Mundo curioso / 4 de noviembre de 2023

¿Por qué en otoño se caen las hojas de los árboles y por qué cambian de color?

Miredvista.co

Las hojas caídas aportan color, olor, sonido y formas a esta época del año en muchos países, además de múltiples beneficios para el medio ambiente.

La imagen no puede ser más maravillosa. Calles, caminos, parques, senderos, avenidas se cubren, en muchos lugares del mundo, de hojas multicolores que lo alfombran y forman en esta temporada como una especie de tapete de tonos dorados, marrones y anaranjados, que cruje con el paso de la gente.

Esa es la imagen que se nos viene a la cabeza tan pronto nos mencionan la palabra ‘otoño’, que corresponde a esa estación del año que marca la transición entre el verano y el invierno. Aún en países tropicales como el nuestro, donde no tenemos estaciones, el tema nos resulta familiar porque lo hemos visto en el cine, la televisión, las revistas.

Pero ¿por qué se caen las hojas en otoño? Aunque resulte increíble, la química de las plantas es el motor detrás de la caída de las hojas, un mecanismo que también está relacionado con dos conceptos clave: la autoprotección y la fotosíntesis.

Las hojas de árboles caducifolios (es decir, los que arrojan hojas estacionalmente) que caen cada otoño son un tesoro natural rico en materia orgánica, en minerales extraídos del subsuelo por las raíces de los árboles, y en microorganismos.

DIFÍCIL MANTENER EL FOLLAJE

La principal razón por las que estos árboles pierdan sus hojas es porque como las horas de luz se reducen, entonces la radiación solar pierde fuerza, de tal forma que los suelos pierden calor acumulado. Por este motivo, se dificulta la captación de agua y nutrientes por parte de las raíces de los árboles.

Debido a estas condiciones, los árboles no pueden mantener el follaje. No tienen los suficientes suministros para poder tener las hojas con el suministro de savia y clorofila habituales, de tal forma que la estrategia más rentable es perder la hoja.

Podría decirse que, durante el otoño y el invierno, los árboles, para evitar sus muertes, cortan el suministro de savia a las hojas, retiran la clorofila y otros compuestos útiles de las hojas. De ahí el cambio en el color de las mismas. Sin embargo, guardan estos suministros en otros tejidos para cuando llegue la primavera. Se trata por lo tanto de un sistema de ahorro de energía y de autoprotección.

Sin embargo, esto no les ocurre a los árboles de hoja perenne (los opuestos a los caducifolios), debido a que son capaces de resistir en condiciones climáticas adversas, y renuevan sus hojas de forma paulatina, algo que no les ocurre a los de hoja caduca.

BENEFICIOS 

Además de recordarnos que estamos en otoño y aportar color, olor y sonidos, las hojas en el piso acarrean múltiples beneficios:

Son el hogar para la fauna del lugar como las lombrices, esenciales para la salud del suelo, pequeños insectos que sirven de alimento a las aves que queremos en nuestro jardín y larvas que se transformarán en mariposas. Al llegar la primavera, podemos retirarlas.

Son un material aislante excelente, pueden usarse tanto para proteger los cultivos de época otoñal o las plantas perennes que deben resistir a temperaturas bajo cero. El propósito es ofrecer protección contra los elementos, por lo que hay que colocarlos en capas lo suficientemente gruesas como para proporcionar una protección lo suficientemente efectiva. Del mismo modo, esta capa de hojas evitará que crezcan malas hierbas.

Al igual que evita el crecimiento de malas hierbas, también previene de que al suelo por el que crece el césped del jardín le crezcan grietas por las que saldrán plantas, comenzando a erosionarse y desapareciendo con la lluvia. Es por ello por lo que también evitará la aparición de malas hierbas.

Son un fertilizante natural del suelo. Si las retiramos, impedimos que las hojas agregan nutrientes al suelo a medida que se descomponen, y los gusanos y los microorganismos del suelo también actúan sobre ellos, lo que da como resultado un suelo más ligero y esponjoso con el tiempo

Y son fuente de diversión para chicos y grandes. Una buena cama de hojas secas es el perfecto lugar en el que tanto niños como mayores pueden disfrutar para pasar un rato agradable. Si escogemos ropa usada o que se pueda manchar sin arrepentimiento, este el plan ideal de otoño.

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