Mundo Deportivo / 17 de abril de 2021

La lucha silenciosa del fútbol aficionado en tiempo de pandemia

Miredvista.co

Todos los fines de semana que encendemos el televisor observamos fútbol profesional y nos alegramos de goles de Cristiano Ronaldo, Lionel Messi o de nuestro jugador favorito en el fútbol colombiano, pero tal vez no recordamos esos partidos que vivíamos antes de la pandemia Covid-19 en los diferentes barrios de nuestra la ciudad.

Sin importar la categoría, la edad y el nivel de competencia, los entrenadores, jugadores, asistentes, dueños de clubes y ojeadores en estos momentos están viviendo una crisis financiera debido a que los torneos tradicionales que se disputan en la cancha de arena o grama no se pueden realizar de manera consecutiva. También, algunos jugadores desisieron de ir por temor a contagiarse.

Y no es un problema exclusivo del fútbol. Igual corren con la misma suerte actividades como el patinaje, el baloncesto, el ciclismo, el tenis y los deportes de combate, que son los que más practican en Colombia los niños y jóvenes entre 6 y 17 años de edad.

“Poco a poco se va retornando algunas actividades, no son todas. La mayoría son torneos no oficiales, se realizan de manera amistosa para tratar de buscar algo de sustento, pero no es lo ideal porque nosotros vivimos de esto y es jodido estar así”, expresó José Amarís, representante del club Simón Bolívar que se ha visto afectado por la pandemia.

Por su parte, Wilman Padilla asistente técnico de Junior, expresa que le tocó innovar con sus sistemas de entrenamientos y cuenta cómo fue todo el proceso en los meses sin actividad.

“Nos tocó hacer todo desde casa ahora que no hay torneo Sub-20. En cada clase hay varias fases: calentamiento y luego énfasis técnico, físico y táctico, porque hay también trabajo de tablero y pizarra, además de desarrollo sicológico. Es complejo todo, pero toca remar”, expresó el orientador sobre lo complicado que ha sido para el fútbol amateur.

Por su parte, los jugadores que aún no están en un club o que todavía están en el proceso de llegar a una categoría élite consideran que los han dejado abandonados y nadie los ayuda con la alimentación y los aportes básicos que recibían en la liga.

“La verdad todo ha sido duro. Yo jugaba todos los domingos en la cancha Simón Bolívar y por cada partido me daban 50 mil pesos, ahora nadie va a la cancha y esas personas que me daban el aporte no pueden salir de casa. Me tocado dejar mi sueño por el fútbol para ir a acompañar a mi papá en su trabajo de albañil”, expresó Andrés Támara, de la categoría Sub-16, quien jugaba en diferentes campos de la ciudad de Barranquilla.  

Debido a la tercera ola del Covid-19, las escuelas de fútbol en Barranquilla siguen en casa esperando el regreso a las canchas con todas las medidas de bioseguridad.

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