La exvirreina universal de la belleza, productora y actriz colombiana radicada en Estados Unidos dice que en la disciplina ha estado la clave de su éxito ante las cámaras.
A la actriz Carolina Gómez se le nota lo feliz que anda por estos días, y tiene razón para estarlo. Hace un par de semanas terminó la serie que ella protagonizó junto a Marlon Moreno y George Slebi, La venganza de Analía, cuyo último capítulo alcanzó 15,7 de rating y que lideró el ranking de los 20 programas más vistos en Colombia durante los casi tres meses que estuvo al aire.
“Analía me dejó muy, muy satisfecha”, dice la exvirreina universal de la belleza desde Los Ángeles, Estados Unidos, donde reside. “Es que pocas veces los actores tenemos la oportunidad de hacer un protagónico que nos deje tan plenos, pues por lo general son personajes limitados desde el punto de vista dramático y sin muchas complejidades emocionales”, explica durante la charla que sostuvo en exclusiva con MIREDVista.
La serie cuenta la historia de una mujer, Analía Guerrero, que decide tomar venganza por su propia mano, contra Guillermo León Mejía, el asesino de su madre y un político corrupto que hará todo con tal de llegar a la presidencia del país. “Me satisface haber logrado interpretar a un personaje con un arco dramático tan bien escrito. Con Analía me identifico en la personalidad fuerte, resiliente, motivada, enfocada, meticulosa”, continuó.
Durante la conversación, a ratos se notaba agitada. “Es que estoy preparando el almuerzo; en esta cuarentena a todos nos ha tocado”, explicaba en medio de carcajadas. “La verdad es que cocino decente (risas)… ¡todavía no he matado a nadie!”, respondió con gracia ante la pregunta de qué tal lo hace.
Estos días de encierro Carolina Gómez los ha pasado en Los Ángeles con su esposo, el español Borja Aguirre, con quien ha compartido la última década. Su hijo, Tomás Hoyos, quien recientemente terminó estudios profesionales en Savannah, Georgia, trabaja ahora en Miami.
UN PIE AQUÍ Y OTRO ALLÁ
Carolina Gómez hace parte de ese puñado de exreinas que un día decidió probar suerte en los medios de comunicación. Esta bogotana de corazón, nacida en Cali hace 44 años, fue Señorita Colombia en 1993 y en 1994 representó al país en Miss Universo, donde por poco gana, quedó de segunda. Al año siguiente prácticamente se fue a vivir a los Estados Unidos. “Desde que entregué la corona tengo un pie en Colombia y otro por fuera”.
Recuerda que por esos años modeló algunas cosas en Estados Unidos e Italia, presentó programas de televisión, entre ellos Locos videos, y se dedicó a trabajar como productora de televisión. Esto último fue lo que la llevó a la actuación. “Me encontraba en un momento complejo en el que no me hallaba a mí misma y estaba deprimida pese a que, profesionalmente era muy exitosa: era gerente de mi compañía productora, tenía un restaurante y hacía dos programas de radio, pero aún así no estaba satisfecha, ni plena conmigo misma”.
Un día su pareja de ese momento le preguntó que qué era lo que realmente quería hacer y ella sin titubear le dijo que quería presentar noticias, pero que no deseaba actuar, le aclaró, porque ya para ese entonces la habían estado ofreciendo papeles. “Es que respeto mucho esa profesión y hay actores muy buenos, que han estudiado, por eso no quiero hacerlo”. Entonces cuando empacó maletas y se fue a Atlanta, EEUU.
PRIMER PAPEL
Sin embargo, a la semana, su mánager la llamó y le habló de una muy buena oportunidad. Siguiendo los consejos de su pareja, que la motivó a aceptar, decidió vender su empresa, cerrar el restaurante y los programas de radio para hacer el casting. Así llegó a su primer papel protagónico con Martín Karpán en El auténtico Rodrigo Leal (2003), bajo la dirección de Juan Pablo Posada y Andrés Marroquín. “Yo siempre he dicho que Andrés Marroquín me descubrió como actriz y que Juana Uribe ha sido la productora que ha estado en mis grandes proyectos. Yo la adoro”, apunta.
Hoy esta cotizada actriz reconoce que con esa novela ella se enamoró de la actuación. Por eso decidió estudiarla posteriormente en la reconocida academia española Corazza, en Madrid, con grandes maestros del ramo. A la fecha ha participado en 21 telenovelas y series, un reality y 10 películas en Colombia, Argentina, Brasil, España y Estados Unidos.
Pero, ¿cuál es la fórmula del éxito para que ella no sea una reina más que se las da de actriz? “La disciplina, sin duda… Yo pienso que el actor es como el atleta, que entre más entrena, más eficiencia tiene, y ahí la disciplina es la que te permite alcanzar el mejor trabajo posible. Yo empecé a actuar relativamente grande, a los 27 años, y afortunadamente no he tenido tiempos muertos, siempre he estado trabajando. Mi éxito también es de mi equipo de trabajo, de mi manager Diana Camacho. Y lo otro es haber salido de Colombia: eso me ha permitido abarcar y explorar otras culturas, otras idiosincrasias. La vida misma es una herramienta importante para salir adelante en la actuación”.
AYUDA EN LA PANDEMIA
Desde marzo, esta exreina y actriz lidera el proyecto Misión Salvar vidas, con la Patrulla Aérea Civil, con el que lleva elementos protección a profesionales de salud en120 municipios y medicamentos en coordinación con el Ministerio de Salud, y respetando obviamente los protocolos.
“Hasta el momento, 1.800 profesionales se han beneficiado y más de 2 millones de colombianos. Iniciamos llevando a todas la poblaciones más vulnerables de región Pacífico, San Andrés, Leticia, La Dorada, Bogotá y la zonas fronterizas con Venezuela y Brasil. La semana pasada estuvimos en Nariño”, explicó.
Contó además que siete talentosos artistas colombianos donaron su obra, para imprimirlas en bolsas de mercar reciclables con el fin de recaudar fondos para esta labor social. Se pueden comprar en las páginas web www.suitex.com ; www.patrullaaerea.org y www.yoactuo.com. Carolina asegura que este tipo de actividades las hace por vocación. “Eso hay que llevarlo al corazón. Yo lo he asumido con amor”, dice.
Como dos proyectos actorales que tenía quedaron en pausa por esto de la cuarentena, se ha dedicado a hablar en sus redes sociales de salud y bienestar, temas que le apasionan y con los que espera también ayudar a muchos dando tips y consejos para una mejor calidad de vida.
Finalmente confiesa que en medio de tantas actividades, su gran anhelo en la vida es ser feliz, vivir a plenitud. “Soy feliz, pero anhelo serlo de forma permanente. Quiero que al final pueda decir: qué buena vida la que tuve, que me pueda despedir en paz, sintiendo que fui feliz de verdad”. RB