Personaje / 27 de noviembre de 2021

Marianne Mendieta, la promotora que se codea con estrellas de la música latina

Marianne Mendieta, quien dice sentirse más barranquillera que ninguna, en una foto en Las Vegas, donde asistió a la entrega de los Grammy Latinos. A la derecha con el salsero Gilberto Santa Rosa, a quien representó cuando ella trabajaba en Sony Music, pero su amistad sigue.

Zoraida Noriega

Trabajo durante 15 años en la Sony Music en Miami, donde hizo carrera representando cantantes que hoy están en las grandes ligas. Actualmente sigue vinculada en la industria musical a través de su propia empresa M4Music.

Acaba de llegar de Las Vegas, donde asistió a los Grammy Latinos; esta semana viaja a Nueva York para liderar una rueda de prensa con el violinista libanes Ara Malikian, y desde ya se alista para estar en los Premios Lo Nuestro en Miami. Y días atrás había estado trabajando en los conciertos que en Miami  ofrecieron Julieta Venegas, Rosario Flores y el cantautor español Melendy. Estas son apenas algunas de las actividades que, al reactivarse la industria de la música tras la pandemia, ha emprendido la relacionista Marianne Mendieta, experta en mercadeo, promoción y promotora de conciertos de artistas latinos.

Marianne Mendieta, las publicistas Annie González y Andrea Ramírez con la actriz y cantante bogotana Juliana Velásquez (centro) ganadora del Latin Grammy a Mejor Nuevo Artista.

“El que siembra recoge”, dice el refrán, bien podía aplicársele a esta barranquillera, como así dice sentirse (aunque nació en Miami, donde actualmente reside) porque ha podido codearse con las grandes figuras de la música latina luego de hacer carrera durante 15 años en Sony Music, empresa en la que no solo representó artistas, sino trabajando en conciertos y asistiendo a todas las galas que tengan que ver con la industria.

Cuando estuvo con Sony  en la lista de artistas con los que trabajó (y con algunos sigue trabajando) figuran entre otros, Luis Miguel, Ricky Martin, Alejandro Fernández, Joaquín Cortés, Plácido Domingo, Roberto Carlos, Pablo Alborán, Paloma San Basilio, Milly Quezada, Gilberto Santa Rosa, Marc Anthony, Lolina y Rosario Flores, Charlie Za, Jorge Celedón, Silvestre Dangond y Shakira. Con ésta última comenta que laboró en sus conciertos en sus primeros tres años la parte latina. antes de que pasara a otro sello.

Con Motiff, productor de Marc Anthony.

Hace casi una década decidió abrir tolda aparte pero de forma independiente desde su propia oficina M4Music. Sigue manteniendo una buena relación con el gremio, los medios de comunicación y con la compañía estadounidense que le abrió las puertas. “El trabajo es el mismo, hago la promoción para los conciertos, organizo las ruedas de prensa y compro la publicidad  dependiendo del artista y del presupuesto. Cada año en los Latin Grammy me asignan varios de los nominados, ya sean de Sony España o Sony Argentina. Les hago las relaciones públicas”, comenta.

“SIGO ENVUELTA EN LA MÚSICA”

Marianne estudió Relaciones Internacionales en Bogotá porque su sueño era desempeñarse algún día en un puesto diplomático que le permitiera viajar por el mundo, conocer otras culturas, de estar de país en país. Sin embargo, al radicarse después en Barranquilla, para estar con su familia paterna, decidió estudiar Administración de Empresas en la Universidad del Norte que, según ella, era lo más parecido.

Un reencuentro con la merenguera Milly Quezada en Las Vegas.
El productor y músico Emilio Estefan también la saludó en los Latin Grammy.

“Ninguna de las dos carreras las pude terminar en Colombia, pero cuando llegué a EEUU validé la de negocios para poder trabajar en la banca internacional. En ese tiempo me sentía a gusto, lejos de pensar que iba a terminar envuelta en la música”, apunta entre risas.

En el book de recuerdos con su hermana Carolina y Shakira cuando llegó por primera vez a Miami para grabar varios remix.

A los 4 años de instalar su residencia en Miami, una amiga le comentó que estaban buscando en Sony Music una agente para la compañía, porque consideraba que con su arrolladora personalidad  era la ideal para ocupar ese cargo.

Las dos bellas hijas de Marianne Mendieta: Isabella y Francoise.

“!Cómo se te ocurre! Yo no sé nada de música”, le contestó Marianne. Pasó un año  y le llegó una nueva oportunidad en dicha empresa.

“Me presenté, me enviaron para una entrevista, y cuando vine a ver ya estaba involucrada firmando contrato con la Sony como coordinadora nacional de promoción y mercadeo (1996). Me tocaba  trabajar todo Estados Unidos, Puerto Rico y República Dominicana. Fue una escuela increíble”.

Cuando cumplió 10 años en la compañía, decidió tomarse un año sabático para viajar con la pareja de ese entonces, pero como había dejado abiertas las puertas, al regresar la nombraron Directora Internacional. “Yo tenía que hacer negociaciones con las afiliadas de Sony de afuera, como Colombia, Venezuela y Centroamérica. Es decir, toda la parte latina incluyendo Australia, porque allá le gusta mucho la música nuestra”.

“Fue un trote terrible. Y aún sigo en las mismas, porque me toca estar de un lado, para el otro”, agrega entre risas.

LATIN GRAMMY POST PANDEMIA

Una de las funciones de Marianne Mendieta es acompañar, gestionar entrevistas y demás apariciones en los medios de los artistas que representa cuando están nominados en importantes premios, como el Latin Grammy, Billboard de la Música Latina y Lo Nuestro, entre otros.

Trabajando en una rueda de prensa con la mexicana Julieta Venegas.

A Las Vegas fue este año con el nominado violinista Ara Malikian, libanés​ de ascendencia armenia y de nacionalidad española. “He comenzado a promocionarlo porque en marzo del 2022 va a actuar en el Carnegie Hall en Nueva York y después en Miami”.

Allí también representó también al argentino Fito Páez, quien recibió el Premio a la Excelencia Musical en acto previo a la ceremonia de los Latin Grammy, en el que igualmente recibieron dicha distinción Gilberto Santa Rosa y Milly Quezada, a quienes les trabajó Marianne cuando estaba vinculada a Sony Music.

EN DEFENSA DE LOS ARTISTAS

Exalta el talento colombiano afirmarmando que “el terreno que está marcando es cada vez más fuerte a nivel internacional. Sobre todo en la música urbana. Me siento orgullosa que, en esta época, un joven como Camilo tenga canciones con contenidos tan bonitos y sencillos”.

Camilo y su esposa Evaluna, en plena ceremonia
de los Grammy Latinos.

Para la dinámica barranquillera tanto “el marketing, relaciones y la promoción de un artista van de la mano. Porque si haces una buena promoción, detrás hay una campaña de mercadeo, de estrategia, y si no ejerces las relaciones públicas ¿cómo puedes vender al artista?. Aquí estamos vendiendo sentimientos, talento y sueños logrados. Los cambios uno los ve después con el tiempo, y eso hace que uno se sienta orgulloso”.

“No conozco a un cantante que no haya encontrado el camino fácil para conseguir el éxito. Es el caso de Luis Miguel, por ejemplo, del que dicen que es arrogante y difícil de abordar, pero según la historia de la serie, a él le tocó muy duro en sus comienzos para lograr fama. Conozco casos de artistas que les han cerrado puertas, les han hecho malos contratos, les han robado, etc. Para llegar a las grandes ligas, no creas que ha sido un camino de rosas sin espinas; pero muchos de ellos con perseverancia, disciplina, y porque creen en su talento, han insistido hasta que pegan con sus canciones. Es una vida complicada. Y eso también pasa en todas partes y en todos los negocios”. 

Esa es una de las razones por las cuales Marianne confiesa que no ha querido ser manager de ningún artista, por lo complicado y difícil. “Así como estoy gozo mi trabajo, mis proyectos, el mundo en que me desarrollo a nivel internacional,  disfruto mi vida, mi libertad y poder compartir”.

El violinista nominado Ara Malikian, uno de los artistas que representa la empresa M4Music.

UN CAFÉ CON ROBIN WILLIAMS

Entre la cantidad de anécdotas que tiene Marianne está el encuentro que tuvo con el famoso comediante Robin Williams, cuyo suicidio en  2014 causó consternación en el mundo del entretenimiento.

“Yo no tenía mucho tiempo de llegar de Colombia, fue por allá en 1996 cuando una mujer al verme en la calle me dijo: mira están buscando extras para una de las escenas de la película ‘La Jaula de las locas’ que están grabando en South Beach. A las extras nos ofrecían 150 dólares por tres días, y aunque a mí la actuación nunca me ha gustado, fui por curiosidad. Entonces después de hacer casting quedé”.

“Estuve días enteros viendo el rodaje. La experiencia fue increíble. Lo que más me emocionó fue conocer a Robin Williams, uno de los protagonistas. En una de las pausas de la grabación me invitó a tomar un café, que él mismo me sirvió. Me pareció una persona divertida, con buen sentido del humor”, recuerda la relacionista.

Contó que cuando fue a ver ilusionada la exitosa ‘Jaula de las locas’ y su “actuación” de extra, le entró un ataque de risas porque en la película nada más a ella se le ve su cabello; sin embargo, confiesa que le quedó la satisfacción de estar muy cerca al oscarizado actor que siempre había admirado.

“En lo poco que hablamos me pareció encantador, alegre y muy sencillo. Cuando se conoció la noticia de su fallecimiento me quedó claro que definitivamente ‘caras vemos corazones no sabemos”.

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