Ornella Bayona en una de las exhibiciones en vivo de Zoorpresa Silvestre Ecoparque en Puerto Colombia.
El proyecto, denominado Zoorpresa, lo empezó a crear desde cuando trabajaba en el Zoológico de Barranquilla. Su lucha diaria es contra el tráfico ilegal de animales.
En su casa tiene diez animales, la mayoría primates que han sido rescatados de las manos de quienes matan a los adultos de esta especie para comercializar sus crías y venderlas por 20.000 pesos.
Pero Ornella Bayona Herazo, la protagonista de esta historia, va más allá porque a lo largo de seis largos años ha recibido otros 180 animales de diferentes especies, la mayoría domésticos, que hoy en día hacen parte de su proyecto de vida: Zoorpresa Silvestre Ecoparque, ubicado en la calle 6 con carrera 20 del municipio de Puerto Colombia.
“Más que ir a ver al animal, nuestro interés es que conecten con sus historias, la mayoría muy tristes porque las personas que los toman como mascotas desconocen su comportamiento y alimentación, de tal manera que a medida que van creciendo se les convierten en un problema y lo entregan. Mi mensaje es que hay que respetarlos en sus medios silvestres y sus ecosistemas”, asegura.
En la exhibición guiada, que puede extenderse hasta tres horas, además de primates, los habitantes ven aves, morrocoyos, ardillas, guacamayas, conejos y minipig, entre muchos otros, estos últimos tan de moda, dice esta entrenadora animal y educadora ambiental, sobre todo porque la gente comparte videos y fotos porque los adquieren como mascotas.
El problema –dice- se agrava aún más porque la gente acude a la autoridad para devolverlos como CRA, Barranquilla o el mismo Zoológico y resulta que en la ciudad no hay centro de atención de fauna como lo tienen otras ciudades para atender estos casos.
“Es que ya está muy grande y mi hijo no lo quiere”, “Ya se aburrió del animalito” o “Le voy a comprar otro”, son las frases que más recuerda de los adultos que los entregan.
Explica que si bien la ciudad no tiene centro de atención de fauna, ella se vinculó a la Red de Amigos de la Fauna certificada con Barranquilla Verde, para recibir a las especies en calidad de hogar de paso o permanente. La persona asume el cuidado y la manutención de los animales sin recibir ninguna contribución económica.
Cuando hay decomisos nos preguntan si tenemos la disponibilidad para recibirlo mientras se reubica o se entrega en adopción, anota.
Fue así como en la primera fase de Zoorpresa Silvstre Ecoparque (@zoorpresasilvestre) Ornella y su equipo hacían presentaciones educativas de animales domésticos en colegios, empresas y eventos como fiestas de cumpleaños de niños.
Cuentan con un aviario de inmersión, animales de granja, zona de acuario y una estación dedicada a la importancia del ecosistema del mangle así como mini huertas con materiales reutilizados.
“El enfoque que nos hace diferente es que la experiencia es 100% interactiva, pero respetuosa. Entonces, no verán una foto de un niño cargando animales a la fuerza”, explica.
Abrieron en marzo del año pasado, una semana antes del inicio del aislamiento por la pandemia, de manera que fue un golpe muy duro porque el sostenimiento de los animales de bien alto.
Tuvieron que recurrir entonces a exposiciones virtuales y a venta de figuras de animales que están en el ecoparque para cubrir los gastos, pero no fueron suficientes y en abril, anunció el inminente cierre porque pese a las donaciones de empresas y amigos, no era suficiente.
El clamor de este sueño colectivo, como lo llama Ornella, llegó a oídos de la gobernadora Elsa Noguera, que a través de su secretario privado, Raúl José Lacouture, y de la subsecretaria de Turismo, Pamela Lozano, anunciaron una alianza para fortalecer el ecoparque con visita de los estudiantes de los diferentes municipios del Atlántico.
Por lo pronto, este fin de semana con puente festivo estarán abiertos al público, previa reserva y cumpliendo los protocolos de grupos hasta de 15 personas que pueden disfrutar de exhibiciones con animales entrenados.
“Hago un llamado al sector privado para que se una a este proyecto que busca acabar con la caza y el tráfico ilegal de animales. Al mismo tiempo tocamos las puertas para donaciones a través de vaki (https://linktr.ee/Zoorpresa_silvestre) que por mínimas que sean sirven para rescatar la fauna”, añade.
Ornella sueña ahora conque el lugar se convierta en un santuario para albergar no solo a fauna doméstica (que necesitan cuidado y dedicación) sino silvestre para seguir brindando educación a la comunidad.
