Ustedes saben que me encanta siempre comenzar a cocinar, contando una pequeña historia de aquello que tenemos en el plato. Mi madre decía que para aprender a «comer» lo primero era saber y conocer lo que estábamos comiendo. De aquí nace la cultura por educar nuestro paladar que tiene la virtud de identificar miles de sabores. ¿Y saben que tenemos sabores propios?

La receta de hoy es un producto maravilloso y noble. Y escribo noble porque se presta para hacer miles de recetas con el… la papa. La papa es un gran aporte de nuestro continente americano a la historia de la cocina en el mundo. Cuando los españoles vinieron y la conocieron la denominaron: «oro vegetal».

Y ni le pararon bolas. La papa propiamente es originaria del Perú y Chile, era el principal cultivo en las elevadas planicies de Los Andes en los tiempos de los Incas que fueron los primeros que la cultivaron.

Tardíamente Europa recibió y se dio cuenta de sus beneficios y gracias al farmaceuta francés, Parmentier, quien hizo una campaña para popularizar este humilde tubérculo y por eso se ganó el título de «apóstol de la papa».

LLAPINGACHO

Es una tradicional receta de Ecuador y Perú, es uno de los platos más conocidos  en la sierra ecuatoriana.

INGREDIENTES

2   –  libras de papa pelada

2   –  tazas de queso fresco desmenuzado

2   –  huevos

4   –  cucharadas de mantequilla

3/4   taza de cebolla picada

        sal al gusto y aceite para freír

PREPARACIÓN

Cocinamos primero las papas en agua y sal hasta que se ablanden. Luego las escurrimos y las trituramos.

Cuando ya estén bien suavecitas le incorporamos el queso, los huevos, la cebolla que debe estar sofrita en la mantequilla y amasamos. Dividimos la masa en partes iguales y hacemos las torticas redondas. Las ponemos

a freír en aceite caliente hasta que doren por ambos lados. Son deliciosas como plato acompañante para un desayuno, para una tarde, para compartir.

NOTA: Este típico plato se ve mucho en el sur de nuestro país.