Vida Cultural / 12 de junio de 2021

Obra de Obregón, entre los bienes más preciados de Barranquilla

El maestro Alejandro Obregón junto a una de sus obras. (Archivo Diners/ Olga Lucía Jordán)

Miredvista.co

La huella que dejó en Barranquilla este formidable artista, en sitios como la plaza de Telecom, la plaza de la Aduana, el edificio Mezarahi, La Cueva, el Museo del Caribe, la Torre Manzur y el Teatro Amira de la Rosa, fue declarada Bien de Interés Cultural del Distrito.

Mural ‘Simbología de Barranquilla’, en la plazoleta del Antiguo Edificio de la Aduana.

Los colores fuertes y contundentes de Alejandro Obregón, su forma de combinar el arte figurativo y abstracto y su vanguardismo quedaron plasmados en edificios y plazas muy especiales de Barranquilla, esta ciudad que lo acogió como su hijo y con la que –por más que viajó y vivió en muchos lugares– estableció una especialísima relación a lo largo de su vida.

Obregón, considerado como uno de los pintores más importantes de Colombia, nació el 4 de junio de 1920 en la ciudad de Barcelona (España) y a la edad de 6 años se trasladó con sus padres a Barranquilla. Su obra se caracterizó por sus aportes al movimiento expresionista, creando una iconografía esencial para la modernidad en Colombia.

Mosaico ‘Tierra, mar y aire’, en la carrera 53 con 75.

Su prolífica trayectoria ha explorado temas asociados a la crítica política y social, los bodegones y la naturaleza colombiana. Falleció el 11 de abril de 1992 en Cartagena y fue sepultado en la capital del Atlántico.

Precisamente en Barranquilla estuvo en varios momentos, pero sin duda la etapa más importante en esta ciudad la vivió entre 1955 y 1963, en un momento muy creativo, fructífero y en pleno esplendor creativo, lo que se refleja en los murales, mosaicos, pinturas y esculturas que plasmó en edificios y plazas.

Para reconocer ese legado, y en el marco de los 101 años de su natalicio, recientemente el alcalde Jaime Pumarejo sancionó el proyecto que declara su colección de obras artísticas en Barranquilla como Bien de Interés Cultural del ámbito Distrital (BIC).

Mural ‘Agrario’, en la Torre Manzur (antigua Caja Agraria).

La sanción de este Acuerdo garantiza la protección de siete obras patrimoniales del artista, que dejó su huella en esta parte del país, donde se le recuerda por su influencia en la modernidad artística del Caribe y su relación con el Grupo Barranquilla, del que hicieron parte otros maestros del arte y la cultura como Gabriel García Márquez, Germán Vargas, Alfonso Fuenmayor y Álvaro Cepeda Samudio.

Las siete obras elevadas a Bien de Interés Cultural son:

Telón de boca ‘Se va el caimán’, Teatro Amira de la Rosa.

1. Mural “Simbología de Barranquilla” (1956). Ubicado en la plaza del edificio de la antigua Aduana. 

2. Mural “La Mujer de mis sueños” (1957). Ubicado en el restaurante-bar La Cueva. Fresco, 60 x 100 cm. 

3. Mosaico “Tierra, mar y aire” (1958). Ubicado en la carrera 53 # 75 – 129. Fachada principal del edificio Mezarahi.

4. Mural “Agrario – Homenaje a la Ganadería” (1967). Ubicado en la carrera 45 # 33 – 50, edificio de la Caja Agraria, hoy Torre Manzur. 

5. Escultura “Telecóndor” (1970). Escultura anteriormente ubicada en la plazoleta del antiguo edificio de Telecom. Hoy está en custodio en la Fábrica de Cultura y es propiedad de la Alcaldía de Barranquilla. 

6. Mural “Cosas del aire” (1970). Ubicado en el Museo del Caribe – Parque Cultural del Caribe. 

8. Telón de Boca “Se va el caimán” (1982). Ubicado en la carrera 54 # 92, teatro Amira de la Rosa.

Escultura ‘Telecóndor’, plazoleta de Telecom.

El objetivo es que el legado del maestro Obregón perdure en el tiempo, que sea apreciado por la comunidad y se convierta en referente del aporte de la región Caribe en la construcción de la identidad nacional, como uno de los grandes artistas modernos de Colombia resaltando su obra en Barranquilla.

‘Cosas del aire’, Museo del Caribe.

Tras celebrar la declaratoria de la obra del maestro Alejandro Obregón como un Bien de Interés Cultural del Distrito de Barranquilla, la secretaria de Cultura y Patrimonio del Distrito, María Teresa Fernández Iglesias, dijo que se trata del “mejor regalo que le podemos brindar al conmemorar 101 años de su natalicio. Es la oportunidad para motivar un reencuentro de los barranquilleros con el legado del artista que plasmó la identidad del Caribe colombiano en sus piezas. En el próximo Mes del Patrimonio encontraremos espacios para admirar y reflexionar cada una de estas obras”.
 

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