeño no me lo quita nadie!. A mí me da risa, porque cuando voy a la Costa mis amigas se burlan diciéndome que mi acento es cachaco, y en Bogotá otras me dicen que soy la más costeña de todas. Entonces uno queda como en el limbo.
¿Cómo ha afrontado la pandemia?
– Tenía una cantidad de compromisos con el monólogo Totalmente rubia con el que me estaba yendo bien en Colombia y lo presenté en Ecuador, pero tuve que parar. El pasado sábado hice una función virtual (con todos los permisos necesarios) y como resultó bueno, hoy sábado vamos hacer otra. Es para que el teatro no muera en la pandemia. En cuanto a la Tv tenía grabaciones para marzo para una nueva serie y no pudimos por lo mismo. Ya estamos en agosto y no tengo idea si va a continuar.
Cuando actúa en solitario, ¿todavía se pone nerviosa?
-¡Claro! Cuando estoy con varios compañeros no me da tanto susto, pero en el monólogo Totalmente rubia me da pavor antes de salir, pero cuando veo que el público comienza a reírse se me quita todo.
¿Qué es lo que más extraña en el encerramiento?
El teatro. Los aplausos del público, sentir esa adrenalina que te brinda. En las tablas la sensación es mágica, se produce una catarsis con el público, a diferencia de la Tv o el cine. Yo estaba ensayando Diván rojo, de Fernando Gaitán, un montaje renovado en el que compartía escenario con Julio César Herrera y Natalia Ramírez, y justo llegó la pandemia. El teatro es ya, aquí y ahora. La televisión y el cine permiten otro tipo de comunicación, pero en las tablas se produce una catarsis con el público.
¿Qué ha sido lo más duro?
-No poder viajar. Yo no soy de rumbas, porque no he sido muy fiestera, pero sí me hace falta salir de la rutina; todos estos días para mí son lo mismo. Por mi profesión me toca estar un tiempo en una ciudad y a la semana en otra, en fin. Uno tiene que cuidarse, pero esto ha sido muy rutinario, hace que uno pierde hasta la noción del tiempo. Menos mal que en la cuarentena estoy con mis hijos Daniel y Mariano, o de no…¡me hubiera sollado!
La vemos muy activa en las redes hasta dando consejos, ¿de dónde los saca?
–No es que sea muy experta en las redes (jajaja), pero todo lo hago yo. Es un camello hacer estos videos, que todo salga bien, que tengo que estar arregladita, etc. Me inventé @lornarecomienda, donde presento recetas y consejos que eran como de las abuelas y que antes no les parábamos bolas porque no había tantas cosas como hoy, pero funcionaban. Antes de publicarlos investigo mucho. Hago mucho emprendimiento para ayudar a la gente, y tengo también una tienda virtual para que puedan comprar ahí.
¿Algún secreto para mantenerse’
-Me cuido. En esta cuarentena he estado como una loca, no me arreglo mucho, a veces como demasiado en una semana, y ya en la otra me pongo muy juiciosa. ¿Pero qué más hace uno? He aprendido a cocinar, aunque no tanto, antes era pésima (jajaja). Pero he ido mejorando, menos mal que conmigo está todavía la persona que fue la niñera de mis hijos. Pero añoro la comida costeña. ¡Uff! Cada vez que voy a Barranquilla o Cartagena no te imaginas… !yo me embuto! Tengo que llegar con tres kilos abajo para poder comer de todo. No puedo evitarlo.
Entonces, ¿cómo se cuida?
–Lo que pasa es que los tiempos han cambiado. Yo veía a mi mamá a los 33 como una señora. Hoy no, una mujer a los 30 es una pelada. La gente que hoy está entre los 45 o 50 no parece que tuvieran esas edades, se ven más jóvenes. Todo es cambiante, la moda, el maquillaje, la actitud. Me parece que la vida se ha alargado más. ¿Qué cuál es el secreto para mantener mi cabellera? La verdad es que me hago masajes y tratamientos raros.
¿Cómo está su corazón?
— Sigo soltera. Estoy tranquila, feliz.
Su hija Daniela ya alzó el vuelo desde que se casó, ¿le gustaría ser abuela?
-¡No veo la hora¡ Sería la mujer más dichosa del mundo. Lo que pasa es que mi hija está muy joven y apenas está disfrutando su nueva vida.
Qué le gusta más ¿los papeles de reparto o protagónicos?
–He protagonizado muchos no solo en Colombia sino en Argentina y Venezuela, pero me encantan y prefiero los de reparto. Porque siento que puedo jugar mucho con esos papeles, me puedo arriesgar y me puedo dar más licencia. Los protagónicos tienen en general otra estructura y es difícil salirse del formato. En Chepe Fortuna, por ejemplo, fui la más feliz con La celosa’. Después participé en Casa de reinas
A propósito, ¿está viendo otra vez a ‘Chepe Fortuna’?
-De vez en cuando. La celosa me hizo reír muchísimo, me gustó mucho ese personaje. Además, tuve excelentes compañeros con mucha experiencia como Carlos Muñoz, Margalida Castro y Judy Henríquez, entro otros. Con Judy lo pasé increíble. Fue la mejor partner, la mejor compañera, independientemente de su gran talento. Yo amaba grabar con Judy porque era mi alegría. Me acuerdo que siempre se reía conmigo en las grabaciones.