Vanessa y Cristina Jiménez Currea en una feria de emprendedores.
Las dos hermanas, residentes en Malambo, empezaron a ofrecer cuadros elaborados en hilorama como una manera de asumir el tratamiento de cáncer de su papá quien murió en pandemia. Ahora quieren tener su propia galería.
Cristina Jiménez empezó a conocer el arte de tensar hilos con puntillas en 2018, cuando quiso sorprender a su novio, Deiner Rodríguez, con un detalle elaborado por ella el día de su cumpleaños.
En las redes sociales encontró un cuadro con un corazón hecho en hilorama, como se llama esta técnica, y a partir de allí comenzó todo un proyecto al que se unió su hermana Vanessa.
Las dos cuentan que sus primeros clientes fueron amigos y familiares, pero cuando su padre Hernán Jiménez García, fue diagnosticado con cáncer, se dedicaron por completo al emprendimiento, Enfocarte Cuadros, como una manera de generar recursos para el tratamiento y para el hogar.
Eso fue en agosto del 2020 cuando abrieron la cuenta en Instagram para comercializar los cuadros que hoy en día tienen mucha acogida.
Don Hernán murió en diciembre de ese año, y desde entonces, las hermanas Jiménez Currea son todas unas jóvenes artistas que sueñan con tener su propia galería.
Confiesan que la vida no les ha sonreído todo el tiempo porque en el 2002, tuvieron que huir de Purificación, en el Tolima, por la presencia de grupos armados que arrebataron las tierras y las viviendas a decenas de familias como los Jiménez-Currea.
Desde entonces se asentaron en el Municipio de Malambo y con todo el esfuerzo y la disciplina, han salido adelante en medio de las adversidades, cuentan.
Un tiempo después de fallecido don Hernán, su mamá Olga Cecilia Currea decidió irse a Bogotá en donde vive su familia materna. A partir de allí Cristina y Vanessa asumieron las riendas del hogar que comparten y se dedicaron por completo a los cuadros que ofrecen a través de Instagram (@enfocartecuadros) elaborados con materiales como hilo, lana y macramé que plasman sobre madera.
Vanessa se encarga de plasmar los dibujos y de aplicar los colores. “Le gusta pintar los fondos y luego los complementamos con los hilos y puntillas hasta complementar los cuadros”, expica Cristina.
Coinciden en que a lo largo del proceso han encontrado empresas y personas e instituciones públicas como el Centro de Oportunidades y la Secretaría de Desarrollo Económico de la Alcaldía de Barranquilla que no solo las ha capacitado para hacer empresa sino que las invita a las ferias de emprendedores en los diferentes centros comerciales.
Lo mismo ha ocurrido con la Alcaldía de Malambo que es otorgó becas para estudios superiores. Cristina está matriculada en el programa de Diseño de Espacios, mientras que Vanessa quiere ingresar al programa de Comunicación Social. Las dos en la Universidad Autónoma del Caribe.
“Siempre hay una forma de salir adelante y una de esas es emprender. No hay excusas. Esto lo hemos hecho las dos con apoyo, y gracias a Dios hemos hallado personas y empresas que nos han respaldado, pero todo lo nuesto es hecho a pulso”, asegura.
Las obras de arte que plasman estas dos jóvenes hermanas no solo se venden en Barranquilla y otras partes de Colombia sino que ha llegado a países como Estados Unidos. Po eso no van a dejar de persistir para seguir creando e innovando y cristalizar a mediano plazo su propia galería.